Virgin Orbit, la empresa de Richard Branson dedicada al lanzamiento de satélites a la órbita terrestre baja, anunció el cese de sus operaciones y el despido de casi todo su personal. La noticia se conoció a través de un documento regulatorio presentado ante la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC).

La decisión se tomó apenas un par de semanas después de que la startup licenciara a buena parte de su plantilla, mientras trabajaba en cerrar una inversión millonaria que le permitiera continuar con su trabajo. Es evidente que esto último no se concretó, lo cual llevó a la drástica determinación que salió a la luz en las últimas horas.

Según el documento publicado por la SEC, el cese de operaciones de Virgin Orbit es de efecto inmediato. En cuanto a los despidos, afectan a unos 675 trabajadores que se desempeñaban en todas las áreas de la empresa. Dicho número representa al 85 % del staff, que quedará reducido a unos 100 empleados.

La compañía de Richard Branson espera completar el recorte de personal el próximo 3 de abril; es decir, el lunes venidero. Se destinarán unos 15 millones de dólares para el pago de indemnizaciones y para afrontar los costes relacionados con el cierre de la compañía, indica el documento firmado por Dan Hart, su CEO.

Virgin Orbit: de querer ser SpaceX al olvido, en solo un par de años

Virgin Orbit

El caso de Virgin Orbit es realmente curioso. La compañía fundada por Richard Branson ganó reconocimiento por su peculiar enfoque para el despliegue de satélites en la órbita terrestre baja. En lugar de hacerlo desde tierra, como otras firmas como SpaceX o RocketLab, la startup optó por llevarlo a cabo desde el aire, con un cohete lanzado desde un Boeing 747 especialmente preparado para la labor y bautizado como Cosmic Girl.

Sin embargo, el panorama se puso oscuro a comienzos de este año. En enero, un fallo técnico provocó el fracaso de una misión que apostaba a poner 9 satélites en órbita desde el Reino Unido. Dicho inconveniente terminó resultando fatal para las aspiraciones de Virgin Orbit, que no pudo recuperarse del golpe.

Apenas una semana atrás, la empresa anunció que estaba negociando una inyección de 200 millones de dólares del empresario estadounidense Matthew Brown. De hecho, se esperaba cerrar la inversión favorablemente y reactivar una parte de su fuerza laboral licenciada para trabajar sobre el mantenimiento de los cohetes. Pero la ilusión duró poco.

Virgin Orbit no logró asegurarse el dinero necesario para continuar operando y debió tomar la decisión de echar el cierre. CNBC obtuvo un audio de la reunión en la que Dan Hart, el líder de la startup, anunció la drástica determinación.

"Desafortunadamente, no hemos podido asegurar la financiación para proporcionar un camino claro para esta empresa. No tenemos más remedio que implementar cambios inmediatos, dramáticos y extremadamente dolorosos. Esta es probablemente la reunión más difícil que hice en mi vida. Esta empresa, este equipo, todos ustedes, significan muchísimo para mí. Y no he dejado ni dejaré de apoyarlos, ya sea que continúen en este viaje o si se van a otra parte", manifestó el CEO.

Así, en solo un par de años, Virgin Orbit pasó de ser una de las startups aeroespaciales más interesantes, a la desaparición. A fines de 2021, la empresa salió a bolsa con una valoración de 3.200 millones de dólares, mientras que ayer cerró su cotización en Nasdaq valiendo apenas $120 millones.

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