Cuando empieces a ver Ghosting, pensarás que estás ante la enésima comedia romántica de la industria del cine. Su protagonista, Sadie (Ana de Armas), parece estar atravesando una crisis existencial junto con un duelo por la muerte de una compañera. El protagonista, Cole (Chris Evans), luce como otro chico guapo perdido en un pueblo olvidado por Dios. Ambos están predestinados a encontrarse. No tardarás en darte cuenta de que nada de lo anterior es lo que parece.
A su manera, cada uno le ofrece al otro un contraste, una suerte de complemento para vidas que parecen rutinarias. Ella, una mujer condicionada por su trabajo; él, un granjero que intenta cultivar el legado de la familia mientras trabaja en la escritura de su propio libro. Ambos están destinados a componer una relación en la que abundarán el romance y la pasión.
Pero ese plan se verá afectado ligeramente. En vez de serenidad, ambos terminarán atravesando múltiples situaciones de alto riesgo. Uno de ellos ha mentido. El interés romántico del otro le pone en peligro. Ghosting es una comedia de acción con destellos románticos y la intención de parodiar algunos aspectos de las relaciones contemporáneas.
Ghosting
Ghosting podría ser una comedia romántica, pero también una comedia de acción y, a ratos, una sátira no muy bien lograda sobre las relaciones de pareja en la actualidad. Entre tanto, Ana de Armas y Chris Evans crecen como protagonistas, hasta el punto de componer una historia entretenida y que bebe de producciones como John Wick cuando se trata de escenas de acción. Sin ser un largometraje memorable, puede ser una opción al momento de buscar algo que ver para acompañar una tarde.
Ana de Armas, contra el paradigma de la acción
Puede que, desde Mad Max: Fury Road, el rol de la mujer dentro de las películas de acción empezara a cambiar dentro de la industria. Furiosa, interpretada por Charlize Theron, tomó la mayor parte del peso en la historia. Ana de Armas no logra una actuación similar en Ghosting, ni esta es una producción como la otra. Sin embargo, la actriz podría ser uno de los rostros que encabece esta transformación durante los próximos años.
Durante buena parte de Ghosting, ella interpreta secuencias que podrían funcionar dentro de una versión femenina de la franquicia 007. No es una casualidad, teniendo en cuenta quién la acompaña: el antiguo Capitán América, que en esta película tiene un rol secundario cuando se trata de acción. Es ella, como agente de la CIA, quien debe evitar que los tipos malos tengan acceso a un arma que pone en peligro a la humanidad.
Mientras tanto, Ghosting no abandona el fondo de la historia que quiere contar: cómo dos personas, con realidades totalmente opuestas, se pueden conocer. Un factor clave en esto es la inexperiencia de Cole en cuanto a relaciones de pareja y la indisposición emocional de Sadie.
El resultado de esta combinación es que él cree que está siendo romántico y ella piensa que está ante un acosador. Es la primera de las paradojas que la película plantea en relación con los vínculos contemporáneos: ¿cuál es la frontera entre una cosa y otra? ¿Cuánto de la comunicación y la búsqueda de independencia condiciona los vínculos actuales? ¿Cómo influye una mentira en la confianza de los demás?
Ghosting, un popurrí de géneros
Cuando el ritmo de la película se asienta, preguntas como las anteriores se producen con naturalidad, en especial durante su primer tramo. En el segundo y tercer acto predominan los saltos, las explosiones y secuencias de acción con una notoria influencia de la franquicia John Wick. Quien llegue a Ghosting buscando entretenimiento, lo encontrará. Si alguien quiere ver una historia de amor, la tendrá. En caso de que se busque un relato sobre espionaje, este largometraje también funciona en este sentido.
Todo ello de la mano de un elenco de lujo, con cameos de varios actores prestigiosos y comercialmente exitosos. El más importante es Adrien Brody (El pianista), que emerge como antagonista, encabezando una organización que necesita del arma más peligrosa de la Tierra casi tanto como Sadie y Cole desean estar juntos. Sin ser del todo efectiva, a través de las balas y los combates, Ghosting construye el vínculo entre ambos hasta hacer evidente el chiste que se repite cada tanto: “Necesitan una habitación”.
En esta película no abundan las sorpresas. No se trata de una historia en la que el suspense y la acción otorguen momentos memorables. Sin embargo, en clave de entretenimiento, Ana de Armas y Chris Evans funcionan como una pareja que se descubre y crece a través del largometraje.
No obstante, la capacidad de Ghosting para cuestionar las dinámicas de las relaciones actuales, si es lo que pretende, sería su punto más débil. Los tramos de acción y romance predominan por sobre posibles espacios de reflexión. Quizá sea otra forma de plantar una bandera: al final, solo importa lo que piensen quienes deciden construir un vínculo —y, en este caso, salvar al planeta—.
Ghosting está disponible en la plataforma de Apple TV+ a partir del 21 de abril.