Elon Musk se llevaba muy bien con Jair Bolsonaro, el expresidente brasileño de extrema derecha. Ambos llegaron a un acuerdo en mayo de 2022 para lanzar en la Amazonia un proyecto de conectividad impulsada por la red de satélites de una de las empresas del magnate, Starlink. "Súper emocionado de estar en Brasil", dijo entonces Musk, con la promesa de beneficiar a 19 mil escuelas rurales. Casi un año después, los beneficios llegaron, pero a la red de mafias mineras de la región.
Un grupo de agentes federales asaltaron el martes de esta semana una mina ilegal en la selva amazónica. AP informó que el operativo ocurrió en la zona conocida como Ouro Mil, controlada por el Primer Comando de la Capital, una de las organizaciones criminales más temidas de Brasil. Luego de enfrentarse a tiros, los delincuentes huyeron, pero olvidaron algunas de sus pertenencias. Entre ellas, dos equipos de internet de Starlink.
Starlink es una división de la agencia aeroespacial SpaceX. Ya tiene casi 4.000 satélites en órbitas bajas, que brindan internet satelital a más de un millón de usuarios en 33 países. Por su naturaleza, tiene capacidad para operar en zonas recónditas.
Elon Musk, por ejemplo, se convirtió en un actor más en la guerra entre Ucrania y Rusia al decidir mantener activo el servicio en la zona de conflicto. Es la misma herramienta que ahora le sirve a los mineros ilegales en la Amazonia para coordinar sus operativos, alertarse sobre posibles redadas y hasta efectuar pagos sin tener que salir de la selva.
Como operan las mafias en la Amazonia gracias al servicio de Elon Musk
Las autoridades ya han capturado al menos siete equipos de Starlink en la selva amazónica, informó Ibama, la agencia medioambiental brasileña, de acuerdo con lo publicado por AP. Antes de que la tecnología de Elon Musk llegara a la Amazonia, los delincuentes tenían que hacer un gran esfuerzo para conectarse a internet: viajes en avión, técnicos especializados, antenas de gran tamaño que no podían ser trasladas en casos de allanamientos.
Todo cambió con Starlink. La instalación la puede hacer una persona, funciona en movimiento y la conexión es tan buena como en las grandes ciudades de Brasil. Medios locales informan que las antenas se revenden a través de grupos de Whatsapp en hasta 1.700 euros. El periódico Brasil de Fato preguntó al representante legal de Starlink en Brasil, Vitor Urner, si la empresa pretendía tomar medidas para suspender el servicio de la región. El vocero dijo que no estaba autorizado para declarar.
El nuevo presidente de Brasil, Luis Lula da Silva, ha potenciado la labor de las autoridades para perseguir los delitos ambientales, sobre todo en los territorios indígenas más importantes del país. Estas comunidades se ven afectadas por la contaminación de los caudales de agua producto de la minería ilegal, además de ser víctimas del acoso o la extorsión.
La fuerzas policiales, paradójicamente, han empezado a utilizar Starlink para poder enfrentar a las mafias. Un funcionario informó a AP que en el operativo del martes en la Amazonia emplearon, para sus comunicaciones internas, el servicio de Elon Musk.
La intervención de Musk en Ucrania y la conexión en los móviles
Sobre la promesa de Elon Musk de conectar a estudiantes en la Amazonia, casi nada. Hasta septiembre de 2022, el servicio había llegado solo a tres escuelas de la región metropolitana de Manaos, en el noreste de Brasil, de acuerdo con medios locales. El Ministerio de Comunicaciones confirmó a AP que no han firmado ningún contrato con SpaceX.
Mientras tanto, el multimillonario juega en la guerra. El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, reconoció en febrero que mantenía conversaciones con Elon Musk sobre su servicio satelital en Ucrania. Días antes, SpaceX había informado que tomaría medidas para evitar que los militares ucranianos siguieran aprovechando el internet de Starlink.
SpaceX ha enviado de forma privada camiones cargados de terminales de conexión a la zona en conflicto. Los ucranianos los han usado para, por ejemplo, activar drones de combate en la guerra con Rusia, algo con lo que no estaría de acuerdo la compañía. "Nunca se pretendió convertirlo en un arma", dijo Gwynne Shotwell, directora de Starlink, a principio del mes pasado.
Lo último de Starlink fue que anunció esta semana que comenzaría a probar su cobertura satelital en dispositivos móviles. Hasta ahora, solo había ofrecido conexión a Internet en hogares, comercios y transportes. Y bueno: también en la guerra de Ucrania y en la minería ilegal en la Amazonia.
