Imagina estar fotografiando las auroras boreales en Alaska. De pronto, una extraña luz en el cielo da paso a una inmensa espiral celeste, brillante y translúcida, más parecida, algo salido de una película de ciencia ficción que a cualquier otra cosa. Este fue el caso de Todd Salat, quien fue testigo de cómo esta impresionante estructura producto de SpaceX.
"Cuando esta espiral resplandeciente se acercó a mí mientras crecía rápidamente, pensé: ¡¿Qué demonios…?!", comenta el fotógrafo Todd Salat en su web oficial, donde además aprovechó para publicar sus imágenes. Durante los siete minutos que la espiral estuvo en lo alto del cielo, Salat aprovechó para capturarla de todas las formas posibles. Ahora, nos ofrece un vistazo único a un evento relativamente moderno.
No hay nada de que preocuparse. Ni se trata de una invasión alienígena ni de un evento cósmico que represente un peligro para la vida en la Tierra. Los investigadores creen haber encontrado al causante de estas estructuras: los cohetes de SpaceX. Este patrón estudiado por los científicos se cumple con las imágenes de Todd Salat, y es que apenas tres horas antes del avistamiento, la compañía de Elon Musk había lanzado un Falcon 9 desde California.
Las capturas de Todd Salat son incluso más espectaculares debido al escenario donde se encuentra. No solo se ve la increíble espiral de cristales en el cielo, sino que se complementa con una asombrosa aurora boreal y un helado fondo montañoso. Sin duda, una visión digna de un paisaje extraterrestre.
"Definitivamente no es un ovni... Es solo SpaceX"
Estas son las palabras de Chris Combs, ingeniero aeroespacial y profesor asistente en la Universidad de Texas. Por supuesto, aunque el causante de esta espiral en específico ha sido la compañía de Musk, no es la única que puede provocar un fenómeno parecido. "No se limita sólo a SpaceX, pero estamos empezando a ver estos mucho más a menudo sólo porque están lanzando con mucha más frecuencia", explica el ingeniero al Washington Post.
Todavía no existe una forma oficial para referirse a este fenómeno. Combs cree que "ya deberíamos tener una a estas alturas". Después de todo, aunque es algo que solía ser bastante desconocido, se volverá más común con el paso del tiempo y con el desarrollo de la industria espacial.
Pero, ¿qué es lo que produce este tipo de formaciones en el cielo? Entre los investigadores y científicos han llegado a una conclusión. Su origen estaría en el exceso de combustible liberado durante el lanzamiento de SpaceX. Así, el vapor o cualquier otro tipo de gases podría haberse congelado a gran altitud, formando cristales de hielo. Estos, al reflejar la luz del sol proveniente del espacio, permiten que las personas a nivel de suelo puedan observar el fenómeno.
¿Y por qué tiene forma de espiral? Para esto existe una explicación más sencilla todavía. Durante su ascenso, el cohete iba girando sobre su propio eje, esparciendo los gases anteriormente mencionados en esta curiosa forma. Carlos Martinis, físico espacial en la Universidad de Boston lo relaciona al "agua saliendo de un aspersor giratorio", una analogía que describe a la perfección lo sucedido.