Sony no descansa en su intento por frenar la compra de Activision por parte de Microsoft. Sin embargo, a los japoneses les está saliendo el tiro por la culata. Y es que autoridades y organismos reguladores cada vez muestran más interés en conocer las movidas de dicha compañía en la industria de los videojuegos.
Desde luego, ninguna autoridad puede proceder contra Microsoft sin antes conocer la estrategia competitiva de Sony, y es aquí donde la propietaria de PlayStation podría quedar expuesta. En Estados Unidos, por ejemplo, un senador solicitó a Sony revelar todos sus acuerdos de exclusividad con compañías terceras. Es decir, aquellos que limitan la disponibilidad de ciertos juegos third party a las consolas de su marca.
Se trata del senador republicano de Dakota del Norte, Kevin Cramer, quien recientemente dijo haber enviado una carta al CEO de Sony, Kenichiro Yoshida, para obtener la información.
"Escribo para expresar mi preocupación por los esfuerzos de Sony para proteger su negocio de consolas de videojuegos de la competencia. Durante más de 20 años, Sony ha dominado por completo el mercado de las consolas, tal como lo define la Comisión Federal de Comercio. Me preocupa que el dominio de Sony en ese mercado y sus esfuerzos por perpetuar su posición actual pongan en peligro una importante oportunidad de desarrollo económico para Dakota del Norte."
Kevin Cramer.
El senador también quiere saber cómo Sony recibió luz verde para comprar Bungie
El documento, enviada el pasado 13 de abril, solicita compartir "todos los acuerdos que otorgan a Sony un derecho exclusivo para distribuir un juego desarrollado por un editor independiente", recogen en Axios. Si la empresa accede —o es obligada próximamente—, tendría que revelar los contratos por juegos como Final Fantasy XVI o el remake de Silent Hill 2, por mencionar solo un par de casos.
De igual manera, pretende conocer cuáles son los acuerdos de Sony para evitar que algunos juegos no lleguen a Xbox Game Pass. Por último, desea saber más detalles sobre la compra de Bungie. En concreto, toda la información enviada a los reguladores para recibir la aprobación de la misma. Es evidente que el senador no confía en el proceso que permitió a PlayStation hacerse con los activos de los creadores de Halo.
Un punto curioso de este asunto es que Yoshida, y en general la cúpula directiva de Sony en Japón, se ha mantenido al margen de la embestida contra la adquisición de Activision. Ojo, lo anterior no significa que no tengan la intención de frenarla, sino que son otros directivos quienes dan la cara. El caso más visible el de Jim Ryan, director de Sony Interactive Entertainment.
Por lo tanto, resulta interesante que el senador haya decidido saltarse a la división de videojuegos de Sony para contactar con el máximo responsable de la compañía. ¿Habrá respuesta de Yoshida? La realidad es que difícilmente compartirán información de manera voluntaria. No obstante, con una orden legal no podrán oponerse.
Las autoridades, en un principio, escucharon todas las quejas y demandas de Sony, razón por la cual la compra de Activision atravesó una etapa de incertidumbre. No obstante, queda claro que los reguladores se han dado cuenta de que Sony no es precisamente un ejemplo de competencia sana. Su cruzada para evitar la adquisición podría resultarles contraproducente…