Hay quien opina que el inglés británico es más bonito y fácil de entender, mientras que el americano suena más tosco. Otras personas opinan lo contrario. ¿Pero qué pasa con el acento de la Antártida? Sí, puede parecer que estamos de broma. ¿Cómo va a haber un acento propio de un lugar deshabitado? Pero lo cierto es que sí, según un nuevo estudio, el acento de la Antártida existe.

Es un lugar deshabitado en el sentido de que no hay asentamientos humanos fijos, ni nacen personas allí. Pero sí que hay campamentos de investigación. En invierno, suelen vivir allí alrededor de 1.000 personas, una cifra que en verano se eleva hasta las 5.000. Los científicos que viajan hasta allí en invierno suelen pasar largas temporadas, interactuando entre ellos. Por eso, un equipo de científicos de la Universidad Ludwig-Maximilians de Múnich ha estado analizando la forma de hablar de 11 personas de diferentes nacionalidades, residentes en la Antártida.

Durante dos años se hicieron grabaciones de su acento inicial y periódicamente. Así, se vio que poco a poco iban cambiando, posiblemente por una retroalimentación de todos ellos. Pero lo más curioso es que hubo muchos factores en común. No es que a un inglés se le pegase el acento de un alemán. Al finalizar el estudio todos tenían una nueva forma de hablar, reconocible y con muchos factores en común: el acento de la Antártida.

¿Cómo es el acento de la Antártida?

En el estudio participaron once personas que residen en la Antártida en invierno. Ocho eran nacidos en Inglaterra, pero con distintos acentos, por ser del norte y del sur, otra era del noroeste de Estados Unidos, la décima de Alemania y la última de Islandia.

Se realizaron grabaciones de su voz justo al inicio del estudio y, después, otras cuatro grabaciones, aproximadamente cada seis semanas. Así, se vio que sus acentos se fueron modulando hacia un acento común que se caracterizaba, por ejemplo, por pronunciar vocales más largas. También hubo factores comunes como un cambio en la pronunciación del sonido ou, que se encuentra en palabras como flow. Normalmente lo decían desde la parte de atrás de la garganta. Sin embargo, con el acento de la Antártida, pasaron a pronunciarlo en la parte delantera de su boca.

Todos estos cambios fueron ligeros, pero consistentes. Tanto como para poder predecirlos un modelo computacional. Cabe destacar que los algoritmos de inteligencia artificial no solo sirven para hacer predicciones. Dado que su papel es encontrar patrones, también pueden ver hasta qué punto dos factores están relacionados. Y, en el caso del acento de la Antártida, parece que está claro.

acento de la Antártida
Los científicos de la Antártida pasan mucho tiempo interaccionando entre ellos, aislados de otras personas. Crédito: Cassie Matias

Una pequeña muestra de lo que pasó en América

Los autores de este estudio consideran que el acento de la Antártida es un ejemplo, en un escenario muy pequeño, de cómo ha evolucionado el lenguaje a lo largo de la historia.

Por ejemplo, sería comparable a lo que pasó con los ingleses que colonizaron las Américas, y pasaron del acento británico al americano. Fue el resultado de un aislamiento de la mayoría de sus compatriotas ingleses, junto a la confraternización, tanto con los indígenas que allí vivían como con otros europeos que se desplazaron hacia el Nuevo Continente.

Esto, lógicamente, ocurrió a una escala mucho más rápida, pero demuestra lo que puede pasar a medida que sigamos colonizando nuevos escenarios. ¿Quién sabe? Quizás, en un futuro, cuando escuchemos a alguien hablar, nos fastidie lo difícil que es entender su marcado acento de la Luna.