La metáfora de la emigración en ‘Elemental’: un lugar al que llamar hogar

Durante los últimos veinte años, las cintas de Pixar se han hecho famosas por emplear escenarios de fantasía para explorar metafóricamente en cuestiones más serias. De modo que mientras Andy se despide de sus juguetes en Toy Story 3, se muestra el dolor de la pérdida y la ausencia. Lo mismo podría decirse de Buscando a Nemo, en la que se analiza la relación entre padres e hijos en medio de la aventura marina. Incluso Soul, una de las más criticadas películas del estudio, tiene una moraleja acerca de la alegría de vivir que supera sus fallas. 

En Elemental, ya disponible en Disney+, ocurre de la misma manera. La historia de amor de Ember (Leah Lewis) una criatura de fuego y Wade (Mamoudou Athie) una de agua, es la excusa para profundizar en temas adultos. Del miedo a la soledad, la discriminación hasta el duro proceso de la emigración.

Todo confluye en la ciudad imaginada por Pixar, en que los seres que dan vida a los elementos de la naturaleza, comparten una convivencia complicada. El argumento, que no pierde de vista que al final, es una historia para niños o al menos, ese es su principal público, profundiza en lo anterior entre chistes. Pero en sus momentos más duros, el animado muestra las consecuencias del odio y el prejuicio como una sutil crítica. 

Pero además, lo interesante del largometraje de Peter Sohn, es usar el trasfondo fantástico de la historia para narrar conflictos muy humanos. Lo que implica, en ocasiones, que la alegoría de las relaciones entre personas muy distintas, se describe desde lo amargo. Elemental City, acoge a entes que deben cuidar que su relación no desequilibre el orden que les rodea. De modo que la gente de tierra, debe aprender acerca de sus vecinos, los de agua o aire. Todo para evitar pueda ocurrir un desastre o provocar inconvenientes mayores.

Una relación que desafía el peligro

Sin embargo, son las criaturas de fuego, las que se enfrentan a mayores inconvenientes. No solamente se les teme por sus propiedades físicas, que corren el riesgo de ser destructivas, sino además, por ser completo distintas al resto. La comunidad de la gente del fuego, se encuentra en un lugar apartado. De hecho, no se relacionan con sus vecinos y a menudo, hay rumores acerca del peligro que representan y despiertan desconfianza. Lo que convierte a la relación de Wade y Ember, en una lección de tolerancia, pero también, de crecimiento y paciencia. 

Ambos, que pertenecen a tribus contrarias y que, incluso, podrían resultar un riesgo mutuo, también simbolizan algo más. El concepto de asumir que lo desconocido en otros, debe ser respetado a pesar de que pueda parecer difícil. Poco a poco, la idea que la gente de fuego a la que Ember, que migró a la ciudad y necesita integrarse a esta última, se convertirá en centro del argumento. No obstante, el guion evita hacerlo obvio, por lo que emplea su romance central al mostrar todas las dimensiones de ese proceso. 

Wade, que no conoce del todo a la gente del fuego y solo escuchó rumores acerca de ellos, debe hacer un esfuerzo por vencer sus prejuicios. Pero mucho más duro, comprender que la discriminación es parte de la forma como entiende a las criaturas que le rodean. Elemental se esfuerza en detallar cómo en una ciudad en todo depende de la convivencia, arriesga su seguridad en medio por las diferencias de sus ciudadanos. Por lo que la cinta hace énfasis en la posibilidad de la aceptación y la tolerancia mutua, para mantener la seguridad de todos. 

Bellas imágenes que cuentan algo más profundo

Elemental City es, quizás, una de las más bellas creada por Pixar para ambientar cualquiera de sus narraciones. El trabajo en el apartado visual es destacado, incluso para los altos estándares del estudio. Con sus cielos azul brillante, edificios de cristal y vegetación abundante, es lo más cercano a un paraíso, recreado para una premisa urbana. Pero también es un símbolo. La belleza nace de la capacidad de todos sus habitantes para evitar destruir lo que hay en ella. 

Para las criaturas de fuego, requiere un esfuerzo no provocar daños. Su cercanía no solo quema, sino que además puede evaporar o cristalizar a los que le rodean. Pero también, podría decirse lo mismo del resto de los habitantes del lugar. 

Los ciudadanos de tierra, deben ser cautelosos en su relación con los del agua y estos últimos, con el aire. Sin embargo, son las que son capaces de quemar, las que sufren por el prejuicio de supersticiones y rumores. En específico, porque nadie entiende del todo el alcance de su naturaleza. 

El bien y la aceptación de la comunidad

Así que Ember y su familia, se ven obligados a vivir en las zonas más pobres de la ciudad, con sus propias costumbres y hábitos. Nadie les visita ni tampoco, tienen interacción con alguien más allá de sus amigos cercanos. Incluso, la tribu en llamas tiene su propio idioma.

Lo que hace que su vínculo con Wade (que jamás ha dado un paso sin la aceptación de su familia) sea una metáfora sobre la aceptación. A la vez, de la necesidad de construir puentes entre seres esencialmente distintos. Al final, la conclusión de este romance arriesgado, es una representación apropiada del bien común y como lograrlo. 

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Elemental, es probablemente una de las películas más sensibles al tema del prejuicio y rechazo en la historia de Pixar. Lo que muestra en varias de las escenas más conmovedoras en la que rinde tributo al sentido de la comunidad y el perdón. También, la cinta es una lección amable acerca de la posibilidad de comprender que la diferencia a través de la empatía. Uno de los puntos que la convirtió en un éxito inesperado, a pesar de su fracaso inicial.