OpenAI despidió a su director ejecutivo y cofundador, Sam Altman. La empresa de inteligencia artificial anunció un cambio de dirección en donde que Altman dejará su cargo como CEO con efecto inmediato. Mira Murati, directora de tecnología de la compañía, tomará el puesto de forma interina.

“La junta directiva de OpenAI, Inc., el 501(c)(3) que actúa como órgano rector general de todas las actividades de OpenAI, anunció hoy que Sam Altman dejará el cargo de director ejecutivo y dejará la junta directiva”, indicó la empresa en una publicación de su blog.

“La salida de Sam Altman ocurre tras un proceso de revisión interna por parte de la junta directiva, que ha concluido que no fue sincero en todo momento en sus comunicaciones, entorpeciendo su habilidad de ejercer sus responsabilidades. La junta directiva ya no tiene confianza en sus capacidades para seguir dirigiendo OpenAI.”

OpenAI dio el voto de confianza a Mira Murati, quien se ha desempeñado como directora de tecnología y es responsable de ChatGPT. “Mira aporta un conjunto de habilidades único, comprensión de los valores, operaciones y negocios de la empresa, y ya dirige las funciones de investigación, productos y seguridad”, mencionó.

La compañía señaló que su misión es garantizar que la inteligencia artificial general (AGI) beneficie a toda la humanidad y considera que es necesario un cambio de liderazgo. La salida de Sam Altman se da a escasos días de liderar su primera conferencia para desarrolladores DevDay, en donde presentó GPT-4 Turbo y los GPTs. En ese evento, Altman reveló que ChatGPT ya contaba con 100 millones de usuarios semanales.

Por qué OpenAI despidió a Sam Altman

OpenAI, una vez más es eje de polémicas en la Web.

De acuerdo con el comunicado oficial, OpenAI despidió a Sam Altman debido a que no confía más en él. Tras realizar un proceso de revisión, descubrió que no fue sincero en sus comunicaciones con la junta directiva. La empresa no menciona incidentes específicos, aunque ofrece algunas pistas sobre la salida de su cofundador.

El comunicado indica que OpenAI se fundó con la misión principal de garantizar que la inteligencia artificial general beneficie a la humanidad. La compañía sufrió una reestructuración con el fin de garantizar la entrada de capital para volverse rentable y alcanzar su objetivo. La inversión multimillonaria de Microsoft a inicios de 2023 representó un hito, sin embargo, no fue suficiente.

“Si bien la empresa ha experimentado un crecimiento espectacular, sigue siendo responsabilidad fundamental de la junta directiva, promover la misión de OpenAI y preservar los principios de su Carta”

OpenAI

OpenAI hace hincapié en conceptos como investigación, desarrollo de productos y seguridad como eje de su estrategia para avanzar. Debido a que Sam Altman ya no es sujeto de confianza, la más calificada para liderar durante este proceso de transición es Mia Murati, directora de tecnología.

La junta directiva declaró que Murati está “excepcionalmente calificada para el puesto”, aunque solo será temporal. OpenAI confirmó que su CTO fungirá como interina mientras llevan a cabo una búsqueda formal de un director ejecutivo permanente.

Sam Altman no será el único afectado en la reestructuración. OpenAI confirmó que Greg Brockman dejará su cargo como presidente de la junta directiva, aunque conservará su puesto en la empresa.

El dinero cambió las prioridades

Sam Altman, CEO de OpenAI (izquierda), y el CEO de Microsoft, Satya Nadella
Sam Altman y Satya Nadella. Credit: Microsoft

OpenAI se fundó como una organización sin fines de lucro en 2015, cuando Sam Altman y Elon Musk se comprometieron a hacer avanzar la tecnología en beneficio de la humanidad. Las cosas cambiaron en 2019, cuando Microsoft invirtió 1.000 millones de dólares y anunció una asociación exclusiva de varios años.

En un intento por conseguir fondos para avanzar en el desarrollo de la inteligencia artificial general, OpenAI dejó de lado su misión principal. Sam Altman, quien aceleró emprendimientos durante varios años en Y Combinator, convirtió a OpenAI en una empresa con ánimos de lucro. La asociación con Microsoft y el enfoque en productos comerciales como GPT-4, ChatGPT o DALL-E cambiaron la perspectiva de la organización.

Elon Musk renunció a la junta directiva de OpenAI en 2018 citando posibles conflictos de intereses con Tesla. Años más tarde, el magnate cargó contra Sam Altman y compañía al acusarlos de acceder a los datos de Twitter para obtener un beneficio económico. “OpenAI se inició como proyecto de código abierto y sin fines de lucro. Ninguno de los dos sigue siendo cierto”, dijo.

Hace unos meses, Sam Altman reveló que no ganaba dinero con OpenAI y que no contaba con una participación accionaria en la compañía. El cofundador declaró que le pagaban lo suficiente para cubrir su servicio médico y que hacía el trabajo porque le encantaba.

Actualmente, OpenAI está dividida en dos entidades: OpenAI Incorporated y OpenAI LP. La primera es la organización sin fines de lucro fundada en 2015, mientras que la segunda es una subsidiaria con ganancias limitadas establecida en 2019 tras la salida de Elon Musk. Tras la inversión de 10.000 millones de dólares, Microsoft es dueña del 49 % de OpenAI LP.