Netflix estrenó recientemente Challenger: el último vuelo, una docuserie que revive la tragedia de la misión Challenger, ocurrida el 28 de enero del 1986. Es probable que los menores de 30 o incluso 35 años no hayan escuchado de este evento, sin embargo, marcó un antes y un después en las misiones de los transbordadores de la NASA. Así como en la historia de la exploración espacial en sí.

A propósito del próximo 35 aniversario del accidente a conmemorarse en 2021, Netflix lanzó en su plataforma este conmovedor documental dirigido por Steven Leckart y Daniel Junge. Además, fue producido por el mismísimo J.J. Abrams, junto a Glen Zipper, Ben Stephenson, Rachel Rusch Rich y Sean Sean Stuart.

Los creadores del documental han comentado en entrevista que para ellos la tragedia del Challenger fue un momento que los tocó directamente. Para muchos se trata de un recuerdo doloroso que conmocionó a la sociedad, y no solo la estadounidense, sino al mundo entero. Por otro lado, los directores de Challenger: el último vuelo declararon que, cuando comenzaron a investigar sobre el tema, descubrieron que muchos no recordaban los nombres de los astronautas. Por ejemplo el de la maestra Christa McAuliffe.

Y es que Christa McAuliffe fue parte de la tripulación que pereció al estallar el transbordador Challenger poco después de haber despegado. Ella fue una maestra admitida en la misión como parte de una estrategia del gobierno y la NASA de involucrar a civiles en los vuelos para interesar al público en las misiones espaciales. Incluso la misión STS-51L, como es su nombre oficial, se conoció popularmente en la víspera como el "Viaje espacial de la maestra".

Challenger: el último vuelo, una docusierie entrañable

Sin duda, los creadores de esta serie documental usan el hilo conductor perfecto para mostrar la trágica historia de la misión. En Challenger: el último vuelo encontraremos testimonios de todos los frentes de esta complicada y dolorosa historia. Por los familiares sobrevivientes de los astronautas conoceremos los sueños, los anhelos, los temores de cada persona de la tripulación que murió en el accidente. Se dan a conocer fotografías y grabaciones originales de ellos, hablan sus esposas, esposos e hijos. Un material de primera mano que resulta conmovedor.

Sin embargo, Challenger: el último vuelo no solo se aboca a conmemorar a los astronautas, sino que nos muestra el otro lado de la moneda. Es decir, a los encargados de la NASA, del gobierno y los proveedores de la agencia espacial que estuvieron involucrados en la serie de factores que llevaron al Challenger a su trágico destino.

No debió ser fácil reunir todo el material que se presenta en este documental de 4 episodios que conforman Challenger: el último vuelo. Los encargados de confeccionarlo demuestran en el tratamiento de su historia un equilibrio que se agradece. Es decir, presenta material de archivo sorprendente, recreaciones muy bien cuidadas y pertinentes, así como los testimonios adecuados en el momento justo. A lo largo de los cuatro capítulos se va revelando no solo la historia conocida, sino que es presentada con gran respeto y, al mismo tiempo, con una habilidad narrativa que nos atrapará. Tan solo al empezar el primer episodio será imposible apartarnos de la pantalla.

El legado de los transbordadores

El programa de los transbordadores de la NASA dio inicio en 1981 y finalizó en 2011, con un total de 135 misiones. En dichas misiones, fueron lanzados satélites, sondas interplanetarias, así como el mismísimo Telescopio Espacial Hubble. También participaron en la construcción y servicio de la Estación Espacial Internacional. El Challenger fue uno más de los orbitadores de programas como el Enterprise, Columbia, Atlantis, Discovery y Endeavor. El vuelo STS-51-L del Challenger fue el tercero de la aeronave.

Debemos recordar que los avances de la tecnología espacial han evolucionado en las últimas décadas a pasos agigantados. Así que una de las riquezas documentales de Challenger: el último vuelo es precisamente mostrar la tecnología de mitad de los ochenta, así como del entorno social y político que, como todo evento histórico, tuvieron su parte en esta historia que terminó de forma trágica.

Tras el accidente del Challenger, las misiones de los transbordadores no cesaron, como podemos ver. Pero sí que cambió para siempre las misiones. En primer lugar, exigió una revisión exhaustiva de la tecnología utilizada para la propulsión de las aeronaves. Este punto es muy importante, porque el documental presenta material histórico sumamente valioso. Explica la revisión que hizo el gobierno a la NASA y a sus procedimientos, los resultados del peritaje y como esto afectó las misiones, pero también a las personas, no solo a los deudos, sino a toda la sociedad.

Un documental impecable

Así pues, este documental se vuelve uno más de los que Netflix tiene en su catálogo bajo la etiqueta "Originales" que valen muchísimo la pena. En este sentido, la plataforma ha confeccionado o se ha hecho con los derechos de distribución de películas documentales maravillosas y sorprendentes. Challenger: el último vuelo es sin duda uno de ellos. Cada episodio es un recorrido que merece la tripulación que dio su vida en la trágica misión, pero también sus personas queridas y aquellos que resultaron responsables del accidente.

Además de su gran calidad y agilidad narrativa, presume su pertinencia histórica y su impecable edición. Challenger: el último vuelo es muy sorprendente en todos los sentidos y, para muestra, su música fue realizada por Jeff Beal, el encargado de musicalizar la —a pesar de todo— inolvidable House of Cards.

Challenger: el último vuelo ya se encuentra disponible para todos los suscriptores de Netflix desde el pasado 16 de septiembre de 2020.

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