Tras su último aterrizaje, que tuvo lugar en 2011, el transbordador espacial Endeavour volverá a elevarse con sus 20 pisos de altura, aunque esta vez no despegará. Se ensamblará por primera vez fuera de unas instalaciones de la NASA, como parte de una exposición en el Centro Aéreo y Espacial Samuel Oschin, cuya inauguración tendrá lugar el próximo 20 de julio.

No es la primera vez que el Endeavour forma parte de una exposición. De hecho, hasta ahora había permanecido expuesto en el Centro de Ciencias de California. Sin embargo, ahí estaba tumbado. Levantar un cohete tan alto no es sencillo, sobre todo si no se encuentra en unas instalaciones dispuestas para ello y, especialmente, si el objetivo no es lanzarla luego al espacio. Aun así, el Centro Samuel Oschin quiere inaugurarse por todo lo alto. Literalmente.

Fueron 20 años los que el transbordador estuvo en activo. Desde luego, se merece una buena jubilación. Pero, como buena estrella de la exploración espacial, durante su retirada podrá ser admirado por todas aquellas personas que quieran ver de cerca cómo fue aquel vehículo que catapultó hasta el cielo algunas de las misiones más importantes de la historia espacial.

El nacimiento del Endeavour

Tras el trágico accidente de 1986 del Challenger, que acabó con la muerte de toda su tripulación, la NASA se encontró con la necesidad de construir un nuevo transbordador espacial. Obviamente, la mayor pérdida fue la de las siete vidas humanas que perecieron poco después del lanzamiento. No obstante, la agencia espacial se había quedado también sin un vehículo que impulsara sus misiones espaciales.

Inicialmente se pensó en reformar el Enterprise, pero no era económicamente viable. Por eso, en 1987 se proyectó la construcción del Endeavour. Se lanzó por primera vez en 1992 y estuvo en activo hasta 2011, realizando un total de 25 misiones, que incluyeron, entre otras, el despliegue de 3 satélites, un acople a la estación rusa MIR y 12 acoples a la Estación Espacial Internacional. Incluso acompañó al Hubble en su viaje inicial de la Tierra al espacio.

La primera de sus misiones fue precisamente el despliegue de un satélite de comunicaciones, justo después de capturarlo: el INTELSAT VI. Poco después, en septiembre de 1992, llevó al espacio por primera vez a una mujer afroamericana, la astronauta Mae Jemison. Los hitos del Endeavour han sido muchísimos, pero ahora le toca descansar. Aunque para ello vuelva a erigirse en una atractiva exhibición.

Endeavour
Hasta ahora, el Endeavour se había expuesto en horizontal.

Un montaje desafiante

Los centros de ensamblaje de la NASA, así como de otras agencias espaciales, están dotados para construir naves espaciales de todo tipo y dejarlas listas para su lanzamiento. Sin embargo, dado que el Endeavour no volverá a salir de nuestro planeta, el ensamblaje de sus piezas esta vez no ocurrirá en unas instalaciones espaciales.

Montarlo en horizontal, como ha estado en California, es relativamente sencillo, pero esta vez quieren ir un paso más allá. El proceso será el siguiente:

Primero se instalarán los faldones de popa, que son un par de segmentos con forma de falda, ubicados en la base de los impulsores sólidos del cohete. Después colocarán los motores y, a continuación, apilarán sobre ellos el tanque externo. Finalmente, llega el turno del orbitador y ya estaría todo listo. Estos últimos pasos se realizan con una grúa para poder llegar a lo más alto. Y es que, en total, el Endeavour mide 61 metros de altura. 

La fecha de estreno

Los fans del Endeavour podrán verlo de cerca, como si estuviese preparado para su lanzamiento, a partir del 20 de julio. Según cuentan desde la agencia de comunicación encargada de anunciar la exposición, se ha elegido esta fecha por ser el Día de la Exploración Espacial. Sin embargo, hay cierto conflicto con esta fecha.

Y es que el día elegido por las Naciones Unidas como Día Internacional de los Vuelos Espaciales Tripulados y, por extensión, de la exploración espacial, es el 12 de abril. Fue ese día, en 1961, cuando el ruso Yuri Gagarin protagonizó el primer viaje espacial con un ser humano a bordo. 

Sin embargo, en Estados Unidos celebran el día de la exploración espacial el 20 de julio, pues fue entonces cuando, en 1969, el astronauta estadounidense Neil Armstrong se convirtió en el primer ser humano en poner un pie sobre la Luna.

Será ese día cuando se inaugure el Endeavour. Dejando a un lado cuando debería celebrarse el Día de la Exploración Espacial, está claro que tanto el de Gagarin como el de Armstrong fueron dos grandes logros que sentaron las bases para una carrera espacial sólida, repleta de hombres y mujeres, de diferentes países y culturas, que han logrado llevar al ser humano hasta mundos inimaginables. Eso es lo que debemos celebrar. 

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