El MacBook Air con pantalla de 15 pulgadas es un sueño hecho realidad. Lo afirmo a título personal, pero también con la convicción de que serán muchos los que compartan tal enunciado.
Quizá parezca una frase excesivamente positiva si tenemos en cuenta que este ordenador es el mismo que conocimos hace un año pero con una pantalla de mayores dimensiones. Sin embargo, en ocasiones, esas variaciones aparentemente pequeñas pueden resultar trascendentales. Y eso es lo que he sentido tras utilizarlo durante varios días como ordenador principal.
Con esto no quiero desmerecer ni mucho menos al MacBook Air de 13 pulgadas. En mi día a día convivo felizmente con dos, de hecho. Pero, aunque en ocasiones agradezca sus menores dimensiones, es cierto que, de haber tenido la opción, probablemente me hubiese inclinado por un equipo con una pantalla algo más grande.
El problema es que, hasta ahora, esa posibilidad no existía. El único ordenador portátil de Apple con una pantalla de grandes dimensiones era el MacBook Pro de 16 pulgadas. Un equipo fascinante, sin duda, pero también excesivamente potente y costoso en relación a mis necesidades. Por alguna razón, la marca había decidido dejar vacío ese hueco de ordenador portátil con pantalla grande y para las masas que tantos –entre los que me incluyo– demandan.
Afortunadamente, como bien es sabido, la situación ha cambiado tras la WWDC. Apple, ahora sí, ha decidido posicionarse en ese segmento de mercado con el primer MacBook Air de 15 pulgadas de la historia. Y, como decía al inicio de este texto, es un sueño hecho realidad.
MacBook Air 15" con chip M2
El MacBook Air de 15 pulgadas con procesador M2 es un ordenador excelente. Chasis de gran calidad, potente, eficiente, atractivo... Ningún otro equipo está a su altura en calidad global. Y ahora, además, se puede comprar con una pantalla aún más grande.
La vida con un MacBook Air de 15 pulgadas
El aspecto del MacBook Air de 15 pulgadas es idéntico al del MacBook Air de 13 pulgadas con procesador M2. Es decir: presenta una estética minimalista dominada por líneas rectas, superficies planas, elementos que se funden entre sí a la perfección y nada de elementos innecesarios. También prescinde del lateral progresivo de la generación anterior en favor de algo aún más simple: un perfil completamente rectangular.
El resultado es un equipo francamente atractivo. Extremadamente sencillo en su composición, pero sumamente bonito. Y esto es de elogiar, pues no siempre un producto minimalista equivale a un producto estético. Tienes que tocar las teclas correctas. Y Apple, para variar, ha sabido hacerlo.
También es importante hablar de la gama de colores. La unidad que he podido probar es la que Apple ha bautizado como “medianoche”, la cual es todo un acierto desde el punto de vista estético pero quizá no tanto en lo funcional. Y lo digo por una sencilla razón: las huellas dactilares quedan marcadas con muchísima facilidad tanto en las superficies interiores como en las exteriores. Si puedes sobrevivir con ello, adelante, es un acabado precioso; si no es el caso, te recomiendo entonces optar por alguna de las otras opciones.
En lo que respecta a tamaño y portabilidad, resulta innegable que la compra de este equipo conlleva un pequeño sacrificio en comparación con el modelo de 13 pulgadas. Sin embargo, la diferencia entre ambos no resulta en absoluto tan notoria como, por ejemplo, entre un MBA de 13” y un MBP de 16”. En este caso, hablamos de unos 250 gramos adicionales de peso, 0,02 cm extra de grosor y unos pocos centímetros adicionales tanto de ancho como de alto.
Ancho | Alto | Grosor | Peso | |
MBA 13” (M2) | 30,41 cm | 21,5 cm | 1,13 cm | 1,24 kg |
MBA 15” (M2) | 34,04 cm | 23,76 cm | 1,15 cm | 1,51 kg |
Lo que obtienes a cambio de esa levemente menor portabilidad es una pantalla 1,7 pulgadas más grande. ¿Merece la pena el sacrificio? Eso es algo que cada uno tendrá que responder en relación a sus necesidades o preferencias. Si me preguntan a mi, la respuesta es un rotundo sí. Esas casi 2 pulgadas adicionales se agradecen bastante al trabajar con varias ventanas en simultáneo –usando Split-View, por ejemplo–, al ejecutar aplicaciones repletas de menús o, simplemente, para ver el contenido más grande –algo que las personas agradecen a partir de ciertas edades–.
Las mayores dimensiones también permiten la incorporación de un trackpad más grande, lo cual se agradece, aunque no resulte determinante –el del modelo de 13 pulgadas es de por sí bastante generoso–. También abre la puerta a una batería más grande, aunque la duración de la misma, en mis pruebas, ha sido similar a la del equipo anterior –la pantalla de mayores dimensiones también consume más energía–.
Una autonomía salvaje
En lo que respecta a autonomía, de hecho, este MacBook Air con procesador M2 es, sin duda, excelente. He podido completar una jornada de trabajo, llegar al día siguiente a la oficina, seguir utilizando el equipo durante varias horas y, hasta la hora de la comida, no ver el aviso de “batería baja”. Es decir: una autonomía real de unas 12-14 horas, con varias adicionales en reposo.
Evidentemente, si ejecutas aplicaciones exigentes como Lightroom o Premiere Pro, esas cifras se vienen abajo tanto como demandes a la máquina. Pero haciendo un uso de oficina estándar –en mi caso, combinando Slack, Microsoft Teams, Chrome con múltiples pestañas abiertas y Spotify en segundo plano– se obtienen las cifras indicadas previamente sin esfuerzo, modos de ahorro o reducciones en el brillo de la pantalla.
Y hablando de pantalla: más allá de las 15 pulgadas, el panel que monta el MacBook Air, como suele ser habitual en la marca, es fantástico. No es el más vanguardista en cuanto a prestaciones –ese galardón está reservado para los MacBook Pro–, pero sí entrega una gran experiencia en lo que respecta a brillo (hasta 500 nits), representación de color, densidad de píxeles, etc.
¿Realmente importa el notch?
Muchos se preguntarán cuál es mi opinión sobre el notch que habita en la parte superior de la pantalla. La mejor forma de ejemplificarla es que casi olvido hablar del mismo en esta reseña. Te fijas en él las primeras horas con el portátil. Después, pasa completamente desapercibido. Exactamente igual que ocurrió con el iPhone.
Y sí, la solución idílica, efectivamente, sería ocultar la cámara web tras la pantalla, pero la tecnología necesaria para lograrlo está aún un poco verde. Existen prototipos e incluso dispositivos comerciales que coquetean con estas técnicas, pero los resultados aún están lejos de ser perfectos. Mientras tanto este notch es una solución perfectamente válida para incrementar el tamaño de la pantalla sin tener que aumentar la superficie total del dispositivo en la misma magnitud.
La cámara web que habita en el notch, en líneas generales, cumple con lo que se espera de ella. El extra de resolución respecto a los 720p del modelo con chip M1 es muy bienvenido, así como los algoritmos de imagen computacional. Eso sí: no esperes quedar fascinado por su calidad. Es más que suficiente para tener reuniones diarias, pero no llega a la calidad que puede ofrecer un iPhone moderno o una cámara web dedicada.
El MagSafe es clave
En lo que respecta a conectividad, este MacBook Air llega con tecnologías inalámbricas como el Wi-Fi 6 o el Bluetooth 5.3. También llega con cuatro puertos físicos: un jack de 3,5 milímetros compatible con auriculares de alta impedancia, un conector MagSafe de última generación –¡menos mal!– y dos puertos USB-C compatibles con Thunderbolt / USB 4. Estos dos puertos, si se desea, también se pueden utilizar para recargar la batería del equipo, lo cual es de gran utilidad en muchas situaciones.
Es posible que alguno se pregunte: ¿es suficiente esta selección de puertos? Considerando el público objetivo del equipo, sí, se podría afirmar que la conectividad presente en el MacBook Air de 15 pulgadas es más que suficiente. Evidentemente, siempre existen excepciones. Yo mismo he echado en falta un lector de tarjetas SD integrado en este equipo. Sin embargo, reconozco que el grueso de personas que valoran la compra de un ordenador como este no usarán tal tipo de almacenamiento de manera frecuente.
La inclusión del MagSafe, por otra parte, tiene un beneficio secundario que va más allá de la conveniencia del propio conector: los dos puertos USB-C quedan 100% libres incluso si el equipo está conectado a la corriente, algo que no era posible con el modelo con chip M1.
En los días que he utilizado el MacBook Air de 15 pulgadas no sabéis cuánto he agradecido la liberación de ese puerto USB-C. En mi día a día utilizo el Mac conectado a la corriente y junto a un monitor externo. Eso, en el MacBook Air con chip M1 supone quedarme sin puertos libres. Con este nuevo modelo, en cambio, quedaría un USB-C libre para, por ejemplo, conectar un lector de tarjetas SD externo para importar imágenes o el Magic Keyboard (cuando se agota su batería).
El chip Apple Silicon brilla como siempre
¿Y cómo rinde el procesador M2 en este MacBook Air de 15 pulgadas?, se preguntarán. Pues igual que en el modelo 13 pulgadas. Y eso son noticias excelentes. Es un chip realmente rápido en todas las tareas cotidianas, pero también se puede enfrentar a tareas más exigentes –como editar vídeo en Premiere Pro– con soltura. Y todo ello, además, manteniendo una fantástica eficiencia energética (palpable tanto en la generación de calor como en el consumo). Ningún equipo de la competencia ofrece esta combinación de potencia, eficiencia energética y silencio.
En tareas que requieren que el equipo funcione a pleno rendimiento durante un periodo de tiempo extendido, no obstante, sí he detectado una leve diferencia respecto al modelo de 13 pulgadas. La versión de 15 pulgadas, por su estructura interna, parece disipar algo mejor el calor, lo que le permite arañar algo más de rendimiento en esas situaciones límite. Se trata de una diferencia menor, eso sí. Al fin y al cabo, este equipo no tiene un ventilador que oxigene el interior del equipo de manera activa.
Apuntes finales
- El teclado del MacBook Air, como el de otros equipos de Apple recientes, es realmente bueno. Un gusto escribir con él. También es completamente fiable ahora que la marca ha abandonado definitivamente el mecanismo de mariposa.
- De igual manera, el trackpad es de los mejores de su clase. Grande, muy preciso, con retroalimentación háptica y buen tacto... No se puede objetar nada. Aunque esto no es una sorpresa considerando el histórico de la marca.
- En lo que respecta a biometría, este equipo tiene un lector de huellas Touch ID en la esquina superior derecha del teclado. Este se combina con los diferentes elementos de seguridad del chip M2 para proteger al máximo la información almacenada en el Mac. Eso sí: un MacBook con Face ID sería ir un paso más allá en cuanto a facilidad de uso. Esperemos que llegue pronto.
- Este MacBook Air no tiene ventilador, por lo que es 100% silencioso. Apple siempre quiso hacer un equipo así, pero el rumbo de los procesadores Intel no lo permitía. Ahora, con Apple Silicon, sí.
¿Merece la pena el MacBook Air de 15 pulgadas con procesador M2?
El MacBook Air de 15 pulgadas es una compra maestra. Es más: si tuviese que comprar un ordenador en estos momentos, iría sin dudar a por este. Ningún equipo ofrece un equilibrio tan bueno entre potencia, calidad de acabados, portabilidad, ecosistema, experiencia, etc.
La única alternativa real es el MacBook Air de 13 pulgadas, que ofrece la misma experiencia en un tamaño más reducido y, también, a un precio algo menor. Para mi, pagar algo más para tener una pantalla más grande tiene todo el sentido del mundo, pero es importante hacer énfasis en que se trata de una decisión completamente subjetiva. Muchos, por el contrario, preferirán el extra de portabilidad o, simplemente, ahorrar algo de dinero. En cualquier caso, que la mayor competencia de este ordenador sea su hermano menor demuestra lo bien que Apple lo está haciendo durante los últimos años.