Un día como hoy, 24 de octubre, pero de 2003, el Concorde completó su último vuelo comercial de la mano de British Airways y se retiró definitivamente. Es difícil de creer que ya pasaran 20 años del adiós a una de las grandes maravillas aeronáuticas del siglo XX. Una aeronave que marcó una era y cuyas proezas hasta ahora no han podido ser equiparadas, ni siquiera aprovechando los enormes avances tecnológicos que vimos en estas últimas dos décadas.

La despedida del Concorde sigue generando sentimientos encontrados entre los amantes de la aviación y el público en general. Se entiende que su cancelación se produjo mayormente por factores económicos y operativos, que se sumaron a las secuelas del trágico vuelo 4590 de Air France, en julio de 2000, y al duro golpe que sufrió la aviación comercial en todo el mundo tras los atentados del 11 de septiembre de 2001. No obstante, es lógico el lamento de quienes sostienen que recién cuando dejó de volar se tomó verdadera dimensión de lo importante que era el avión supersónico.

En Hipertextual hemos realizado un profundo análisis sobre las causas que derivaron en el retiro del Concorde, de modo que esta vez no nos detendremos en esos detalles. Lo que sí queremos hacer en estas líneas es recordar cómo se produjo la despedida de esta mítica aeronave, que 20 años después continúa generando fascinación, incluso entre aquellos que no llegaron a verla en acción.

A 20 años del adiós al Concorde

A 20 años del adiós del Concorde | último vuelo del Concorde

British Airways y Air France informaron la cancelación de los vuelos del Concorde el 10 de abril de 2003, a través de un comunicado que se emitió en simultáneo. Si bien ambas aerolíneas estaban experimentando una fuerte caída en la demanda de pasajes para el avión supersónico, la noticia no estuvo exenta de sorpresa. La flota perteneciente a los franceses estaba habilitada para volar hasta 2007, en tanto que la de los británicos podía hacerlo hasta 2009.

Air France fue la primera en darle la despedida al Concorde. La compañía indicó que no realizaría más vuelos con la aeronave a partir del 1 de noviembre de 2003, pero que los servicios se suspenderían el 31 de mayo si no se generaba un repunte en la demanda de viajes. Algo que, evidentemente, nunca ocurrió.

De esta forma, el último vuelo comercial del Concorde bajo los colores de la aerolínea francesa se llevó a cabo el 30 de mayo de 2003 y unió París con Nueva York. Una vez dado de baja el servicio, algunos de los aviones de la empresa se enviaron a museos en Francia, Alemania y Estados Unidos para que los fanáticos puedan continuar admirándolos.

"Para Air France, el Concorde pertenece al patrimonio aeronáutico de la humanidad y, por tanto, debe ser posible verlo y admirarlo. Esto se aplicará a toda la flota del Concorde de Air France: todos los aviones que le pertenecen serán presentados al público".

Comunicado de Air France al completar el retiro del Concorde.

British Airways, por su parte, mantuvo en operaciones al Concorde por algunos meses más. La firma británica manifestó que su intención era seguir utilizándolo hasta el otoño de 2003, aunque sin brindar una fecha precisa para su retiro. No obstante, desde el principio se especuló con que la despedida definitiva se produciría en los últimos días de octubre, puesto que coincidiría con la finalización del calendario de verano de la aerolínea.

24 de octubre de 2003

Concorde
Credit: Eduard Marmet

El último vuelo comercial del Concorde se produjo el 24 de octubre de 2003. La aeronave de British Airways, con matrícula G-BOAG, despegó del Aeropuerto Internacional John F. Kennedy de Nueva York a las 07:20, hora local, y aterrizó en el Aeropuerto de Heathrow unas tres horas y media más tarde, pasadas las 16:00 de Londres.

Otros dos Concorde de British Airways participaron del retiro de la flota en esa misma jornada. Uno de ellos, el G-BOAE, había volado a Edimburgo, Escocia, como parte de la gira de despedida. En tanto que el G-BOAF realizó un vuelo especial sobre el golfo de Vizcaya llevando entre sus pasajeros a otros pilotos del avión supersónico y personalidades.

Esto permitió a los fanáticos observar una imagen espectacular: tres Concorde aterrizando de forma sucesiva, apenas con minutos de diferencia entre sí, en el aeropuerto londinense. El último que tocó tierra fue el proveniente de Nueva York y puso un broche de oro a poco menos de 30 años de aviación comercial supersónica. A continuación, pueden ver cómo se produjo el arribo de las tres aeronaves en directo, a través de la cobertura de BBC.

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Un punto curioso a destacar es que el G-BOAG que se utilizó en el último vuelo comercial del Concorde es el mismo que aparece en la única fotografía del avión supersónico volando a Mach 2.

De esta forma, entonces, el Concorde se convirtió en una auténtica leyenda de la ingeniería aeronáutica del siglo XX. Un desarrollo que se adelantó a su tiempo y que hoy, 20 años después, deja en evidencia que cualquier intento por replicar sus méritos todavía está lejos de concretarse.