Sí, la inteligencia artificial, cuando es bien aplicada, puede simplificarnos muchas tareas y beneficiar un sin fin de procesos complejos en diferentes sectores. El problema es que, como cualquier otra tecnología, en las manos equivocadas puede convertirse en un arma poderosa para hacer el mal. En días recientes, circularon en internet las supuestas imágenes de la Ministra de Sanidad de Japón. Se viralizaron en redes sociales y muchos dieron por hecho que eran reales.
Sin embargo, el material es completamente falso. Una persona, dedicada a crear imágenes con contenido sexual explícito con ayuda de la inteligencia artificial, creyó que sería buena idea decir que su próxima creación era una mandataria importante de la isla asiática.
Cuando las publicó, sus seguidores comenzaron a distribuirlas en otros canales de comunicación para opinar al respecto. La conversación, no obstante, no se centró en las capacidades de la IA, sino en el atractivo escote de la Ministra de Sanidad de Japón.
Evidentemente, la persona de la imagen no existe. El sector salud de Japón está liderado por un hombre, Katsunobu Katō.
Un problema adicional en esta situación es que, de nueva cuenta, las redes sociales tardaron una eternidad en frenar el bulo. Cuando Twitter, por ejemplo, comenzó a mostrar la alerta de contenido falso, ya era demasiado tarde. Las imágenes se habían compartido decenas de miles de veces.
"Las imágenes fueron generadas por inteligencia artificial. El actual ministro de salud de Japón es Katsunobu Kato", señalaba el mensaje de la mencionada red social.
Pero lo anterior fue tan solo la tardía respuesta de Twitter. Hoy todavía es posible encontrar grupos o páginas de Facebook donde se asume que las imágenes son reales, y seguramente ese pensamiento prevalecerá has que encuentren con una publicación como esta.
En esta situación hay varios puntos preocupantes. Primero, que una herramienta de inteligencia artificial, sea cual sea, se esté empleando para crear contenido falso. Por otro lado, cada vez es más inquietante que la audiencia no se detiene a verificar la autenticidad del material antes de compartirlo. Se publica, luego se investiga —en el mejor de los casos—.
La "Ministra de sanidad de Japón" se une a Donald Trump y al Papal
Ojo, esta no es la primera vez que una imagen generada con inteligencia artificial causa revuelo en internet. Ni siquiera tenemos que retroceder el tiempo demasiado atrás para encontrar otro escándalo.
Durante marzo, una persona usó Midjourney para crear múltiples imágenes de Donald Trump siendo detenido por la policía de Nueva York. Cuando se expandieron en la red, algunos simpatizantes del magnate creyeron que eran reales. Por supuesto, querían salir a protestar a las calles por tan violeta detención.
Días después, surgieron las imágenes del Papa Francisco con un abrigo acolchado estilo Balenciaga. Miles de religiosos creyeron que la iglesia católica ahora era dirigida por un ícono de la moda.
Ambos casos, de hecho, ocasionaron que los responsables de Midjourney pusieran fin a las pruebas gratuitas. Consideraron que muchos usuarios están usando su herramienta de manera abusiva. En consecuencia, sí o sí hay que abrir la cartera para poder utilizarla.
Aquí en Hipertextual recientemente te compartimos una serie de consejos para identificar imágenes generadas con inteligencia artificial. Sin embargo, llegará un momento en que será muy difícil distinguir entre material real y falso.