Optimus, el robot humanoide de Tesla, evoluciona a pasos agigantados. Así se aprecia en un reciente vídeo compartido por la empresa de Elon Musk, que muestra cómo el dispositivo es capaz de reconocer y calibrar automáticamente sus extremidades, además de practicar yoga.
La intención de Tesla es mostrar cómo progresa su robot humanoide basándose en la red neuronal de extremo a extremo que lo potencia. Gracias a este "cerebro", Optimus puede usar sus cámaras como si fueran ojos y, con la ayuda de codificadores de la ubicación de sus articulaciones, identificar con precisión sus brazos y piernas.
Esto no solo ayuda a que el robot se ubique espacialmente, sino que le permite aprender y completar tareas de un modo más eficiente. En el clip compartido en X (Twitter) se aprecia como Optimus puede identificar bloques y agruparlos según su color en diferentes bandejas. Pero la historia no termina allí, puesto que también puede ordenar las piezas que quedan volteadas y acomodarlas en la posición correcta.
Aunque lo más interesante es cómo puede adaptarse en tiempo real para "lidiar con la dinámica del mundo real". Esto se ve cuando una persona interfiere el trabajo del robot humanoide de Tesla, desordenando los bloques que ya había clasificado o moviendo de lugar los que aún debe recoger. El dispositivo no se bloquea ni interrumpe su labor, sino que continúa reconociendo los elementos y ordenándolos como corresponde.
Tesla muestra los avances de su robot humanoide
Optimus es una de las apuestas más arriesgadas que Tesla ha abordado en los últimos tiempos, pero el robot humanoide está mostrando avances muy interesantes. No olvidemos que los de Elon Musk ya han comenzado a utilizar este aparato en la fábrica de Fremont, California. Allí se lo pudo ver realizando tareas livianas como ordenar piezas, repartir paquetes o regar las plantas.
La evolución del aparato gracias a la red neuronal que lo potencia es evidente. Que el robot humanoide de Tesla pueda aprender más rápido a completar determinadas labores, y de forma 100 % autónoma, lo ubican un paso más cerca de cumplir su primer gran objetivo: liberar a los trabajadores humanos de las tareas más tediosas.
En cuanto a hacer yoga, a primera vista puede parecer un gimmick o artilugio. Sin embargo, es mucho más que eso. Las posturas que puede replicar el robot humanoide le sirven a Tesla para demostrar características como el equilibrio y la percepción del espacio que le rodea. Y no es la primera vez que la firma hace alarde del apartado técnico de Optimus.
No olvidemos que, en octubre de 2022, Tesla demostró la fuerza de uno de los actuadores utilizados en las piernas de su robot humanoide. Por su cuenta, dicho componente fue capaz de levantar un piano de cola de unos 500 kilogramos. Una auténtica bestialidad.
Cuando Elon Musk presentó el primer prototipo funcional de Optimus, aseguró que sería el robot que "erradicaría el hambre del mundo". Todavía no sabemos si lo conseguirá, pero al menos está demostrando una evolución a grandes pasos. Y no está mal que así sea, considerando que otras empresas también están pujando por desarrollar el humanoide definitivo, como es el caso de 1X Technologies, una firma noruega que cuenta con el apoyo de OpenAI.