Como su propio nombre indica, en Balada de Pájaros Cantores y Serpientes, la precuela de Los Juegos del hambre, las serpientes tienen un gran protagonismo. Esto es lógico, y hasta aquí no hay ningún spoiler, pero si no quieres saber cuál es el papel de estos reptiles en la  trama, será mejor que no sigas leyendo y esperes hasta ver la película o leer el libro.

Dicho esto, las serpientes aparecen casi desde el principio, cuando Lucy Gray, nada más ser elegida como tributo del distrito 12, deja caer una pequeña serpiente sobre el cuerpo de Mayfair, la hija del alcalde que, después de robarle el novio, hizo que su nombre apareciese en la lista de tributos. También se ven en el vestido de Lucy Gray. Pero, en realidad, el gran protagonismo de las serpientes en la precuela de Los Juegos del Hambre lo tienen las serpientes arcoiris.

Como los charlajos, estos son animales creados en el laboratorio de la doctora Volumnia Gaul. Aparecen sobre todo en dos escenas, en las cuales se observa que solo atacan a las personas con cuyo aroma no están familiarizadas. Dado que la doctora Gaul ha creado unos pájaros que reproducen conversaciones humanas como si fuesen grabadoras, tampoco debería extrañarnos que estas serpientes tengan modificaciones genéticas. Pero si nos ceñimos a la naturaleza de estas serpientes en la vida real, ¿podría pasar algo así?

Apariciones en Balada de Pájaros Cantores y Serpientes

Las serpientes arcoiris aparecen dos veces en la precuela de Los Juegos del Hambre. Para empezar, cuando Coriolanus Snow y su compañera Clemensia Dovecote acuden al laboratorio de la doctora Gaul para mostrar su propuesta de modificaciones para los Juegos del Hambre. 

Prometieron hacerlo juntos, pero finalmente lo ha hecho solo Coriolanus. La doctora Gaul tiene esa sospecha, por lo que, cuando Clemens empieza a darse a sí misma un protagonismo inmerecido, le hace una propuesta. Sacar la única copia existente del tanque de las serpientes. Le avisa que estas serpientes atacan a las personas cuyo olor no reconocen, pero que no debería haber problema, pues el papel, que supuestamente había estado en sus manos, llevaba horas en el tanque. La chica lo intenta, pero las serpientes la atacan rápidamente.

La segunda aparición de los reptiles en Balada de Pájaros Cantores y Serpientes ocurre durante los Juegos del Hambre. Estaba previsto liberar las serpientes en la arena, cuando quedasen pocos tributos. Por eso, Coriolanus, después de lo que ocurrió con Clemens, coloca en el tanque un pañuelo con el que había limpiado las lágrimas de Lucy Gray. Así, esta se convierte en el único tributo al que no atacan.

¿Realidad o ficción en Los Juegos del Hambre?

Los Juegos del Hambre y su precuela no dejan de ser novelas de ficción, por lo que sería lógico que las serpientes arcoiris no tengan nada de real. Y lo cierto es que tienen bastante poco, aunque sí que merece la pena hablar de su olfato.

Las serpientes tienen unos sentidos de la vista y el oído bastante malos, pero se ven compensados con su sentido del olfato. Ahora bien, este es muy poco convencional, pues sí que pueden oler con la nariz, pero la mayor parte de lo que huelen lo perciben con una estructura, llamada órgano de Jacobson, que se encuentra en el hueso vómer, entre la nariz y la boca. 

Este órgano está en otros animales, como los perros. Pero hay una gran diferencia en el caso de las serpientes, y es que no tienen acceso desde la nariz. Por eso, para llegar hasta él, deben hacerlo por la boca.

En el interior del órgano de Jacobson hay neuronas especializadas en la detección y distinción de compuestos químicos como las feromonas, moléculas presentes en los aceites de la piel y, en general, muchas sustancias asociadas al olor de un individuo.

Pero es un órgano de difícil acceso desde la boca, por lo que entra en juego la lengua bífida de las serpientes. Con ella, captan moléculas del suelo o de los compuestos volátiles del aire y las llevan hasta el interior de la boca, donde las neuronas hacen su trabajo.

Por eso están continuamente moviendo la lengua e introduciéndola y sacándola de la boca. Aunque no lo parezca, están oliendo.

serpiente
Aunque reconozcan el olor, las serpientes no crean vínculos con las personas. Crédito: Marino Linic (Unsplash)

¿Pueden reconocer personas?

Ese sentido del olfato tan agudo convierte a las serpientes en magníficas cazadoras. ¿Pero les sirve también para hacer amigos como en Balada de Pájaros Cantores y Serpientes? Sí y no. Veamos.

Sí que pueden reconocer a personas y animales. Al menos, pueden detectar fácilmente su patrón de olor: las feromonas que desprende, los aceites de su piel, el jabón o el perfume que usan… Esto permite que, por ejemplo, se las pueda entrenar mediante condicionamiento. Pero, más allá de eso, no crean ningún tipo de vínculo con humanos. Sí que se sabe que pueden formar vínculos con otras serpientes. De hecho, en 2020 se publicó un estudio en el que se demostraba que no son los animales solitarios que solemos pensar. Pueden crear vínculos sociales con otras serpientes, con las que se enroscan de una forma concreta. Pero solo entre serpientes.

Por mucho que hayan estado en contacto con el olor de un humano, eso no hará que no lo ataquen. Quizás, si ese humano siempre las alimenta, no le ataquen por puro condicionamiento. Quieren comer. Pero no dejarán de morder la mano de una persona por haber olido un papel que ella manipuló.

En definitiva, como hemos visto con otras cuestiones de Los Juegos del Hambre, hay parte de ciencia y parte de ficción en lo referente a las serpientes. Pero, si sirve para aprender un poco más sobre estos interesantes reptiles, mejor que mejor.