En 2014, un avión Boeing 777 que realizaba el Vuelo MH370 de Malaysian Airlines desapareció sin dejar rastro, y con 239 pasajeros a bordo. Desde la primera confirmación, se inició un proceso de búsqueda catalogado como el más largo de la historia. Lamentablemente, a día de hoy, seguimos sin tener idea de dónde podría estar la aeronave. Sin embargo, gracias a este descubrimiento científico con percebes, podríamos acercarnos un poco más a revelar su último lugar de descanso.
Desde la Universidad del Sur de Florida (USF) se está llevando a cabo una investigación que relaciona al Vuelo MH370 de Malaysian Airlines con los percebes. La ocurrencia llega tras el descubrimiento de una pieza de la aeronave. Específicamente, un trozo de flaperón del Boeing 777 que llegó a las costas de la isla Reunión cubierta de estos pequeños animales marinos. Según comenta Gregory Herbert, profesor asociado a la Escuela de Geociencias en la USF, esto estalló una idea en su cerebro.
Herbert, experto en el área, sabe que el caparazón de los percebes puede variar su química según la temperatura del agua en la que se encuentra sumergido. Por esta razón, ha publicado un estudio en AGU Advances que revela precisamente cómo se comporta la barrera interna de los percebes.
Así, se consiguió determinar la temperatura a la que se encontraban los percebes anclados al trozo de flaperón del Boeing 777. Tras esto, Herbert lideró una búsqueda internacional para encontrar más trozos de escombros pertenecientes al Vuelo MH370 de Malaysian Airlines, creando una trayectoria parcial que podrían haber seguido los restos gracias a su investigación.
El modelo de investigación que utiliza percebes para encontrar al Boeing 777, aeronave del Vuelo MH370 de Malaysian Airlines
Para generar un mapa parcial de los restos dejados por el Vuelo MH370 de Malaysian Airlines, Herbert utilizó a los pequeños percebes que se encontraban en el flaperon del Boeing 777 y comparó la química de sus caparazones a un modelo oceanográfico y sus registros de temperatura. No obstante, ahora necesitaría tener acceso a los ejemplares más grandes de estos animales para llevar la investigación un paso más allá.
La razón para emplear los percebes más grandes en la investigación es bastante clara. Mientras mayor sea el tamaño de este crustáceo, más antiguo es. Por esto, es más probable que se hayan formado poco después de la desaparición del Vuelo MH370, revelando así el lugar de descanso final del Boeing 777.
Por su parte, la trayectoria de los restos descubierta por el grupo de investigación desafía algunas reconstrucciones anteriores. De hecho, se encontraría más al sur de lo esperado, aunque coincide con la idea de que el flaperon encontrado del Vuelo MH370 tenía una ruta sur. Según se sabe, la pieza habría comenzado en aguas cálidas, antes de hacer el paso a otras más frías durante su deriva por el océano Índico.
De momento, los percebes más antiguos todavía no se han puesto a disposición de la investigación, comenta Herbert. Eso sí, no hay duda de que han conseguido demostrar con este estudio que el método se podría aplicar al cuerpo principal del Boeing 777. No obstante, para esto necesitarán acceso a los percebes que colonizaron las piezas poco después del accidente.
El triste destino del Boeing 777
Aunque el Vuelo MH370 desapareció a principios de 2014, su búsqueda se extendió hasta el 2017, año en el que finalmente se suspendió. Las teorías que rodean al misterio del Boeing 777 son varias, desde algunas menos creíbles, como es el caso de los viajes espacio-temporales, hasta otras más plausibles, como lo es un suicidio-homicidio por parte del piloto del avión. No obstante, a día de hoy no se sabe con certeza qué sucedió para que, nueve años después, la ubicación de sus 239 pasajeros siga siendo un misterio.