Las películas sobre casas embrujadas que esconden una amenaza se han vuelto populares en el género del terror. El año pasado, Barbarian sorprendió con su argumento de un lugar enigmático habitado por monstruos. Lo mismo ocurrió con Relic: herencia maldita, de Natalie Erika James, que planteó el peligro a través del legado de una mansión en escombros. En No tengas miedo, el director Samuel Bodin añade también elementos de cuento de hadas.

El guion de Chris Thomas Devlin utiliza las habitaciones a media luz, con esquinas cubiertas de telarañas, y los largos pasillos para profundizar en el miedo. En especial, en los terrores infantiles, que el argumento presenta como incomprensibles para los adultos. Como hizo Gretel y Hansel, de Oz Perkins, el largometraje plantea la idea de que el miedo de un niño puede invocar elementos sobrenaturales.

Todo comienza cuando Peter (Woody Norman) escucha que alguien toca a la pared de su habitación en mitad de la noche. Pero solo él escucha los sonidos. Su madre Carol (Lizzy Caplan) insiste en que se trata de su imaginación y explica su propia experiencia. Lo mismo hace Mark (Antony Starr), su padre. Sin embargo, No tengas miedo insinúa que esa posición inflexible esconde algo más. Especialmente, cuando los golpes en las paredes se conviertan en una forma de comunicación con el extraño ser.

No tengas miedo

La película del director Samuel Bodin mezcla las casas embrujadas con una historia sensiblera acerca de un niño acosado por fuerzas sobrenaturales. Pero lo que podría ser un argumento interesante —en especial al presentar a sus padres como posible enemigo— se desploma en una segunda hora llena de clichés que insisten en vencer al mal con el amor familiar. A pesar de una buena introducción y un apartado visual de calidad, No tengas miedo decepciona al no profundizar en los conflictos que plantea o hacerlo de manera predecible. El resultado es un cierre que desmerece el esfuerzo inicial por construir una atmósfera terrorífica creíble.

Puntuación: 3 de 5.

Los secretos de las paredes

No tengas miedo intenta que nunca haya una certeza completa sobre lo que ocurre con Peter. En varias ocasiones, insinúa que sería capaz de inventar la existencia de un fenómeno paranormal solo para llamar la atención de sus padres. En otras, que está atrapado en una situación que le desborda. Una trampa argumental que funciona, más o menos, durante la primera media hora de la película.

El guion, gracias al apartado visual creado por Philip Lozano, mantiene en secreto el origen del miedo del niño. Las puertas se convierten en formas amenazantes y las habitaciones en posibles refugios para criaturas desconocidas. A la vez, trata de contar la historia de su protagonista. Peter es víctima de la soledad, el acoso escolar e incluso de cierto maltrato emocional doméstico. Lo que lo convierte en la víctima ideal para un ataque sobrenatural.

Peter (Woody Norman) y su padre Mark (Antony Starr) en No tengas miedo
Peter (Woody Norman) y su padre Mark (Antony Starr) en No tengas miedo.

No obstante, en su segunda mitad, No tengas miedo de ve obligada a mostrar su secreto. Lo que lleva a la historia al terreno conocido de un enigma que será resuelto gracias al amor familiar. Por lo que el largometraje pierde la oportunidad de explorar en temas de interés, como la posible amenaza que podrían representar los padres. A pesar de haberlo convertido en un tema central antes de insinuar que la sospecha era una amenaza real.

Lo que se lamenta de la película es que usa trucos mediocres en un guion que pudo dar más de sí y un apartado visual bien construido. El realizador falla al intentar engañar al espectador con trucos clásicos, como llenar de pistas falsas el argumento y tratar de esconder lo obvio, que lleva a cabo con torpeza. Para sus últimos minutos, No tengas miedo se convierte en una colección de clichés que desmerecen el esfuerzo de su primera hora.

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Imágenes de la película No tengas miedo

Este 2023, varias películas del género de terror han explorado las relaciones entre padres e hijos a partir de su dimensión más oscura. The Boogeyman: tu miedo es real mostró una criatura que se alimenta de la pena y el duelo. Mientras que el éxito de verano, Háblame, exploró que el contacto con almas torturadas a través del amor maternal puede ser parte de una experiencia terrorífica.

No tengas miedo intenta hacer lo mismo, pero el resultado es muy inferior. Predecible y en algún punto cursi y sensiblera, no encuentra un equilibrio entre contar una historia de miedo y profundizar en los sentimientos de sus personajes. Lo más destacable de la película es su apartado visual y la atmósfera que su director logra crear. Pero, más allá de eso, es otro largometraje de terror que no sabe mantener la tensión hasta el final y que pierde su capacidad para interesar mucho antes de que haya llegado a su fin.

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