Los beneficios del café llevan muchos años en estudio. Uno de los que han estado mucho tiempo en el punto de mira de los científicos es la reducción de los niveles de grasa corporal y, con ello, la prevención de la obesidad y enfermedades metabólicas como la diabetes tipo 2. Ahora, un nuevo estudio apoya esos datos con un planteamiento diferente.

Hasta ahora se trataba de estudios observacionales. Es decir, no había intervención por parte de los investigadores, pues lo único que se hacía era seguir durante un tiempo la evolución de un grupo de personas y comparar diversos parámetros con su consumo de café. El problema de este tipo de estudios es que, como mucho, se puede encontrar una correlación, pero no una causalidad. Es decir, se sabe que hay relación, pero no se conocen los motivos. 

Se señala la prevención de la diabetes como uno de los beneficios del café, pero no hay seguridad. Por eso, el estudio que se publica ahora en BMJ Medicine es un nuevo punto a favor, ya que añade a la ecuación una metodología diferente: la aleatorización mendeliana. Pero veamos qué quiere decir esto.

De los perjuicios a los beneficios del café

Durante mucho tiempo, se pensó que el café podría causar enfermedades cardiovasculares por sus niveles de cafeína. Además, hubo un tiempo en el que se clasificó como cancerígeno. No obstante, después se desmintió esta información, pues se comprobó que la relación entre el cáncer y el consumo de café podría estar más relacionado con la temperatura elevada a la que algunas personas toman la bebida o su consumo junto a otros hábitos, como el tabaco.

Con el tiempo, en cambio, se han empezado a estudiar muchos beneficios del café, desde la posible prevención de algunos tipos de cáncer hasta la protección frente ataques cardiovasculares. Todo lo contrario de lo que se creyó en aquel momento.

También se le encontró cierta relación con la disminución de los niveles de grasa corporal y todos los beneficios que eso conlleva. Y es aquí donde entra en juego este nuevo estudio.

diabetes

Menos obesidad y prevención de la diabetes

Los estudios observacionales ya apuntaban a lo mismo que el estudio que se acaba de publicar. Pero este trabaja con la aleatorización mendeliana, por lo que está más cerca de hallar una causalidad.

La aleatorización mendeliana consiste en que se mide la variación en genes de función conocida para examinar las causas de un factor de riesgo. En este caso, por ejemplo, los genes seleccionados fueron CYP1A2 y AHR. Son conocidos porque determinan la velocidad a la que nuestro organismo es capaz de procesar la cafeína. Determinadas variantes de estos genes hacen que la procesemos más despacio, de modo que permanece más tiempo en nuestro organismo y no necesitamos tomar mucho café. Otras, en cambio, nos hacen procesarlo tan deprisa que apenas notamos los efectos y debemos tomar muchos para mantenernos despiertos y activos.

Con la primera, aunque se procese más despacio y no haya que tomar tanto, el efecto inmediato es que la cafeína permanece más tiempo en el organismo. Por eso querían estudiar estas variantes. Así, se vio que, de las 10.000 personas estudiadas, quienes tenían esta variante de procesamiento lento solían tener niveles de grasa corporal más bajos y una menor tendencia a la diabetes tipo 2. Por lo tanto, esta vez se estaba encontrando una correlación directa con la permanencia de la cafeína en la sangre, no era solo una simple casualidad.

Aun así, los expertos advierten que esto no significa que el café sea una pócima mágica para prevenir la diabetes. Ni que vaya a ayudar a reducir los niveles de glucosa en quiénes ya tienen diagnosticada la enfermedad. Simplemente, tenemos una muestra más de que esta preciada bebida hace mucho más que despertarnos por las mañanas. También puede ayudarnos, junto a otras medidas, a tener una vida más sana. 

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