Keanu Reeves vuelve a la pantalla grande, a través de un personaje que parece calzarle a la perfección, con John Wick 4, la mejor entrega de la saga, según nuestra crítica. Se trata de una franquicia que tiene muy claro qué desea ofrecer a su audiencia: entretenimiento puro y duro a partir de secuencias de acción desenfrenadas. En este último apartado, uno de los nombres clave de la saga es su director, Chad Stahelski.

Aunque su carrera haya tenido más reconocimiento en los últimos años, a partir de su labor en la saga John Wick, la historia de Chad Stahelski en el cine va más allá de estas producciones. Lo cierto es que, sin todo lo que hizo antes, esta franquicia quizá nunca hubiera salido adelante. Pues no es descabellado pensarla como un trabajo autobiográfico en algún sentido. 

En la saga, con John Wick 4 disponible en cines el 24 de marzo, se integra su visión de director y su extensa trayectoria como doble de riesgo. Por otro lado, la sinergia que se produce entre Keanu Reeves y Chad Stahelski no sería posible si ambos no se hubieran conocido hace unos años, cuando Stahelski reemplazó a Reeves en algunas de sus escenas de peligro o con coreografías de combate solo al alcance de unos pocos.

¿Quién es Chad Stahelski?

Chad Stahelski comenzó a actuar como doble de riesgo a los 24 años de edad. Los 90 fueron una década en la que participó en distintos proyectos de bajo perfil. Durante ese período, grabó uno de los más importantes: El cuervo (1994). Aquella película, marcada por la muerte de Brandon Lee debido a un accidente durante el rodaje, fue el primer gran proyecto en el que Stahelski tuvo que dar un paso al frente.

El cuervo, con el trabajo de doble de riesgo de Chad Stahelski

Hasta la muerte del actor, Chad Stahelski solo había realizado algunas escenas de riesgo y acción. Tras su fallecimiento, fue él quien terminó el rodaje de la producción. Antes de su paso por El cuervo, participó en Punto de quiebra (1991), Knights (1993) y Hong Kong 97 (1994). Así comenzó una carrera que, en la actualidad, tiene más de setenta proyectos cinematográficos y televisivos. La constante durante ese viaje ha sido la acción. Más de la mitad de sus trabajos han tenido que ver con ese género, destacando especialmente The Matrix (1999). 

El niño nacido en Estados Unidos el 20 de septiembre de 1968 se había convertido en un adulto que comenzaba a hacer ruido en la industria. En 1997 podía presumir de tener su propia empresa de diseño de acción, 87Eleven, junto con David Leith. No sería el único proyecto que abordarían juntos. Sin saberlo, años después estarían a cargo de la primera entrega de John Wick.

Como dato curioso, muy descriptivo de la profesión de Chad Stahelski, para principios de los 2000, el actor había sufrido al menos:

  • Dos cirugías de rodilla.
  • Dos cirugías de hombro.
  • Una rotura de tobillo.
  • Una fractura en una de sus manos.

El encuentro con Keanu Reeves

Durante el rodaje de The Matrix, Chad Stahelski sustituyó a Keanu Reeves en aquellas escenas de riesgo que el actor no podía interpretar y en las secuencias de combate que reclamaban conocimientos profesionales. El trabajo de Stahelski fue tan convincente que estuvo presente durante toda la trilogía.

Matrix Chad Stahelski

A propósito de su intervención en Matrix: Reloaded (2003), Keanu Reeves describió el perfil de su compañero

“Chad Stahelski tiene mucha experiencia en wirework, es un luchador profesional de kung-fu y ha sido un extraordinario acróbata durante nueve o diez años.  Es decir, él ha estado relacionado con todos los elementos que se involucran en esta película”.

Lo cierto es que Chad Stahelski fue el encargado de interpretar toda la secuencia de acción que se produce en el parque, en la que Neo es abordado por cientos de adversarios. De hecho, la mayoría de los tramos en los que fue necesaria alguna acrobacia, seguida de un combate, fueron en los que Stahelski entró en escena.

Pero el rol de Chad Stahelski en esta producción no se basó sólo en acatar órdenes, en seguir el guion. Él era el Coordinador de acrobacias de artes marciales. P.A. Rondell, que trabajó con él en el departamento, describió en una frase parte de la dinámica: “Soy un invitado en su set de grabación”. Quizá, ese control y compromiso sobre cuanto ocurre en escena fue el momento iniciático de la que luego sería su carrera como director. 

A través de estos proyectos, Chad Stahelski y Keanu Reeves fueron estableciendo una relación de amistad. Tiempo después, buscando una figura de acción, puede que Stahelski solo tuviera un nombre en mente para ser parte de John Wick (2014). Reeves, quien atravesaba un desierto profesional, sin trabajos atractivos y con una carrera en decadencia, respondió a la llamada.

Entre ese momento y el presente, Chad Stahelski ha trabajado en más de una decena de películas más. Dentro de las cuales, puede que las más importantes sean las siguientes: 

  • 300, como coreógrafo de lucha.
  • X-Men Orígenes: Lobezno, en el cargo de Coordinador de acción.
  • Asesino Ninja, como Coordinador de dobles.
  • The Expendables, también como Coordinador de dobles.

No son los únicos proyectos en los que estuvo involucrado durante las últimas dos décadas. Pero sí son producciones reconocidas por su espectacularidad y grado de acción; en especial, 300 y Asesino Ninja. Si esas se mezclaran, junto con Matrix, probablemente el resultado sería algo bastante cercano a John Wick.

Chad Stahelski: de John Wick a John Wick 4

En España, John Wick no fue estrenada en los cines. Llegó en formato DVD, como recuerda Alejandro G. Calvo. Este es un dato es importante porque da información sobre la dimensión del proyecto. La primera película de la posterior franquicia no tuvo un comienzo muy ambicioso. A esto hay que sumar que nunca ha contado con un gran estudio apoyándola. Sin embargo, aquella primera entrega, también titulada Otro día para matar, generó revuelo entre los aficionados al género.

John Wick, dirigida por Chad Stahelski

Fue la génesis de una franquicia sin demasiadas aspiraciones narrativas, pero con una historia clara: un hombre que quiere vengarse de lo que otros le han hecho. Puede que esa simpleza, detonada a partir del asesinato del perro de John Wick, sirviera de puente con el espectador: ¿cómo no solidarizarse con alguien a quien le ha pasado eso? ¿Es posible no justificar, en un universo ficcional, que actúe de esa manera?

La fórmula John Wick funcionó. Como si Chad Stahelski y su equipo de trabajo dijeran: ‘Esto es una película de acción, hagámosla a nuestra manera y a lo grande’. Esas formas tienen mucho que ver con la extensa trayectoria que el director tiene en cuanto a artes marciales se refiere. Desde John Wick hasta Jown Wick 4, los combates, las secuencias de acción y la manera en que estas son grabadas son los puntos más altos no solo de la franquicia, sino del cine contemporáneo.

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La puesta en escena que Chad Stahelski logra es capaz de vencer cualquier argumento verosímil. A través de las cuatro entregas de John Wick, el director sentó las bases de un universo cinematográfico en el que la justificación tiene sentido. Por supuesto, hay conveniencias y el espectador debe aferrarse al pacto ficcional. Pero, cuando la realización no es convincente, nada de lo anterior puede validarse ni exigirse. En eso, más allá de algún detalle, esta franquicia parece incuestionable.