La Selección Española de Fútbol Femenino se ha convertido en la quinta en hacerse con una Copa del Mundo, junto a Estados Unidos, que ya tiene cuatro, Alemania, con dos, y Noruega y Japón, también con una. Estos, sin duda, son unos días de celebración para los amantes del balompié. Pero, por algún motivo, las celebraciones no tienen nada que ver con las que vimos en 2010, cuando la selección masculina se hizo con el mismo título.
De hecho, se está dando también mucha polémica, tanto por el desacertadísimo beso del Presidente de la Federación Española de Fútbol a una de las jugadoras, como por los forofos que, aun reconociendo el mérito de las futbolistas, insisten en que no están al nivel de los hombres. Argumentan que esa es la razón por la que el fútbol femenino tiene menos seguidores y, por lo tanto, no ha habido tantas celebraciones. ¿Pero están en lo cierto? ¿Es verdad que el nivel es inferior?
Si lo fuese, tendrían motivos. Al fin y al cabo, los esfuerzos y la inversión para entrenar a las canteras de jugadoras de fútbol femenino es mucho menor. Las niñas no tienen las mismas oportunidades para ascender en este deporte que los niños y, como tal, podrían llegar a adultas con un juego de peor calidad. Pero no es así. Al menos, eso es lo que dicen los estudios que se han realizado al respecto. El juego de las mujeres puede ser diferente, con respecto al de los hombres, pero no es peor. Por lo tanto, los motivos por los que es un deporte con menos jugadores, son en buena parte otros.
El fútbol femenino es un deporte de calidad
Este mismo año se han presentado los resultados de un estudio realizado por la compañía sueca Spiideo y compartido por The Telegraph, con motivo del Mundial de Fútbol Femenino.
En él, un equipo de estadísticos han analizado los datos disponibles sobre los últimos grandes campeonatos de fútbol, tanto masculino como femenino, con el objetivo de establecer una diferenciación en sus jugadas.
Así, vieron que hay tres factores principales que distinguen el fútbol femenino del masculino. El primero es que las mujeres son más arriesgadas con los pases. En la última Eurocopa Femenina, la media de longitud de los pases fue de 3,7 metros, mientras que en el Mundial Masculino la media se situó en torno a los 2,5 metros.
Por otro lado, no solo hacen pases más largos, sino que también acortan el tiempo de posesión individual. Interactúan más con sus compañeras, aumentando el riesgo, que fue de un promedio del 23% en el fútbol femenino y del 21% en el masculino. Pero, si hay un dato que diferencia notablemente a las futbolistas de sus colegas masculinos es que ellas cometen muchas menos faltas. De media, los autores de esta investigación encontraron 27,7 faltas en los partidos de fútbol masculino, frente a 20,1 en el femenino. Esto hace que las jugadas sean más largas cuando juegan mujeres, porque no pasan tanto tiempo en el suelo.
Partidos más emocionantes
Ese mismo estudio sueco demostró que los partidos de fútbol femenino podrían calificarse como más emocionantes. No solo por tener jugadas más largas y arriesgadas, con más pases y menos faltas. También porque tienen un 30% menos de posibilidades de terminar en empate.
Buenas jugadoras, a pesar de las circunstancias
Ya hemos visto que el fútbol femenino es un deporte de calidad. Que los partidos son emocionantes y las jugadoras se arriesgan, no por inconsciencia, sino porque pueden.
Pero es innegable que están mucho menos preparadas que los hombres, y eso es claramente por un sesgo de género. En 2022, se llevó a cabo un estudio con futbolistas de Europa, Estados Unidos y América del Sur. Había en total 170 jugadores y jugadoras, que tuvieron que completar una encuesta online con preguntas dirigidas a evaluar sus entrenamientos. Es cierto que fueron pocas personas y sería interesante reproducirlo con más participantes. Aun así, encontraron datos llamativos.
El primero fue que las mujeres solían recibir menos sesiones semanales de fuerza y acondicionamiento. Una media de 1,6 sesiones, frente a 2,3 para los hombres.
También vieron que en fútbol femenino se hacían menos sesiones de levantamiento de pesas, algo que se ha visto que resulta muy útil para el desempeño posterior durante el juego.
Además, los entrenadores de fútbol femenino solían tener menos experiencia que los que entrenaban a hombres. Todo esto lleva a que las mujeres tengan una peor preparación en lo referente a fuerza y acondicionamiento.
Esta es una gran traba, pero no es la primera que tienen que atravesar las mujeres. Y es que, desde que son niñas, el acceso al fútbol es mucho más complicado para ellas. En un estudio publicado en Inglaterra en 2022, se manifiesta una clara diferencia en este sentido. Pero no solo en Inglaterra, pues se incluyen declaraciones de personas de entre 20 y 30 años de varios países, incluyendo España, que relatan cómo las niñas tenían más trabas para jugar al fútbol que los niños, cuando eran pequeñas.
Los goles en el fútbol femenino
Este mismo año, un equipo de investigadores, encabezados por Carlos Gómez González, de la Universidad de Zürich, realizó un estudio dirigido a buscar sesgos de género en la percepción que tiene la sociedad sobre el fútbol.
Para ello, mostraron a 613 participantes, hombres y mujeres, una serie de imágenes de goles logrados en campeonatos mundiales de fútbol femenino y masculino.
La mitad de los participantes vieron los vídeos tal cual estaban. Mientras tanto, a la otra mitad se les mostraron borrosos, de manera que no podían distinguir a la persona que metía el gol. Así, vieron que en los vídeos no borrosos la evaluación sobre el rendimiento fue significativamente mayor cuando el gol lo metía un hombre. En cambio, en las imágenes borrosas no hubo ninguna diferencia.
Eso indica que, cuando se habla de que el fútbol femenino tiene menos seguidores porque las jugadas son de peor calidad, hay un claro sesgo de género con un origen fundamentalmente social. Y es que, a pesar de tener dificultades para acceder al fútbol cuando son pequeñas, entrenadores con menos experiencia, entrenamientos más pobres y hasta la pena de soportar besos para los que no han dado permiso, las jugadoras de fútbol son grandes deportistas. Arriesgadas en las jugadas, buenas compañeras y legales. Si ese no es un motivo para ver el fútbol femenino y celebrar la victoria de la Selección Española, a lo mejor deberíamos frotarnos en el hombre. Porque ahí se ve asomar un poquito de machismo.