Penúltimo capítulo del pasaje judicial al que se enfrenta Sam Bankman-Fried, el que fuera CEO de FTX y considerado por muchos el rey de las criptos. En un juicio que ha durado casi un mes, ha sido declarado culpable, a la espera de la condena y sentencia final, cuyo resultado puede terminar en ser condenado a 110 años de cárcel.
En total, Sam Bankman-Fried ha sido declarado culpable de 7 cargos, todos los por los que fue acusado inicialmente. Entre ellos, algunos de especial gravedad que suponen las mayores partes de la condena que puede meterle entre rejas para el resto de su vida: estafa, lavado de dinero y falsedad documental.
El proceso judicial ha demostrado que el que fuera CEO de FTX, fue uno de los responsables de uno de los mayores escándalos financieros de los Estados Unidos tras el de Bernard Madoff. Un fraude que supera ampliamente los 10.000 millones de dólares de miles de clientes particulares que confiaron sus inversiones a FTX y que, al final, acabaron gastados en yates, mansiones, inversiones y, además, en donaciones a diferentes causas, incluyendo a políticos de alto perfil de los Estados Unidos.
Sam Bankman-Fried podría pasar el resto de su vida en la cárcel
Uno de los aspectos más importantes del proceso judicial es que la acusación ha demostrado que la operación fue un fraude “desde el principio”. No obstante, el ex-CEO de FTX siempre lo ha negado. La defensa de Bankman-Fried admitió que había fracasado en la su tarea de supervisar operaciones de alto riesgo.
También negó haber supervisado directamente las actualizaciones del código de FTX que hicieron posible gastar fondos de los clientes de la compañía en intereses e inversiones particulares. Asimismo, negó en todo momento que él no había participado en transacciones fraudulentas, ni había interrogado a los empleados sobre miles de millones de dólares faltantes. Algo que, el jurado, no ha terminado de creerse, y cuyo resultado directo ha sido declarado culpable de los 7 cargos presentados por la acusación inicialmente.
Ahora queda pendiente la sentencia final que le será impuesta por el juez Lewis Kaplan el 28 de marzo del próximo año, pudiendo resultar en más de 100 años de cárcel por la totalidad de los cargos de los que ha sido declarado culpable.