En alguna realidad alternativa, nadie está hablando de Todo a la vez en todas partes. La extraordinaria historia de ciencia ficción, creada por los Daniels —Daniel Kwan y Daniel Scheinert—, cerró ayer su temporada de galardones con el premio gordo: el Oscar a mejor película, una de las siete estatuillas que recibió anoche. Y aunque podríamos pasar semanas celebrando las bondades de la película —porque son un montón—, acá no podemos parar de pensar en una sola cosa: el multiverso que propone la cinta, ¿podría existir en la realidad?
Si no la has visto, acá te dejamos, no una, sino dos reseñas que hicimos. Pero, en líneas generales, el argumento central de la película se desarrolla alrededor de la idea de que existen múltiples universos. Sostiene que, en estas otras realidades, hay versiones alternativas de nosotros mismos: más poderosas, más humillantes o hasta contradictorias. Por eso resulta tan fascinante. Sí, puede que te suene por Marvel.
No queremos enloquecerte. De hecho, te advertimos que Hugh Everett III, el físico estadounidense que propuso por primera vez la teoría de los universos paralelos, fue ridiculizado por sus colegas de entonces, dejó la física agobiado por la complejidad de sus postulados y murió prematuramente. Un infarto, en 1982. Así que tómatelo con calma.
¿Qué es el multiverso del que hablan en Todo a la vez en todas partes?
Sí, la existencia del multiverso no ha sido probada, pero la sola idea sigue trasnochando a muchos. Es un concepto con muchas teorías, que por momentos baila entre lo científico y lo filosófico. Los físicos George Ellis y Joe Silk describieron el debate sobre el multiverso, en un artículo publicado en Nature en 2014, como una "batalla por el corazón y el alma de la física".
Una de las explicaciones más sencillas sobre el multiverso que vemos en Todo a la vez en todas partes tiene que ver con la teoría de la "inflación cósmica". Vamos a modo "multiverso para principiantes" —porque así fue que pedimos que nos lo explicaran a nosotros—.
¿Te suena el Big Bang? Cuando el Universo creció de manera exponencial en menos de un abrir y cerrar de ojos tras el Big Bang, algunas partes del espacio-tiempo se expandieron más rápido que otras. Esto podría haber creado una especie de burbujas que albergarían sus propios universos. Estas otras "burbujas" serían universos paralelos al nuestro, que podrían tener leyes físicas muy diferentes. Algo así como la escena de la película en la que todos tenían manos de salchichas.
¿Un montón? Esta explicación puede ser más sencilla: la "interpretación de muchos mundos" de la mecánica cuántica. Esta tiene que ver con lo que explicaba Everett III —el del infarto—. En el mundo de realidad cuántica, todo se describe en probabilidades.
Según esta versión del multiverso, cualquier evento podría tener más de un resultado, ya sea porque tomemos alguna decisión o porque ocurra algún hecho fortuito que lo altere todo. Cada decisión crea una línea alternativa de tiempo en la que escogimos otra cosa. Algo así como lo que pensamos cuando nos preguntamos: ¿qué hubiese pasado si...? Solo que, en efecto, eso otro estaría ocurriendo en un universo paralelo. Como cuando Evelyn, la protagonista de Todo a la vez en todas partes, salta de universo y puede ver un mundo en el que decidió no casarse. Y vio que era un mundo más feliz.
¿Podríamos saltar entre universos?
Los directores de Todo a la vez en todas partes dijeron en una entrevista con New York Times que se inspiraron en lo que acabamos de explicar: tanto en la interpretación de muchos mundos de la mecánica cuántica, como en la idea de los universos de burbujas cósmicas.
Ahora: ¿qué hay sobre la posibilidad de saltar entre estas realidades, como ocurre en la película? Todavía no existe una teoría sobre cómo viajar entre diferentes universos paralelos. Lo más cercano que se ha escrito tiene que ver con la idea de que estos "universos burbujas" choquen entre sí, dejando una especie de "cicatrices" que podrían darnos alguna pista de la existencia de otras realidades.
Los Daniels explicaron que su película trata menos sobre la física que sobre cómo te hace sentir la física. "Si pudieras ver vidas alternativas, eso te enviaría a un espiral con todas esas vidas que podrías haber llevado y esas elecciones que podrías haber hecho", dijo Scheinert a The New York Times.
Aclararon que su multiverso es menos ciencia y más metáfora. "Crecí en un hogar muy religioso, así que todo importaba... Y cuando todo importa, es una experiencia horrible navegar por el mundo", dijo, por su parte, Kwan, el otro creativo. Esto es paralizante: "Todo, cada acción, está llena de arrepentimiento, y cada acción está llena de culpa".
Quizás, en medio de tanta reflexión sobre universos burbujas, sobre lo arbitrario o insignificante de nuestra existencia, podamos llegar a entender que, en realidad, "nada importa". Y, si nada importa, todo es posible.