El pasado mes de abril Sony nos sorprendía con el anuncio de la cámara que todo creador de contenidos puede soñar con tener: la Sony ZV-E1. Esta busca traer lo mejor de la serie ZV, especialmente orientada a vloggers, junto a algunas características avanzadas de sus series S y R. Todo esto encapsulado en el formato compacto de su serie C. El resultado es la full-frame más liviana y compacta de la marca.

Pero detrás de esa combinación de esas características, lo que hay es una cámara pensada para ser usada primero para vídeo que para tomar fotos. Es decir, este es un dispositivo de video con la que, además, podemos tomar fotos. Y que causalmente tiene la forma física de una cámara fotográfica.

La hemos llevado de viaje para ponerla a prueba en la vida real. Sony logró todo lo que se proponía con la ZV-E1, a todas luces, la mejor opción para creadores de contenido en 2023.

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Diseño y características

El diseño externo de la ZV-E1 es elegante y moderno, con un cuerpo compacto y ligero que la hace fácil de manejar y llevar a cualquier lugar. La interfaz y los controles intuitivos de la cámara son fáciles de usar, y la pantalla táctil articulada es por supuesto fundamental para quienes se graban a sí mismos.

Una de las mejores características de esta Sony ZV-E1 es su sistema de objetivos intercambiables, que le da muchísima versatilidad. Esto nos permite capturar una variedad infinita de tomas, desde paisajes de gran angular hasta primeros planos de productos.

Utiliza el sistema de montura E, con los que Sony ofrece más de 70 objetivos compatibles, desde los 12 mm hasta los 1200 mm. Además de un gran abanico de lentes compatibles fabricados por otras marcas, hay opciones para todos los presupuestos.

Entre los aspectos más destacables de la Sony ZV-E1, encontramos los formatos de grabación de los que es capaz, dejando muy atrás a sus "hermanas" de la serie ZV, y acercándose más a una A7s iii, por ejemplo.

Es capaz de grabar en 4K a 60 cuadros por segundo. Además en junio habrá una actualización de software gratuita que le permitirá grabar en 4K hasta 120 fps, lo cual le dará la posibilidad de realizar llamativos planos en cámara lenta.

Hasta que llegue esa actualización, sí que se puede grabar en 120 cuadros por segundo, pero solo en resolución full HD o 1080p.

En cuanto al manejo de color, puede grabar en perfiles S-Cinetone y SLOG3, en hasta 10 bits 4:2:2 all-intra. También permite instalar LUTs personalizados directamente en la cámara y observar durante la grabación cómo quedará el aspecto final del vídeo. Incluso antes de la posproducción.

Otra característica sorprendente de la ZV-E1 es su capacidad de estabilización, que es asistida por inteligencia artificial. Funciona en cuatro diferentes modos: desactivada, estabilización estándar —que no hace ningún tipo de recorte visible—, Active Mode, que es más fluida y recorta poco, y Dynamic Active Mode, con un recorte más notable pero unos resultados sobresalientes.

Para tomas en movimiento, y especialmente para quienes graban en exteriores como los vloggers de viaje, combinar el Dynamic Active Mode con un lente gran angular es ideal. La calidad de imagen es tan fluida como si estuviésemos usando un estabilizador, pero sin tener que cargar ningún equipo adicional, eliminando peso y haciendo que el uso de la ZV-E1 sea muy cómoda.

Sony ZV-E1

Una cámara perfecta para ¿principiantes?

Ahora bien, muchos medios han definido a la ZV-E1 como la cámara ideal para creadores de contenidos "principiantes", un punto fundamental que amerita más análisis.

No es una cámara para alguien que está haciendo sus primeros vídeos y aún no se dedica profesionalmente a la creación de contenido. Para esas personas, la mejor cámara es la que tenga su móvil, con la cual puede explorar y aprender. Aunque, por supuesto, si la ZV-E1 está dentro del presupuesto, adelante.

Donde creo aplica el adjetivo de principiantes es para quienes son inexpertos en el mundo del vídeo, pero ya tienen una audiencia grande. Es decir: cocineros, carpinteros, viajeros, divulgadores científicos. Personas que vienen de otras especialidades, que se dedican profesional o semi-profesionalmente a hacer contenidos en vídeo, pero que no fue su formación inicial, no han tenido educación audiovisual formal, pero buscan la mejor calidad posible para sus videos.

Estos son algunos de los casos donde la Sony ZV-E1 es ideal, aunque, insisto, no es solo para ellos. Porque simplifica muchos conceptos, a veces más complejos, de la creación de video. Esto se manifiesta en un cambio de diseño de controles para un manejo más intuitivo.

Por ejemplo, no tenemos la típica rueda con siete de opciones para modos fotográficos, y un único ícono para el modo vídeo. En su lugar hay una sola perilla, con tres modos: foto, vídeo y S&Q (que podemos usar para hacer time-lapses o cámara lenta.

Otro ejemplo es el botón de “fondo borroso” o bokeh, que no es más que un ajuste rápido para cambiar la profundidad de campo en el objetivo. Con algo de conocimiento de cámara podemos ponerla en modo manual o prioridad de apertura, y hacerlo. Pero para quienes no tienen ese tipo de conocimiento, o simplemente quieren algo más rápido, este botón lo resuelve.

Lo mismo sucede con el botón de mostrar producto, que es un atajo para un cambio de autofoco mucho más rápido, sin tener que meternos en la configuración profunda de la Sony ZV-E1.

También está la función cinematic que configura todo rápidamente para que el vídeo tenga aspecto, como su nombre lo indica, “cinematográfico”. El formato cambia a 24 cuadros por segundo, con una relación de aspecto de 2,35:1, que deja esas barras negras por encima y debajo del vídeo, y agrega la posibilidad de elegir entre distintos estilos de color.

Lo único que le criticaría a este modo es el no poder elegir los cuadros por segundo, ya que nos quita la posibilidad de hacer tomas de cámara lenta en modo cinematográfico.

¿Quiere decir todo esto que es una cámara solo para inexpertos? No, en absoluto. Creadores y videógrafos profesionales podrán sacar muchísimo partido a la cámara.

Sony ZV-E1

Otras funciones de la Sony ZV-E1

Cabe mencionar también que tiene tres modos de efecto para suavizar la piel: básico, medio y alto, con resultados no tan estelares. El nivel bajo funciona lo suficientemente bien como para simular un efecto base de maquillaje, pero el alto da como resultado un aspecto muy artificial, como de máscara de cera.

La función Clear Image Zoom es una gran adición, que me permite hacer zoom sin sacrificar la calidad de la imagen.

El reconocimiento de personas es sumamente útil, ya que permite que la cámara siga y enfoque a las personas, incluso cuando el sujeto se mueve o se da vuelta. Esto es porque no se basa solo en el reconocimiento de los ojos, sino del cuerpo humano entero. También tiene modos específicos para detectar mascotas, aves, coches, trenes, aviones e insectos.

Tanto el reconocimiento de personas, animales y objetos, además del sistema de estabilización, se apoyan en la inteligencia artificial, para la cual la ZV-E1 tiene un chip entero dedicado en su hardware.

Otro ejemplo es su capacidad de, a través de un recorte desde 4K, seguir al sujeto en pantalla de un lado al otro de la misma, para realizar un video dinámico, incluso si la cámara está fija en un trípode.

Una promesa cumplida

Sony prometía el día de su presentación que la ZV-E1 daría la “experiencia definitiva de creación de contenidos”. Y tras probarla durante dos semanas, y en diversas situaciones, podemos decir que no han faltado a su palabra.

Su capacidad de grabación en 4K a 60 cuadros por segundo, la posibilidad de intercambiar objetivos, una estabilización avanzada, y funciones apoyadas por inteligencia artificial —y todo esto en el cuerpo más liviano y compacto de cualquier full-frame de Sony— la convierten en la cámara perfecta para crear contenidos de altísima calidad.

El precio de la Sony ZV-E1 en España es de 2.700 € solo por el cuerpo, o 3.000 € para el kit que trae además un objetivo 28-60 mm.