Elon Musk va a tener que esperar, por el bien de todos. La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos rechazó la autorización que pidió Neuralink, la controversial y ambiciosa compañía fundada por Musk, para comenzar a probar chips en cerebros humanos. No es seguro, dijo la autoridad regulatoria.

La idea de Elon Musk y Neuralink es insertar pequeños chips en los cráneos de las personas para tratar enfermedades como la parálisis y la ceguera. Sin embargo, la FDA dijo que tenía "docenas" de dudas sobre posibles riesgos en el uso de estos dispositivos, informó Reuters.

Estos chips se insertarían en el cerebro gracias a filamentos microscópicos. El objetivo sería aprovechar la inteligencia artificial para captar la actividad cerebral a través de una interfaz cerebro-computadora. La agencia gubernamental cree que uno de los peligros, por ejemplo, es que estos pequeños dispositivos podrían desplazarse a otras partes del cerebro. O peor: podrían recalentarse, lo que supondría un riesgo importante para las funciones cognitivas de los involucrados.

La insistencia de Elon Musk en probar chips en cerebros humanos

Elon Musk, Neuralink
Elon Musk en noviembre de 2022 en un evento de Neuralink.

Aunque se dio a conocer ayer, la solicitud de la que informa Reuters fue rechazada a principio de 2022. Elon Musk, a pesar de esto, anunció en noviembre pasado que en menos de seis meses todo estaría listo para que su equipo comenzara a probar chips en cerebros humanos. Pero este anuncio lo ha repetido al menos cuatro veces desde 2019 y nada ha pasado todavía.

Tres miembros del personal de Neuralink dijeron a Reuters, bajo condición de anonimato, que ellos mismos no creían que la compañía pudiera resolver rápidamente los problemas planteados por la agencia reguladora.

Es bastante normal que una empresa de dispositivos médicos sea rechazada en un primer intento. Este tipo de autorizaciones para realizar testeos en humanos suelen tardar años. Por ejemplo, NeuroPace, empresa fundada en 1997, tardó 16 años en recibir el visto bueno de la FDA para fabricar un implante cerebral que trate la epilepsia. Neuralink se creó recién en 2016, pero la paciencia no se entiende con la ambición de Elon Musk.

También lo apura el hecho de que la competencia le lleva ventaja. Al menos 42 personas en todo el mundo ya han usado implantes cerebrales en ensayos clínicos dirigidos por Synchron Inc, su gran rival, informó The Washington Post. La empresa cuenta con el apoyo de los multimillonarios Bill Gates y Jeff Bezos. 

Neuralink hizo una presentación en 2021 en la que mostró a un mono jugando al Pong. Al principio, se ve al animal utilizar un joystick. Pero, más tarde, asegura la empresa en el video, el mono sigue interactuando con el juego pero usando solo su mente. Esta fue la primera gran demostración pública que hizo la compañía sobre sus capacidades.

YouTube video

La polémica estalló al poco rato, luego de que Neuralink confirmara en febrero de 2022 que varios animales murieron en los experimentos. El Comité de Médicos por una Medicina Responsable, una organización que aboga por alternativas a la experimentación con animales, denunció a la empresa por crueldad animal y pidió a las autoridades que suspendieran las pruebas.

Miembros del personal de Neuralink le informaron a Reuters que la empresa pidió que se aceleraran los experimentos con animales. El objetivo es intentar recopilar más datos que resolvieran las dudas de la FDA y así lograr la autorización para probar chips en cerebros humanos.

Elon Musk no se amilana. Ha prometido que curará la depresión, la obesidad y hasta la esquizofrenia. Y ha ido más allá: "Podrás guardar y reproducir recuerdos…. El futuro va a ser extraño", dijo en un evento de la compañía en 2020. También ha dicho de todo para demostrar que sus inventos son seguros. En noviembre pasado, por ejemplo, dijo que confiaba tanto en su desarrollo, que estaría dispuesto a implantárselos a sus propios hijos.