“Han pasado 84 años”, comenzaba a hablar una envejecida Rose en una de las escenas de Titanic que más memes han propiciado. En ella, la mujer empieza su disertación cuando es preguntada sobre el Corazón del Mar, la joya con la que aparece en un retrato enterrado etre los restos del naufragio. Este collar del Titanic no es más que una gema ficticia, fruto de la imaginación de los guionistas de James Cameron. Sin embargo, recientemente se ha dado a conocer el hallazgo de un verdadero collar, sepultado en el amasijo de hierros y barro en el que se ha convertido el que un día se publicitó como un barco inhundible.

Este verdadero collar del Titanic es una joya de oro con un colgante formado por un colmillo de megalodón, un antiguo tiburón gigante, ya extinto. En su día, y también ahora, debió estar valorado en una ingente suma de dinero, por lo que debió de ser de alguno de los pasajeros de primera clase. Sin embargo, no hay constancia de quién pudo ser su propietario.

Por eso, los responsables de su hallazgo, que ha sido posible gracias al avance actual de las tecnologías de navegación submarina, esperan poder usar la inteligencia artificial para dar con esa persona y devolver el collar del Titanic a sus descendientes.

El hallazgo del verdadero collar del Titanic

Magellan es una empresa que se dedica a la elaboración de mapas de aguas profundas en diferentes zonas del mundo, incluyendo el naufragio del Titanic, ubicado en el océano Atlántico, a unos 685 km de la isla de Terranova, en Canadá. 

Durante el mapeo de esta zona tomaron más de 700.000 escaneos digitales de alta resolución, cuyo análisis llevó a un hallazgo sorprendente. Allí, sepultada entre los restos del trasatlántico, había una joya especialmente llamativa.

El primer pensamiento que nos asalta al observar la joya es por qué no han sacado el collar del Titanic del naufragio. Sin embargo, de momento no pueden hacerlo. Existe una normativa por la cual el público no puede extraer ningún objeto del naufragio. Sin embargo, desde Magellan esperan que se pueda hacer una excepción con esta joya para que se pueda devolver a sus propietarios.

Obviamente, estos ya no están vivos. No podemos olvidar que el hundimiento tuvo lugar en abril de 1912. No obstante, sí que podrían encontrar a sus descendientes.

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Un uso interesante de la inteligencia artificial

Para buscar a los posibles propietarios del collar del Titanic, los técnicos de Magellan cuentan con la inteligencia artificial. Un algoritmo de rastreo de imágenes podría analizar las fotografías que se conservan de las personas que subieron al barco, en busca de alguien que lleve puesta la joya.

En la película fue un dibujo a lápiz el que sacó a relucir la existencia de la joya y su propietaria. Ahora tenemos la joya, pero nos faltan las imágenes. Las tecnologías han avanzado mucho más que cuando se rodó la película. Y esto es la vida real, pero, ¿quién sabe? Quizás también exista una bonita historia de amor detrás del collar del Titanic y esta vez sí tenga un final feliz.