Superman tendrá un nuevo rostro en el cine. Un hecho que marca un hito en el intento de DC de llevar su complicado universo editorial a la pantalla grande. No obstante, en la polémica sobre la decisión de James Gunn de dirigir y escribir una nueva película para el superhéroe hay un elemento clave. El proyecto marcará el inicio de un trayecto inédito hacia una serie de historias que se enfocarán en la figura como emblema del bien y la responsabilidad acerca del poder.

No es la primera vez que ocurre algo semejante. El último hijo de Krypton ha sido parte de la evolución constante del género de superhéroes. Algo que le ha dado en cada ocasión un nuevo rostro a Superman, un valioso símbolo en la cultura de masas. Considerado una mezcla entre elementos mitológicos y un tipo de héroe con una conciencia basada en ideales, se sostiene en un precario equilibrio.

Por un lado, su naturaleza alienígena define las capacidades extraordinarias que usa en su lucha por la justicia. Pero es su profunda sensibilidad al comprender al ser humano lo que sostiene sus valores. Una combinación poco usual, que suele hacer de Superman una figura difícil de entender. 

Un nuevo rostro para Superman en cada generación

¿Cómo interpretar un hombre dos veces huérfano que es tan vulnerable como para mostrarse tímido, pero que puede ser casi físicamente invencible? Con la tentación del poder absoluto a cuestas, se trata de una figura que evoluciona con el transcurrir de los años. Durante décadas, Superman ha servido para debatir acerca de la concepción del bien en su estado más puro. 

A la vez, el cine y la televisión han explorado sus aspectos más íntimos. La creación de Jerry Siegel y Joe Shuster saltó de las historietas al ámbito cinematográfico diez años después de aparecer por primera vez en Detective Comics, Inc en 1938. A partir de entonces, su recorrido le llevó a protagonizar una saga propia en la gran pantalla, series de televisión y a convertirse en un icono del mundo de la animación.

¿Por qué es tan importante darle un nuevo rostro Superman en el cine? Porque cada generación tiene su Superman y, con él, una reinterpretación diferente del mito acerca de los valores que representa. Un recorrido de fundamental interés para comprender hasta qué punto la decisión de James Gunn es parte de una vieja tradición dentro de la mitología del héroe de la capa roja.

Los hombres que encarnaron al más generoso de los alienígenas

El primero en interpretar a Superman en el cine y la televisión fue Kirk Alyn. Su elección fue fruto de un complicado proceso de selección entre actores. Para Columbia Pictures, elegir al hombre que llevaría el emblema de la esperanza de un planeta destruido era una decisión que involucraba algo más que talento. Para 1948, las secuelas de la Segunda Guerra Mundial todavía afectaban a buena parte de la sociedad estadounidense. En medio de debates pesimistas sobre el futuro, el héroe de DC era un emblema del porvenir. 

Particularmente, después de que, a inicios de la década de los cuarenta, una serie de cortos animados convirtieran a Superman en el nuevo rostro de la bondad. Con la producción de los dibujantes Max y Lou Fleischer, este llegó a ser una figura familiar en las pantallas de cine y, poco después, en la televisión.

El personaje alcanzó tanta popularidad como para tener su propio programa de radio de quince minutos. The Adventures of Superman se estrenó en 1940, a cargo de Allen Ducovny y Robert J. Maxwell. Se retransmitía en la emisora neoyorquina WOR y, poco después, en la Mutual Network, en la que continuaría siendo un segmento regular hasta 1949. La voz de superhéroe era la del locutor Jackson Beck.

Kirk Alyn, el primer rostro de Superman para la gran pantalla
Kirk Alyn, el primer rostro de Superman en la gran pantalla.

Una evolución natural para el personaje

Por lo tanto, un proyecto de programa televisivo que adaptara las aventuras del personaje podría asumirse como interesante para el público. Así lo entendió la productora y dedicó meses enteros a la búsqueda del actor ideal. Lo encontró en Kirk Alyn, por entonces de 38 años, que según Spencer Bennet y Thomas Carr era un hombre íntegro preparado para interpretar a otro. El artista tenía poca experiencia — menos de seis papeles previos —, pero logró convencer a un estricto grupo de ejecutivos de que era el indicado.

La serie Superman, con su nuevo rostro, se extendió a lo largo de 15 episodios de media hora, que adaptaban las aventuras del héroe en la versión radiofónica. La producción se volvió un éxito y convirtió a su protagonista en parte del imaginario estadounidense que ensalzaba los valores del país.

En 1950, tuvo una secuela, Atom Man vs. Superman, con el mismo número de episodios que la anterior. Para entonces, Kirk Alyn se había convertido en una pequeña celebridad. Sin embargo, cuando un año después renunció a interpretar el personaje, tuvo dificultades para encontrar otras oportunidades. Finalmente, acabó por retirarse del cine sin lograr un éxito semejante al que le acompañó al encarnar al hijo de Krypton. 

Éxito y caída del nuevo rostro de Superman

George Reeves fue el siguiente en llevar las mayas azules y rojas. En su caso, la serie televisiva que protagonizó se transmitió entre 1952 y 1956. Al principio, se analizó la idea de crear una película de una hora de duración con la estética y los recursos de la serie b de la ciencia ficción. No obstante, el éxito previo de las aventuras del héroe en la pantalla pequeña demostró que era mucho más viable un piloto con la misma inversión. 

George Reeves, el nuevo rostro de Superman en los años 50.
George Reeves fue la nueva cara de Superman durante los años 50.

El actor, que había sido seleccionado cuando la decisión todavía no estaba tomada, dudó si seguir con el proyecto. Por aquel entonces, la televisión se consideraba un medio muy inferior al cine e incluso era un obstáculo para el éxito de cualquier intérprete. Sin embargo, acabó aceptando. Las grabaciones comenzaron en verano de 1951 y, dos años después, la serie era tan popular como para considerarse patrimonio público.

El nuevo rostro de Superman formaba parte de pequeños cortos sobre salud y buenas costumbres y de folletos alusivos a la moral y la importancia de la educación. El Hombre de Acero pertenecía ahora a una generación convencida de la importancia de una conducta intachable y de los altos ideales, en ocasiones poco realistas. Algo que la serie reflejó en historias con moralejas aleccionadoras.

Sin embargo, por extraño que parezca, a pesar de convertirse en una celebridad nacional, George Reeves tuvo dificultades para soportar el peso de la simbología del personaje que interpretaba. De nuevo, el hombre que encarnaba al superhéroe se veía obligado a luchar contra su interpretación más famosa. Dejó de recibir papeles y, tras abandonar la producción, atravesó todo tipo dificultadas de índole personal. En 1959, fue encontrado muerto de un disparo en circunstancias poco claras que todavía se debaten como un misterio de Hollywood.

Un dato curioso sobre su historia es que, en el 2006, Ben Affleck interpretó al actor en la película Hollywoodland, una versión ficticia basada de forma libre en los hechos más relevantes de su vida.

La pantalla grande recibe al héroe definitivo

Christopher Reeve, el rostro de Superman por excelencia.
Christopher Reeve, el Superman por excelencia.

Según el director Richard Donner, Christopher Reeve era el Superman por excelencia. Algo en lo que insistió incluso cuando la saga ya estaba en decadencia y el realizador se encontraba alejado de los proyectos relacionados con su historia. Tal vez por eso, la combinación entre el cineasta y el intérprete dio como resultado una de las versiones más memorables, emotivas y significativas del superhéroe.

La película Superman llegó al cine en 1978 y encarnaba el espíritu esencial de su versión en las historietas. También reflejaba una década marcada por los cambios y un cinismo en el lenguaje cinematográfico que, en contraste, hizo parecer su argumento revolucionario. El guion estuvo a cargo de, al menos, cuatro reconocidos escritores: Mario Puzo, David Newman, Leslie Newman y Robert Benton. Aunque, finalmente, la historia sería reescrita por Tom Mankiewicz, acreditado como parte del equipo creativo. Con 55 millones de dólares de presupuesto, fue un proyecto ambicioso que desafió las expectativas más pesimistas.

La tradicional figura de DC se enfrentaba ahora a un público poco entusiasta con su bondad ingenua y timidez. Pero Richard Donner y su equipo transformaron la película en una nueva aproximación a la forma de comprender el heroísmo. La bondad como parte de una idea colectiva inspirada por el bien como propósito. Algo que Superman II (1980), Superman III (1983) y Superman IV: En busca de la paz (1987) conservaron a pesar de ser considerablemente inferiores a la original. 

Christopher Reeve, el nuevo y flamante rostro de Superman, obtuvo celebridad inmediata, pero cargó con el mismo problema que el resto de los actores que interpretaron al héroe y no obtuvo ningún papel significativo tras abandonar la capa roja. En 1994, sufrió un gravísimo accidente ecuestre que le provocó una parálisis total. Murió en el 2004. En ese momento, la franquicia entró en un punto muerto y pareció haber perdido su conocido influjo en el cine y la cultura del entretenimiento.

Un regreso tímido y una nueva cara para Superman

Mientras en el cine la saga del Hombre de Acero parecía haber desaparecido, sus aventuras volvieron a la televisión. En 1993, la serie Lois y Clark, las nuevas aventuras de Superman comenzó como un discreto intento de recuperar al héroe desde sus inicios.

Dean Cain, el nuevo rostro de Superman en la televisión
Dean Cain y Teri Hatcher, los protagonistas de la serie televisiva Lois y Clark.

De modo que, el argumento, que abarcó cuatro temporadas, se concentró en los protagonistas, Teri Hatcher y Dean Cain, el nuevo rostro de Superman. Desde su trabajo como periodistas o su romance, hasta una vida en común. La producción fue un cambio de rumbo en la forma de comprender al héroe.

No solo lo presentó ante una generación más joven de espectadores, sino que lo humanizó de maneras sutiles e inteligentes. En el contexto de Clark Kent, tuvo mayor importancia la idea de un hombre en busca de un objetivo e identidad. Lo que permitió que la serie Smallville, encabeza por Tom Welling, se convirtiera en un fenómeno juvenil durante la primera década del milenio. Centrada en el joven hombre que fue antes de llevar la capa roja, esta nueva cara de Superman reinterpretó al personaje desde una perspectiva amable y juvenil.

El hijo pródigo vuelve al cine

Solo era cuestión de tiempo que la clásica figura de DC regresara al mundo cinematográfico y lo hizo en una especie de homenaje tardío a la obra de Richard Donner. Superman Returns, dirigida por Bryan Singer, se estrenó en 2006. Tenía un aire atemporal que conservaba la ingenuidad de la encarnación de Christopher Reeves, pero con mayores matices que la suya.

Brandon Routh fue la nueva cara de Superman en Superman Returns
Brandon Routh fue la nueva cara del héroe en la película Superman Returns.

En una combinación poco efectiva del tono de las series que habían llevado a Superman a una nueva época y una épica nostálgica, la película carecía de identidad. Su protagonista, el nuevo rostro de Superman, Brandon Routh, era un actor desconocido por entonces en Hollywood que llevó el traje clásico y trató de brindar vulnerabilidad a su papel. 

Sin embargo, y a pesar de la profundidad de algunas facetas de su personalidad que se abordan en la película, fue considerada una decepción. Una oportunidad perdida para brindar renovadas dimensiones al incorruptible héroe y lo que este podía representar en una audiencia inédita.

Un nuevo rostro para Superman con el que hacer frente a Marvel

En 2013, con un proyecto de largo alcance que trataba de emular a su tradicional rival Marvel, DC decidió dar un giro inesperado. Una película que tenía como eje central a su figura clásica y estaba dirigida por Zack Snyder, conocido por la exitosa 300, del 2006. Como nuevo rostro para Superman, Warner escogió a un intérprete británico desconocido: Henry Cavill. La combinación de factores condujo a la encarnación más dura, pesimista y humana del héroe. El hombre de acero, estrenada en 2013, reflexionaba sobre la desazón de la naturaleza dual de un muy humano Clark Kent. A la vez, acerca de la búsqueda de su historia, su objetivo y su forma de comprender el mundo.

La exploración, en clave de cine intimista, sorprendió. En especial, cuando el personaje tuvo que tomar la decisión de matar, pues, hasta entonces, Superman había sido por completo incorruptible. Pero en el guion de David S. Goyer, basado en una idea original de Christopher Nolan, el mundo es un lugar sombrío que empuja al héroe a luchar contra su propia oscuridad.

Henry Cavill es el nuevo rostro de Superman en El hombre de acero.
Henry Cavill fue el nuevo rostro de Superman en El hombre de acero.

Esta misma versión del último hijo de Krypton fue incluida en Batman vs Superman: el origen de la justicia (2016), Liga de la Justicia (2017) y el llamado Snyder Cut de la misma película, estrenado en 2021. En todas ellas se enfatizó la naturaleza ambigua, llena de matices y contradicciones, de un hombre dividido por dos visiones sobre el mundo. No obstante, con la desaparición del llamado Snydeverse y la salida de Henry Cavill de las producciones de DC, esta versión se ha descartado en el futuro cinematográfico de la editorial.

De vuelta a la inocencia

Por ahora, la única versión del superhéroe en activo en el mundo del entretenimiento es la encarnada por Tyler Hoechlin, de la serie Superman & Lois. El argumento cuenta la historia de la pareja titular, de vuelta en Smallville, y su objetivo de educar a su familia en la ciudad rural. Un giro argumental diferente de todas las versiones de las últimas décadas que supone un reinicio simbólico de considerable peso en la memoria colectiva.

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Ahora mismo se encuentra en producción la adaptación del cómic Superman: Legacy, de Mark Waid y Leinil Francis Yu. La futura película, que todavía no tiene un nuevo rostro para Superman, será el comienzo del inédito trayecto de DC en el mundo del cine. Según su director y guionista, James Gunn, se trata de una vuelta a los valores que sostuvieron la larga y fructífera historia del simbólico personaje. El proyecto mostrará al héroe desde un ángulo humano, bondadoso y casi ideal. Un comienzo para su nueva travesía en la pantalla grande y nuestra forma de comprender su importancia en la cultura popular contemporánea.