Las olas de calor propias no solo nos dejan exhaustos y más propensos a comportamientos agresivos. Además de esto, también afectan a la forma en la que funcionamos durante el día a día, en tareas de cualquier nivel, incluyendo la conducción. Durante estos periodos de temperaturas extremas, puede convertirse en un infierno si las condiciones están dadas. Por esto, si quieres asegurarte un poco de comodidad en estas olas de calor, estas son algunas de las recomendaciones de la DGT.
¿Cuándo deberías tener en cuenta estas recomendaciones? Si bien son aplicables a cualquier momento, son más que aconsejables cuando el termómetro marca más de 35 grados. Es decir, al estar en presencia de una ola de calor como la que está atravesando México, España y otros países del mundo.
Recomendaciones de la DGT para conducir durante las olas de calor
Durante los primeros 45 minutos de exposición al sol, el habitáculo del coche puede llegar a sumar veinte grados más a la temperatura ambiente. Así, en los peores momentos de una ola de calor, la DGT proyecta un rango que oscilaría entre los 50 y 70 grados celsius. Por esto, siempre será buena idea mantener el vehículo con la climatización encendida.
Un truco para asegurar el buen enfriamiento de tu coche durante las olas de calor es abanicar con la puerta del conductor mientras la del copiloto está cerrada y con la ventanilla abajo. Con esta fórmula puedes restar hasta 10 grados a la temperatura interior del vehículo.
Cuando se hayan disipado las altas temperaturas en el interior del vehículo, puedes proceder a encender el aire acondicionado del mismo. Lo ideal es mantenerlo entre los 22 y los 24 grados. La DGT asegura que, de esta forma, evitas que tu cuerpo se enfrente a cambios bruscos de temperatura con respecto al exterior producto de la ola de calor. Por otro lado, procura que los chorros de aire de las rejillas apunten lejos de la cara y el pecho.
¿Tienes que conducir durante largas horas en una ola de calor? Sigue este consejo
En caso de que, en lugar de un trayecto corto hasta el trabajo, debas conducir por varias horas, la DGT ofrece algunas recomendaciones a tener en cuenta para mantenerte seguro a ti y a quienes te acompañan durante estas olas de calor. La primera de ellas es descansar debidamente.
Se recomienda parar cada dos horas de recorrido —o 200 km— para airear el vehículo, hidratarte y relajarte. Este descanso debe ser de al menos 15 minutos. Además, te sirve para comprobar tu estado físico, ya sea que te estés comenzando a sentir fatigado o somnoliento, algo normal durante las olas de calor, afirma la DGT. En cualquiera de estos casos, lo mejor es dormir.
Para librarse de la fatiga y la somnolencia, es recomendable ingerir alimentos ricos en proteínas y vitaminas, así como evitar las grasas. Somos más propensos al cansancio cuando comemos este último tipo de comidas, lo que se suma al agotamiento propio de las olas de calor.
La última hora de conducción es donde hay más propensidad a sufrir accidentes. Es en este momento cuando la ansiedad por llegar al destino está más alta, así como también la fatiga acumulada del viaje. Durante esta ventana de tiempo estas recomendaciones son incluso más importantes.
Lo que deberías vestir para ir fresco y seguro en el coche
Lo ideal en este caso es llevar ropa cómoda y holgada. Por supuesto, ir en manga corta es ideal en estos casos. Las telas más recomendables para vestir son el algodón, la seda natural o lino. Este tipo de tejidos transpiran, lo que permite que el calor del cuerpo pueda liberarse y que no quede acumulado debajo de las prendas.
Evita a toda costa ir sin camiseta dentro el coche. Las olas de calor pueden provocar que algunas personas se quiten una que otra prenda en un intento de respirar, pero esto no es bien visto por la DGT. No obstante, aunque circular con el torso desnudo no está expresamente prohibido, puede llegar a costarte una sanción de 200 euros e incluso la pérdida de tres puntos en tu carnet de conducir.
En cuanto a las chanclas, también es mejor evitarlas. Aunque la ley tampoco prohíbe explícitamente el uso de este tipo de calzado, va en contra de algunos preceptos recogidos en el Real Decreto 1428/2003, del 21 de noviembre. Al no estar sujetas al pie, es muy fácil que se suelten o se enganchen a los pedales, lo que podría desembocar en un accidente. La DGT recomienda conducir usando calzado cómodo, pero que se sujete adecuadamente al pie, incluso en olas de calor.
Si bien no es ilegal llevarlas, la situación quedará en manos del agente, quien podría aplicar una multa de hasta 80 euros si considera que el calzado pone en peligro tu seguridad y la del resto de conductores.