La saga John Wick demostró que el género de acción podía ser algo más que una colección de peleas a mano limpia, explosiones y disparos. Los hay en su trama, sin duda, pero también, una densa mitología que fue haciéndose más compleja con el correr de los años. De la primera película, en la que el asesino titular (Keanu Reeves) buscaba venganza por la muerte de su cachorro, la trama de la franquicia evolucionó. Y se esperaba que la miniserie The Continental: Del universo de John Wick sea parte de esa expansión de un universo cinematográfico que ha tenido mucho más éxito del esperado.
Con las películas, gradualmente, lo que parecía una renovación del tópico del ejército de un solo hombre, se hizo un mundo criminal con leyes propias. La Mesa Alta, una sociedad al margen de lo legal, se regia por reglas e incluso, una ubicación en particular. Había clanes, sitios neutrales y hasta personajes a la sombra, todo en medio de una red interconectada de mercenarios violentos, dispuestos a obedecerle. Por lo que John Wick, terminó por enfrentarse a ellos, en medio de su despiadada y singular búsqueda de justicia.
Es por eso que The Continental: Del universo de John Wick, era una gran oportunidad para explorar la premisa de la sociedad de asesinos. Mucho más, cuando la cuarta película de la franquicia, profundizó en sus elementos más peculiares y dejó claro, que la organización, tenía mucho que contar, Además, que había cientos de detalles que descubrir acerca de su funcionamiento o la manera en que administraba sus leyes internas con mano dura.
Una historia decepcionante y plana
Tal vez por eso, The Continental: Del universo de John Wick de Peacock disponible en Prime Video, resulta una decepción completa desde sus primeros minutos. No solo carece de la estética que identifica a la saga del asesino solitario y su contexto, sino que además, se vuelve una narración genérica. Algo incomprensible, cuando el director Chad Stahelski convirtió a la franquicia en un espectáculo visual, que innovó en un terreno en que todo parecía dicho. Desde el uso de tres o cuatro cámaras en escenas acción de larga duración hasta el hilo argumental sobre una sociedad de asesinos antigua, perversa y vengativa.
Pero el spin-off parece más interesado en brindar un contexto innecesario al personaje central, Winston Scott, interpretado esta vez por Colun Woodell. Desde las primeras secuencias de su capítulo inicial, la miniserie quiere humanizar un personaje que no necesita de eso. En especial, porque la versión cinematográfica, interpretada por Ian McShane, basa su efectividad en el misterio.
El gerente del Hotel Continental Nueva York, es maligno y ambiguo, pero no totalmente detestable. El actor logró crear una figura que sigue un código de lealtad que no debe nada a nadie. Lo que lo llevó a un enfrentamiento estratégico con la Mesa Alta en John Wick 4.
The Continental: Del universo de John Wick, nada nuevo que ofrecer
Pero su adaptación televisiva, más joven y en medio de la década de los setenta, es un vengador solitario sin grandes matices. Con el único objetivo de hacer justicia por la muerte de su hermano Frankie (Ben Robson), traza un plan tan imposible como suicida, que le conduce en línea directa a enfrentarse con la Mesa Alta y el gerente del Continental de la época, Cormac (Mel Gibson). La batalla en armas en pleno centro de la ciudad, se anuncia como total y devastador, pero, en realidad, solo es una serie de trampas de guion destinadas a explicar que el hombre más feroz, es el que se queda con la gerencia del hotel. Lo que convierte a la venganza de Winston en una travesía hacía convertirse en el asesino perfecto, sin saberlo.
Pero Colun Woodell es incapaz de brindar dimensión realista a Winston en una trama en la que debe obtener poder y enfrentar a fuerzas que le superan, todo esto, por un lazo fraternal. Por otro lado, el guion de The Continental: Del universo de John Wick cuenta con flashbacks innecesarios y sensibleros cuyo mayor objetivo es dejar claro que la muerte de Frankie cambió la vida de su hermano. Pero a pesar de los esfuerzos del argumento, este joven criminal es simplemente un matón dispuesto a todo por vencer.
No hay mayor historia que contar, referencias a la mitología de la que proviene o incluso, algo más que un repaso a lo que ya se sabe acerca de la Mesa Alta. Lo que deja sin personalidad a la serie en los momentos que deberían definirla o al menos, hacerla algo más que una producción que depende por completo de otra.
Mel Gibson, brutal y desaprovechado
La anunciada actuación de Mel Gibson como el gerente del Continental, decepciona. El actor, que intenta brindar a su personaje una ferocidad y un toque de locura, termina por mostrar una especie de reinterpretación de sus actuaciones más conocidas. Por lo que Cormac parece una versión envejecida, cansada y torpe de Martin Riggs de la saga Arma Mortal.
Todo lo anterior no sería del todo desdeñable, a no ser porque el intérprete no logra hacer mucho más de eso. Entre muecas, disparos y dientes apretados, la figura central de la zona neutral de la sociedad de asesinos es casi caricaturesca.
Lo que más se echa de menos en la The Continental: Del universo de John Wick, es que los tres episodios, de una hora, no llevan a otra parte que a una batalla campal. La anunciada revisión del mundo de John Wick o incluso, analizar a la Mesa Alta más allá de lo visto en cines, queda olvidado. Al contrario, el argumento solo está interesado en demostrar que la violencia siempre será el lenguaje preferido entre hombres brutales. Un lamentable retroceso para una de las franquicias más originales del género de acción que hemos visto en últimos años.