Super Mario Bros: La película se ha convertido en un éxito de taquilla. Con $427 millones obtenidos en apenas cinco días desde su llegada a la pantalla grande, rompió varios récords de recaudación en Norteamérica. Lo que incluyó el mejor debut del 2023 y la mayor ganancia en un estreno de miércoles.

Pero el fenómeno se ha extendido al resto del mundo, especialmente México y Latinoamérica, donde la película ha ocupado los primeros puestos en las preferencias de la audiencia. A la vez, ha pasado a ser un fenómeno de popularidad en redes sociales y foros de fans que ha sobrepasado cualquier expectativa.

Sin embargo, la crítica fue dura en sus análisis sobre el éxito de Super Mario Bros: La película. Con apenas 57% de reseñas positivas en Rotten Tomatoes, diversos medios la tildaron de “simple y superficial”. A la vez, acusaron a la productora Illumination de utilizar guiños y referencias para disimular un guion blando, lleno de incongruencias y sin mayor atractivo. Todo al margen del masivo apoyo en salas de cine que ha recibido el largometraje, desde ya considerado uno de los grandes éxitos del año.

Cine para una nueva generación

Lo cierto es que el éxito de Super Mario Bros: La película demuestra un punto evidente. El personaje y su contexto son parte de la cultura de masas de una forma tan profunda como para que la adaptación se haya convertido en un fenómeno colectivo inmediato. Pese a sus posibles debilidades como producción cinematográfica, la versión en la gran pantalla del querido universo ha conquistado a sus fans. Algo que ha conseguido gracias a su cuidadosa recreación del material de origen y su atención al detalle de los elementos que lo hicieron famoso.

¿Qué provoca una diferencia tan notable al juzgar el éxito de Super Mario Bros: La película? ¿Por qué el punto de vista entre críticos y espectadores parece cada vez más dispar en el cine? Las respuestas podrían estar relacionadas con cómo la experiencia cinematográfica se ha convertido en un evento colectivo mucho más universal de lo que fue en décadas anteriores.

Bower, el villano de Super Mario Bros. La película

Al mismo tiempo, con cómo se profundiza en el arte, el entretenimiento y el mundo del espectáculo en la actualidad. La opinión sobre series, películas y todo tipo de contenido se encuentra en manos de un público más amplio. Gracias a la influencia de las redes sociales y su considerable alcance, el análisis de las producciones más populares ha cambiado por completo.

El éxito de Super Mario Bros: La película le pertenece a sus fans

En la actualidad, la crítica cinematográfica no solo atañe a medios especializados. Hace unos días, CNN publicó un artículo en el que analizaba la repercusión de las redes sociales sobre la crítica y análisis del cine. El texto reflexionaba sobre la influencia de las nuevas formas de marketing y cómo estas han propiciado que el análisis de contenido masivo ya no sea solo cosa de expertos.

Desde el despido del crítico Todd McCarthy de Variety hasta la cancelación del icónico At the Movies de la cadena ABC. Todo son indicios de la pérdida de influencia de la tradicional manera de aproximarse al contenido cinematográfico. Lo que apunta a una nueva dimensión crítica del éxito de producciones como Super Mario Bros: La película

Mario, el protagonista de Super Mario Bros. La película

Una que pone en primer plano a la audiencia y su experiencia. Desde las masivas recomendaciones de tiktokers y usuarios de Twitter en todo el mundo, hasta las conversaciones en foros y plataformas en línea. El éxito de Super Mario Bros: La película se ha convertido en un acontecimiento viral desde el día de su estreno. Especialmente porque el argumento —que intenta resumir las 59 versiones del juego— apela a varias generaciones de jugadores. Lanzado al mercado en 1981 —la primera aparición con Donkey Kong—, se trata del producto más exitoso de Nintendo. Uno que ha convertido a Mario y a Luigi en iconos que incluso trascienden al mundo de las videoconsolas.

Un personaje universalmente querido

En el 2017, el difunto Shinzo Abe, por entonces primer ministro de Japón, dejó claro el nivel de importancia del personaje en la cultura mundial. Al promocionar los futuros Juegos Olímpicos de Verano en Tokio, llevó puesta la gorra roja con la M al frente y la ropa de trabajo de Mario. No necesitó de nada más, era obvio que el personaje de Nintendo es un símbolo de Japón y su cultura.

Es difícil que una figura ficticia alcance semejante nivel de reconocimiento. Pero, en realidad, la saga es mucho más que un conjunto de juegos exitosos. En el año 2022, se calculó que al menos 3 200 millones de personas habían disfrutado de la experiencia en consolas. El más reciente juego de la saga, Super Mario Odyssey, salió a la venta en 2017 y vendió 25 millones de unidades. Lo que demuestra la repercusión de la marca en toda una nueva generación de jugadores. 

Super Mario Bros: La película ha llevado ese éxito en las salas de cine. Apelando a la nostalgia y homenajeando al juego en un tributo que ha incluido a los jugadores, la película se ha convertido en una experiencia emocional. Los directores Aaron Horvath y Michael Jelenic usaron el poder de la referencia para crear una historia en la que los fanáticos, incluso los casuales, encontraron elementos con los cuales identificarse. Un triunfo de argumento que está haciendo historia.