Hablar con otras personas, en directo y mediante mensajes de texto por internet. Hoy es algo de lo más natural gracias a plataformas como WhatsApp, Telegram, Facebook, Instagram, Twitter, Discord y demás aplicaciones disponibles en el teléfono móvil y en otros dispositivos. Es más: lo habitual es enviar mensajes de audio que podemos responder cuando queramos. Pero hubo un tiempo en el que estas comunicaciones eran algo más exóticas, solo al alcance de unos pocos que vivieron la llegada de internet a España y que conocieron el IRC-Hispano. La internet de verdad, no InfoVía.
Hace unos años escribí un artículo recordando las primeras aplicaciones de mensajería instantánea. En aquel entonces, los teléfonos móviles solo podían enviar y recibir SMS. Lo de la internet móvil tardaría en llegar. Pero desde tu computadora podías comunicarte con personas de todo el mundo por internet –mucho más económico que hacer una llamada telefónica internacional, además–. Y programas de ordenador como ICQ, AIM o MSN Messenger fueron el primer contacto de muchos con otras personas al otro lado de la pantalla.
Pero antes de esos nombres, y luego en paralelo, existió el IRC, una tecnología más primeriza que ayudó a miles de personas a conocerse entre sí, comunicarse con amigos sin necesidad de usar el teléfono o intercambiar archivos de ordenador a ordenador en una época en la que cada byte contaba. Ofrecía comunicación en tiempo real con mensajes de texto, chats entre dos o más personas... Y, en España, un grupo de pioneros decidió que merecíamos nuestra propia red de servidores de IRC. Y, cómo no, su nombre fue IRC-Hispano o IRC Hispano.
De los BBS al IRC, la prehistoria de las comunicaciones online
En los inicios de internet, los ordenadores se conectaban a internet a través de la línea telefónica. Olvídate del ADSL o de la actual fibra óptica. Además, solo unos pocos accedían a internet, si es que se podía llamar así. Cada minuto que te conectabas lo pagabas como si fuera una llamada telefónica. Y si te conectabas a un ordenador ubicado en el extranjero, pagabas como si hicieras una llamada al extranjero.
Uno de los primeros servicios o tecnologías para comunicarse entre sí los primeros internautas fueron los BBS o bulletin board system. Eran el equivalente virtual a los tablones de anuncios que encontramos en oficinas, universidades o bibliotecas. Conectándote al BBS, podías ver menajes de otras personas y responder. O crear temas nuevos. Un antecesor de los foros que triunfó entre 1980 y 1990. Primero en Estados Unidos y luego en el resto del mundo. En España también hizo sus pinitos. Es más: puede que siga existiendo algún servidor BBS en la actualidad.
Los inconvenientes de los BBS
Los BBS necesitaban un servidor para hospedar ese contenido. Servidor que podía ser cualquier ordenador que pudiera estar conectado suficientes horas para que los miembros del mismo pudieran conectarse, descargar el contenido y subir sus aportaciones. Cada minuto contaba porque, como he dicho, cada minuto se cobraba a precio de llamada telefónica. De ahí que algunos BBS fueran de pago para mantener el coste del servicio. En especial si ese servidor local de BBS debía sincronizarse con otro servidor de BBS ubicado en otro país.
El principal problema de los BBS era que se trataba de un sistema de comunicación asíncrono, es decir, que tú enviabas el mensaje y esperabas a que obtuviera respuesta. Como el correo electrónico, que también existía en aquel entonces. La solución llegaría en 1988 con las siglas IRC, Internet Relay Chat. La idea de su creador, el finlandés Jarkko Oikarinen, era mejorar las prestaciones que ofrecían los BBS que gestionaba en la Universidad de Oulu. Principalmente, facilitar la comunicación en tiempo real. Lo que siempre hemos llamado chat, que en inglés significa hablar o conversar.
Con el IRC llegan las comunicaciones por internet en directo
Así, la primera red IRC con el primer y único servidor se puso en marcha en Finlandia y permitió a Oikarinen y a sus amigos conversar con mensajes de texto en tiempo real. Pronto, el programa necesario para poner en marcha del servidor y los clientes IRC fue compartiéndose por Finlandia, y fuera de sus fronteras. Eso sí, en el ámbito académico. En aquel entonces, solo las universidades podían permitirse conexiones suficientes para acceder a internet. Para 1989, ya existían 40 servidores alrededor del mundo.
No vamos a extendernos demasiado. La expansión del IRC siguió, apareciendo más servidores, redes y ampliando la red IRC mundial. Incluso hubo alguna que otra polémica como EFnet, que daba demasiada libertad y generaba problemas al duplicarse nicknames, los nombres de los usuarios. De ahí que se “expulsara” de la red. Con el tiempo surgieron otras redes IRC que se hicieron muy populares como Undernet, Freenode, QuakeNet, IRCnet o DALnet.
En su mejor época, cada día se conectaban unas 100.000 personas a la red IRC. Para hacernos una idea, en 1990 había unos 3 millones de internautas. De ellos, el 73% en Estados Unidos y el 15% en Europa. Y los servidores antes mencionados podían superar los 200.000 usuarios registrados. Eso sí, a partir de 2004, las estadísticas de usuarios de IRC indican una bajada que llega hasta nuestros días. La mensajería instantánea, las conexiones más rápidas y los teléfonos móviles surgieron como alternativas más modernas para una tecnología que había sido pionera en su momento pero que había envejecido.
El IRC llega a España y nace IRC-Hispano
En los años 90 del siglo pasado, internet en España estaba en pañales. Como vimos en un artículo anterior, el acceso a esta nueva tecnología estaba limitado a unas pocas universidades y organismos públicos que formaban parte de RedIris, la red española para la Interconexión de los Recursos Informáticos de las universidades y centros de investigación.
No es hasta 1993 y 1994 que llegan los primeros proveedores de internet para empresas. Goya Servicios Telemáticos, representante en España de la red Eunet y de Spritel, que ofrecían únicamente correo electrónico. Y en 1994 llega Servicom, que básicamente ofrecía acceso a información de bases de datos. Se llamaba internet pero no era el mundo abierto al que estamos acostumbrados. Se trataba de acceder a servidores que ofrecían un servicio: correo electrónico, noticias, bases de datos…
En este contexto, van surgiendo proveedores o ISPs con una cartera de servicios variadas entre sí y un alcance geográfico limitado. Una de las más populares en esta historia fue Arrakis, que nace a finales de 1995. Y entre sus servicios contaba con su propia red de IRC. Así, el nacimiento del IRC-Hispano o IRC Hispano se produce en 1996 cuando aúnan esfuerzos modestos proveedores de internet como EncomIX (Zaragoza), Conexis (Barcelona) o LleidaNet (Lleida). La lista crecerá hasta más de veinte proveedores hacia 2002, su época de mayor esplendor, con nombres como Mundivia, RedesTB, CTV, Servicom, Jet, InforEspaña o Minorisa.
El éxito del IRC Hispano
Uno de los ISP más populares, dentro y fuera del IRC-Hispano, será Arrakis. Merece mención aparte porque por tamaño estuvo a punto de hacerse con el control de la red, pese a ser un miembro más de una asociación paritaria. Varios conflictos internos hicieron que se fuera por libre a finales de 1998. Pero el IRC-Hispano seguirá más allá en el tiempo. Podéis leerlo, en detalle, gracias al libro Hackstory de Mercè Molist. Se puede descargar gratis desde su página web.
El IRC Hispano logró en 1998 alcanzar la cifra de más de 2.000 usuarios y 700 canales de chat repartidos en 17 proveedores que ofrecían gratuitamente los servidores que formaban la red IRC Hispano. Esa gratuita tenía su por qué: para acceder a los servidores necesitabas contratar los servicios de un proveedor. Y qué mejor proveedor que el que cuenta con servidores IRC.
Como curiosidad, los servidores del IRC Hispano tenían nombres espaciales. Desde planetas como Mercurio, Saturno, Júpiter o Marte a otros cuerpos celestes como Sol, Vega, Fuego, Caronte o Fénix. La aportación de Arrakis fue también original, con nombres como Atreides, Especia o Dune. Tampoco faltó un servidor de nombre Coruscant.
Los canales eran de todo tipo de temáticas. Además de hacking o tecnología, cada ciudad o población tenía su propio canal. Había canales por idiomas, por edades, de aficiones concretas como cine, música o videojuegos… Lo habitual era entrar a varios de estos canales y mantener dos o más conversaciones a la vez. Algo que no es exclusivo de WhatsApp, Discord o Telegram.
Manual de uso de IRC
Como hemos visto, la tecnología IRC consistía en un servidor IRC que facilitaba las comunicaciones entre los clientes. La unión de servidores creaba una red, como la del IRC-Hispano, y estas redes podían convivir por separado. De ahí que cuando querías conectarte al IRC, los programas te preguntaban a qué red querías acceder y a qué servidor. En una misma red convivían canales de chat y usuarios, que podían hablar en los canales o en conversaciones privadas. El equivalente actual más parecido es Mastodon o Discord.
Una vez en los canales, que podían ser públicos o privados, había una jerarquía de usuarios. A los privados se podía acceder solamente por invitación. Los administradores podían impedir a otros mandar mensajes, expulsar a otros usuarios, etc. Eran los únicos con acceso a la configuración del canal. En determinadas situaciones, solo podían enviar mensajes al canal quienes tuvieran permiso, lo que se traducía en el símbolo + al lado de su alias o nickname. Los administradores tenían una @ como diferenciador. Y no podemos olvidar al fundador o founder, que era el creador de ese canal.
Además de los usuarios, había bots que cumplían determinadas funciones. Los más importantes eran NiCK y CHaN. El primero se encargaba del registro y autenticación de nicknames o alias de los usuarios. Otros bots eran CReG o MeMO. Por lo demás, el IRC funcionaba con comandos. Los habituales los memorizamos, pero gracias a los scripts podías ejecutarlos pulsando un botón.
Los clientes IRC más populares en España
Los primeros clientes IRC, necesarios para conectarte a la red IRC que tuvieras a mano, funcionaban en modo texto. Nombres como ircII o BitchX se crearon para UNIX, el sistema operativo habitual en los ordenadores de las universidades que tenían acceso a la internet de entonces.
En un momento dado, los clientes IRC incorporaron el protocolo DCC, que permitía conectar directamente a usuarios entre sí en conversaciones privadas, independientemente de los servidores de IRC. Y una de las funciones más prácticas de este protocolo era la posibilidad de enviar y recibir archivos. En ese contexto en el que las conexiones eran lentas y se cortaban con frecuencia, el intercambio por DCC era un gran avance.
Pero la popularidad del IRC haría que surgieran clientes gráficos para sistemas operativos como Windows. El más popular fue mIRC. Pero hubo otros, como ChatZilla, creado por Mozilla, los creadores de Firefox. Y en Mac OS X, uno de los más populares fue Colloquy. El éxito de mIRC, creado en 1995 por Khaled Mardam-Bey fue debido a varios motivos. El principal, que Windows estaba convirtiéndose en el sistema operativo estrella para ordenadores personales. Y, segundo, aunque era de pago, en la práctica cualquiera podía usar gratis este cliente IRC. Y modificarlo.
Precisamente, el éxito de mIRC tiene que ver con los scripts que añadían mejoras al software base. En la época dorada del IRC-Hispano, podías ver usuarios que mostraban mensajes en colores, ejecutaban juegos en los canales, reproducían música y un largo etcétera de funciones que no venían por defecto. Esos añadidos venían en los scripts. Los más populares en España, X-CRiPt e IRCap. Y otros más avanzados, y con funciones de hacking y seguridad, fueron Orbital, PhAnATiC o Mesías.
La fiebre por los scripts de mIRC
IRCap fue creado en 1997 por Carlos Esteve Cremades. Se trataba de una pequeña mejora del mIRC original para uso personal y enfocado al IRC-Hispano. Pero servía para otras redes IRC. Decidió compartirlo en la web y se hizo tan popular que fue incorporando mejoras importantes como protecciones, comandos de IRC en forma de atajos, reproductor de música, gestor de logs con las conversaciones grabadas, juegos y skins que cambiaban el aspecto del programa. Además, llegó a estar traducido a varios idiomas: inglés, francés, italiano, alemán, polaco, portugués, catalán, euskera y gallego.
X-CRiPt fue otro must-have de la época para el IRC-Hispano. Su creador, bajo el alias TeMpEsT, dotó este script de mIRC de herramientas para disfrutar de las conversaciones, jugar a juegos y protegerte de los ataques externos. Aquí encontrarás un manual de la época. Precisamente, muchos scripts de mIRC contaban con automatizaciones para que novatos y amateurs lanzasen ataques a otros usuarios como nukes, floods o troyanos. El primer contacto de muchos con el hacking. Comportamientos que, en muchos canales y servidores, suponía la expulsión o baneo.
Qué fue del IRC Hispano
Todo llega a su fin, y el IRC Hispano no es una excepción. Hoy en día, lo que fue esta red de IRC se conoce con el nombre de Chat Hispano, “la mayor red de chat gratis en español”. Sigue manteniendo reminiscencias de la antigua IRC pero básicamente es un servicio de chat para países hispanohablantes que funciona desde la web, aplicaciones móviles y apps de escritorio. Con todo, en su ayuda encontrarás todo lo que necesitas saber sobre esta tecnología.
La época dorada del IRC-Hispano es la primera década del siglo XXI. Llegó a tener casi 3 millones de usuarios únicos al mes. En 2002, tuvo picos de 45.000 usuarios, siendo la primera red IRC en español y una de las diez primeras en todo el mundo. Pero las rencillas internas llevaron a que esta red de chats en español acabase por morir de éxito. Tengamos en cuenta que se trataba de una organización que unía una veintena de empresas del mismo sector pero con objetivos distintos. Sin entrar en detalles, con los años, algunos miembros fundadores se fueron por libre.
También hubo cambios en la dirección de la organización y, finalmente, en el verano de 2009, la estocada llegó cuando IRC-Hispano y Telefónica fusionaban el IRC con el chat de Terra. Toda una hecatombe, ya que suponía mezclar dos públicos muy distintos entre sí. Además, se perdía aquella libertad que daba una red independiente y que, en adelante, pasaba a manos del principal ISP español. Finalmente, en 2015, el IRC Hispano abandonó su nombre. Para entonces, poco quedaba de aquella red de comunicaciones que había unido a los primeros internautas y que había supuesto uno de los proyectos españoles más ambiciosos que hemos visto en el ámbito tecnológico.