Los residentes en Madrid se llevaron ayer, 3 de septiembre, un buen susto, cuando sus móviles bramaron al unísono con una alarma de Protección Civil que les recomendaba que no salieran de casa salvo causa de fuerza mayor. El motivo, la clasificación de la Comunidad en el nivel 1 de alerta de inundaciones. Tanto el mensaje como el método de alerta seleccionado asustaron a buena parte de los madrileños, mientras que otros se lanzaron a quejarse de que había sido una medida desmesurada e incorrecta, puesto que apenas llovió a las horas señaladas. Pero aquí hay varios factores a tener en cuenta. Para empezar, en otros puntos de la Comunidad sí que llovió mucho a esas horas. Y, además, la DANA descargó en la capital por la noche, en vez de por la tarde. Por lo tanto, las predicciones meteorológicas de la AEMET no fallaron, solo fueron algo imprecisas.

No es la primera vez que ocurre algo así, tanto en España como en otros países. Las predicciones meteorológicas son cada vez más precisas, pero a veces fallan. Pueden equivocarse del todo o errar con la intensidad, la ubicación o la hora. A veces se piensa en ineptitud por parte de los profesionales que hay detrás de ellas, pero no hay nada más lejos de la realidad. 

Las predicciones meteorológicas, como las de la AEMET, son complejas. Son muchos los factores que intervienen en ellas. Pero, por desgracia, son muy inestables, ya que cambian rápidamente y con facilidad. Esto haría que la que era una predicción precisa pocas horas antes de repente pase a ser un fallo. Por eso, se suelen incluir márgenes de error y, sobre todo, optar por prevenir antes que curar. La alarma de Protección Civil de Madrid iba dirigida a esto último. Prevenir, aunque a veces conlleve asustar, puede salvar muchas vidas. Siempre será mejor el terror por un pitido apocalíptico en el móvil que el terror por quedar atrapado en el coche en mitad de una inundación.

¿Por qué fallan las predicciones meteorológicas, como las de la AEMET?

Las predicciones meteorológicas se obtienen a partir de la combinación de muchísimos datos, obtenidos por métodos muy diferentes. Desde estaciones terrestres y marinas, hasta radares y satélites, pasando por globos sonda o aviones en vuelo, son muchos los mecanismos necesarios para hacer un dibujo mucho más realista de lo que pasa en la atmósfera.

Esto permite generar algo conocido como modelos numéricos atmosféricos. Es lo que utilizan los meteorólogos para hacer unas predicciones que cada vez resultan más precisas. De hecho, según relatan desde la Organización Meteorológica Mundial, una predicción a cinco días es hoy igual de fiable que una a tres días hace 20 años. Pero, realmente, son las de 24-48 horas las que podemos tomar más en cuenta. Es con ellas con lo que se hacen alertas, como la alarma de Protección Civil de estos días. Pero a veces incluso esas fallan.

Dos problemas principales

Esto se debe a varios motivos. Por un lado, la Oficina de Meteorología de Reino Unido explicó en un artículo informativo de su página web que, en ciertas ocasiones, es a causa de los modelos informáticos que se emplean. Se trata de datos automatizados, tomados directamente de una combinación de modelos de predicción meteorológica, en los que no intervienen expertos humanos. Generalmente son modelos muy eficaces, que aceleran mucho el trabajo y facilitan el lanzamiento de alarmas si es necesario. No obstante, cuando se trata de circunstancias extremas, estos modelos pueden tener ciertas dificultades y cometer errores.

Por otro lado, debemos tener en cuenta que en las predicciones meteorológicas intervienen factores que cambian rápidamente. Aunque estemos emitiendo el tiempo que va a hacer en un lugar concreto, necesitamos datos globales. Eso, lógicamente, facilita que se cometan errores. Y es que incluso el relieve de un sitio concreto puede afectar a la conformación de las nubes y, con ello, alterar el tiempo a muchísimos kilómetros de distancia. Una montaña en Andalucía puede afectar al tiempo en Madrid, por ejemplo. Todo esto lleva a algo conocido como “naturaleza caótica de la atmósfera”, por lo cual un error muy pequeño puede amplificarse muchísimo de cara a la elaboración de un modelo futuro. 

alarma de protección civil
Los madrileños recibieron una insistente alerta que ha sido muy criticada por algunas personas. Crédito: Cuenta de Twitter de Lluís Montoliú.

¿Qué pasó con la alarma de Protección Civil en Madrid?

Cabe destacar que la alarma de Protección Civil hablaba del “riesgo extremo de tormentas en la Comunidad de Madrid”. Eso no supone solo la ciudad de Madrid, sino todos los municipios que conforman la Comunidad Autónoma. Se habló mucho de errores de la AEMET,  porque la DANA no descargó toda su fuerza sobre la capital. Pero sí que lo hizo en otros puntos.

De cualquier modo, es importante tener en cuenta que hubo un cambio de comportamiento de última hora de la DANA. Justo cuando estaba llegando a Madrid, giró al oeste, descargando por esta zona de la Comunidad y por Castilla la Mancha las lluvias torrenciales que se habrían esperado en la ciudad del Retiro. Esto pudo deberse a cualquiera de los factores pequeñísimos que hemos visto que afectan de forma caótica a la atmósfera.

Aun así, por la noche hubo inundaciones en el metro, retenciones en carreteras y multitud de incidencias en la ciudad de Madrid. Las predicciones meteorológicas no habían sido exactas, pero sí se acercaron mucho a la realidad. Puede que muchas de esas personas que recibieron la alarma de Protección Civil decidieran no coger el metro por la noche o evitar algunos de los lugares que han terminado inundados. Por lo tanto, no ha sido una mala medida. Y, desde luego, la AEMET no se merece las críticas que le están llegando. Tenemos una de las mejores instituciones de predicción meteorológica del mundo, no hay derecho a que reciban este tipo de críticas, mucho menos desde el desconocimiento. 

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