La etiquetas ambientales de la DGT han sido uno de los cambios más profundos en el sistema de clasificación de vehículos. Polémicas aparte sobre la utilidad o no de ciertas de ellas en ciertos modelos de vehículos que están empezando a verse en algunos países, parece que claro que la DGT tiene que dar un paso más y ampliar el sistema.
Esto es lo que parece que tienen en marcha. Y aunque no hay una hoja de ruta clara, parece que el organismo regulador quiere complementar las etiquetas ambientales con una serie de clasificaciones extra para los vehículos. Según El País, la DGT está planeando clasificar los vehículos en función de sus niveles de seguridad. No obstante, a diferencia de las etiquetas ambientales, esta nueva clasificación no supondría limitar la circulación de coches menos seguros, sino que funcionaría como un refuerzo positivo para aquellos con mejor clasificación.
Aunque no hay un plan concreto de cómo se llevaría a cabo, o qué sistemas de seguridad se incluirían en esta clasificación, ya se está haciendo en otros países. En Gran Bretaña, por ejemplo, los vehículos pesados solo puede acceder al centro de Londres si disponen de sistemas de seguridad específicos, como cámaras de visión artificial o avisos para ángulos muertos. La clasificación que se hace allí es por estrellas (no confundir con clasificaciones del estilo como Euro NCAP), pero sí que solo permite el acceso al centro a los más seguros.
La idea de la DGT es reducir la siniestralidad
Según el mencionado medio, es una de las posibilidades que baraja la DGT, aunque en sí no tenga competencia para restringir el tráfico en las grandes ciudades. No obstante, sí que puede plantear un sistema de clasificación complementario para avalar la seguridad de ciertos vehículos, y de ahí, al grueso del parque automovilístico.
De momento, una clasificación directa está descartada por la DGT, al menos a día de hoy. Lo que sí está haciendo el organismo es analizar qué es una flota segura, que sería un primer paso hacia una clasificación más especifica.
La idea central de todo esto es reducir la siniestralidad, aunque no está claro ni de parte de la DGT que este sea el camino a seguir, es decir, el de una clasificación específica para cada vehículo circulando por las carreteras de España.