El furor por la inteligencia artificial está alimentando una nueva carrera armamentística en Silicon Valley. Y si bien están lejos de ser los únicos que pretenden dominar el sector, OpenAI —con la chequera de Microsoft— y Google hoy protagonizan la disputa más abierta con ChatGPT y Bard. Pero el panorama es mucho más amplio que una simple competencia por crear el chatbot más capaz o inteligente, y un ingeniero de Mountain View cree que ambas empresas están perdiendo el enfoque. Al punto tal de asegurar que, si siguen por el mismo camino, serán ampliamente superados por la IA de código abierto.

En las últimas horas, un documento interno firmado por Luke Sernau, un ingeniero de software que se desempeña en Google, se filtró a través de Discord. Bloomberg indica que el escrito se compartió originalmente entre los empleados de la firma californiana a comienzos de abril; no obstante, en las últimas horas comenzó a divulgarse puertas hacia afuera de sus oficinas.

El texto es crudo y asegura que tanto Google como OpenAI están demasiado distraídos compitiendo entre sí. Una postura peligrosa y que les puede hacer perder la carrera por el dominio de la IA ante la comunidad de código abierto. El experto indica que los proyectos open source están logrando avances muy rápidos en mucho menos tiempo y con una fracción del dinero. Algo que no solo les permite crecer más rápido, sino también resolver problemas de un modo más eficiente.

"Hemos mirado mucho sobre nuestros hombros en dirección a OpenAI. ¿Quién cruzará el próximo hito? ¿Cuál será el próximo movimiento? Pero la verdad incómoda es que no estamos posicionados para ganar esta carrera armamentista, y OpenAI tampoco. Mientras nos peleamos, una tercera facción ha estado comiendo nuestro almuerzo en silencio.

Estoy hablando, por supuesto, del código abierto. En pocas palabras, nos están sacando una vuelta. Lo que consideramos como "grandes problemas abiertos" ya están resueltos y en manos de la gente hoy".

Sernau remarcó que hoy ya existen personas ejecutando modelos fundacionales en smartphones; o que es posible personalizar una inteligencia artificial con un ordenador portátil en solo una noche. Las IA de código abierto están evolucionando a pasos agigantados y las compañías no deberían ignorarlo, asegura el ingeniero de Google.

La IA de código abierto se impondrá a Google y OpenAI

Inteligencia artificial | La IA de código abierto se impondrá a Google y OpenAI
Hal Gatewood (Unsplash)

Es evidente que el documento nunca se pensó para ser divulgado fuera de Google. No obstante, en un mundo obsesionado con planteos apocalípticos como que la inteligencia artificial destruirá a la humanidad o nos dejará sin empleo, es interesante poder analizar una preocupación tangible entre los expertos en la materia.

En su texto, Sernau explica que el gran salto de la IA de código abierto se dio tras la filtración de LLaMA, el modelo de lenguaje desarrollado por Meta. Esto ocurrió en marzo pasado, y desde entonces se ha visto una proliferación de iniciativas open source que han crecido a gran ritmo.

"Si bien nuestros modelos aún tienen una ligera ventaja en términos de calidad, la brecha se está cerrando asombrosamente rápido. Los de código abierto son más rápidos, más personalizables, más privados y, libra por libra, más capaces. Están haciendo cosas con 100 dólares y 13.000 millones de parámetros, que a nosotros nos cuesta lograr con 10 millones de dólares y 540.000 millones de parámetros. Y lo están haciendo en semanas, no en meses", indicó el ingeniero.

La publicación del experto asegura también que desarrollar modelos de lenguaje demasiado grandes los está ralentizando. Y que escalar la IA sería más sencillo si el enfoque se pusiera en entrenarla con sets de datos más pequeños, pero mejor curados, como ocurre con las iniciativas de código abierto. Es decir, menos información pero de mayor calidad.

Es probable que las palabras de Luke Sernau estén haciendo mucho ruido en las oficinas de Google. En especial, por dos frases que seguramente sean una estocada al hígado de los principales ejecutivos de Mountain View:

  • "No tenemos una salsa secreta". De acuerdo con el ingeniero, Google debe aprender y colaborar con los proyectos que se están desarrollando fuera de la compañía.
  • "Los necesitamos más de lo que ellos nos necesitan". El experto sostiene que de nada sirve mantener los proyectos de la compañía bajo el más estricto secreto, cuando investigadores de todo el mundo están colaborando y construyendo soluciones en conjunto.

Competir contra el open source es una invitación a perder

IA Bard Google

Esta afirmación es de las más sorprendentes que ha realizado el ingeniero en su extenso texto. Sernau afirma que nadie pagaría por un producto de Google si existe un modelo de IA de código abierto que es gratuito y de gran calidad. "El open source tiene algunas ventajas significativas que no podemos replicar", aseveró.

Pero como dijimos al comienzo, el ingeniero cree que no solo en Mountain View se están dejando llevar por la competencia simplista contra OpenAI. Según su postura, los de Sam Altman también tienen una visión equivocada con respecto a las IA de código abierto y lo terminarán pagando muy caro.

"Al final, OpenAI no importa. Están cometiendo los mismos errores que nosotros en su postura en relación con el código abierto, y su capacidad para mantener una ventaja está en duda. Las alternativas de código abierto pueden eclipsarlos, y eventualmente lo harán, a menos que cambien su postura. En este sentido, al menos, podemos dar el primer paso", aseveró.

El planteo del especialista es muy interesante y, como decía previamente, expone una preocupación tangible en el marco de la carrera por dominar la inteligencia artificial. Las herramientas generativas son un furor global y su potencial no se limita a lo tecnológico, sino que también es comercial. Es lógico, entonces, que todos en Silicon Valley quieran estar a la vanguardia.

Hoy, con la marcada excepción de Apple, no debe haber Big Tech que no esté tratando de quedarse con una tajada de este pastel. Y su estrategia no es demasiado glamorosa, puesto que hoy no hacen más que arrojar miles de millones de dólares en todas las direcciones posibles. Prestarle atención a la IA de código abierto puede ser un cambio de rumbo interesante a tener en cuenta. En Google, al menos, alguien ya alzó la voz al respecto.