Lo primero que recuerda Tyler Rake 2, de Netflix, es que Tyler Rake (Chris Hemsworth) estuvo a punto de morir. En la película original, estrenada en 2020, parecía que su fallecimiento era un hecho. Por lo que la secuela, también dirigida por Sam Hargrave, emplea más de diez minutos en explicar cómo sobrevivió. La decisión es acertada en la medida en que el guion de Joe Russo intenta crear un aire de verosimilitud para demostrar que el mercenario australiano es algo más que una caricatura de un héroe de acción. 

Un elemento que sostiene buena parte de un guion sencillo, pero que avanza con fluidez en una historia que se plantea sin rodeos. Tyler, ya recuperado de sus heridas, decide alejarse de todo escenario violento. Hasta que su pasado —que el argumento esboza sin entrar en detalles, pero que humaniza al personaje— le pone de nuevo en acción.

Un contacto sin nombre (Idris Elba) tiene una misión para él; una que solo Tyler puede llevar a cabo. Entrar en una cárcel en Georgia, rescatar a la familia cautiva de un jefe mafioso y cruzar el mar Negro. Todo sin bajas, con garantías de supervivencia y sin ayuda de ningún gobierno. Mucho menos, del misterioso grupo que lo contrata. Y, lo que es aún peor, con el hermano de su posible víctima, y líder de un grupo criminal con aires de culto religioso, pisándole los talones.

Tyler Rake 2

La segunda entrega de Sam Hargrave reformula con éxito el conocido tópico del ejército de un solo hombre en el cine de acción. El personaje de Tyler Rake (Chris Hemsworth) es la encarnación de la fuerza y la habilidad, pero conserva un rasgo humano. Algo que se aprecia en su nueva misión mientras el guion de Joe Russo explora en la figura del mercenario australiano. El héroe debe entrar en la cárcel y rescatar a un grupo de rehenes mientras una secta pseudo religiosa le persigue sin descanso. El argumento intenta alejarse de los clichés más obvios y alcanza una precisión narrativa poco usual en películas del género. El resultado es una película inteligente, un experimento narrativo bien planteado y con un apartado visual deslumbrante. Para su final, insinúa una saga que puede convertirse en la próxima gran franquicia de acción de Netflix.

Puntuación: 4 de 5.

Un recorrido desconocido hacia el peligro

Por supuesto, todo lo anterior se combina cuando Tyler se embarca sin dudarlo en la travesía. Es entonces cuando Tyler Rake 2 demuestra que, a pesar de plantear el habitual tropo del ejército de un solo hombre, se toma algunas licencias. Tyler no trabaja solo. Su equipo, formado por Yaz (Adam Bessa) y Nik Khan (Golshifteh Farahani), tiene una considerable importancia en su desempeño.

Además, es fundamental para comprender su figura como parte de algo más grande. A diferencia de otros personajes semejantes, Tyler tiene una misión táctica. El guion analiza aquello que, más allá de sus sentimientos o su contexto, le relaciona directamente con los hechos. Este experto, entrenado en el uso de armas, peleas y maneras de matar, tiene un objetivo claro. Que la familia que traerá de vuelta son rehenes y que, por tanto, no son solo nombres en su hoja de servicio.

Es indudable que la intención de brindar profundidad a una figura por necesidad bidimensional es ambiciosa. Pero Tyler Rake 2 lo logra a medias al explorar en la posibilidad de que Tyler arriesgue su vida, no por ideales difusos o una obligación profesional. El escenario que se plantea es que el mercenario conoce sus límites, pero también sus fortalezas. Como saber que su presencia no es casual y que es el elemento clave de un rescate violento, casi imposible y probablemente destinado al fracaso.

Tyler Rake 2, visualmente asombrosa

No obstante, una vez que Tyler Rake 2 entra su segundo y vertiginoso tramo, sus escasas habilidades narrativas menguan en favor de lo visual. El director de fotografía, Greg Bald, hace énfasis en las posibilidades que le permiten los distintos escenarios en que se mueve el personaje.

De modo que, utiliza los planos secuencia —un recurso que ya usó en la anterior entrega Newton Thomas Sigel— para conectar la trama. Desde las oscuras profundidades de una cárcel de Europa del Este, donde la cámara se mueve entre luchas cuerpo a cuerpo y disparos, hasta un tren en marcha. Las tomas se alargan en una sucesión que destaca la iluminación y el uso de, al menos, tres cámaras. Algo que recuerda a John Wick 4, de Chad Stahelski.

Chris Hemsworth como Tyler Rake en Misión de rescate 2
Chris Hemsworth como Tyler Rake en Misión de rescate 2 /Netflix © 2023

Pero los continuos enfrentamientos de Tyler Rake 2 carecen de la belleza estética y coreográfica de la saga protagonizada por Keanu Reeves. El director lo compensa creando la sensación de agobio al seguir en tiempo real a sus protagonistas. Quizás, por ese motivo, la fluidez visual sea una proeza que logra unir el argumento incluso en sus momentos más desordenados. Para cuando Tyler cumple su peligrosa misión, debe lidiar con sus consecuencias. Un ejército de narcotraficantes con un sentido casi místico de la necesidad de recuperar a los sobrinos de su líder irá en su búsqueda.

Un final que sugiere una tercera entrega

Tyler Rake 2 alcanza su punto más alto cuando Tyler y su equipo se enfrentan a todo tipo de asesinos, dispuestos a morir por el bien del grupo que integran. Una idea curiosa que convierte a cada figura con un arma en la mano en un peligro imparable. El guion se esfuerza entonces por mostrar que este héroe que no quiere serlo también es un ser humano. Un punto que no elabora demasiado —resolviéndolo en unas cuantas secuencias sensibleras— y que, de hecho, debilita lo planteado anteriormente.

A pesar de eso, Tyler Rake 2 es una notoria evolución en el género de acción. Mejor lograda y con mayor coherencia narrativa que otros relatos semejantes, logra destacar creando su propia identidad visual y la de su singular protagonista.

Tal vez por eso, Tyler Rake 2 logra mantener su coherencia en un final que deja la puerta abierta para una continuación directa que, presumiblemente, completará la actual entrega. ¿Se trata de un gesto de absoluta confianza de Netflix en el éxito de la película? Con una primera entrega convertida en una de sus producciones más vistas, es evidente que la plataforma anuncia lo inevitable. La historia de Tyler no ha hecho más que empezar.