El caso de la desaparición de la pequeña Madeleine McCann vuelve a estar en el candelero 15 años después, a causa del testimonio en redes sociales de una joven que casi asegura ser ella. La chica, una polaca llamada Julia Faustyna, reconoce que no puede afirmarlo con un cien por cien de seguridad, pero que está prácticamente convencida de ser ella. Se basa en su parecido físico y también en la presencia de rasgos excepcionales, como manchas, lunares e incluso una rara condición en el ojo, conocida como coloboma.

Sin embargo, según ha explicado en una cuenta de Instagram creada específicamente para reivindicar su situación, ni la policía inglesa ni la polaca parecen tomarla en serio. Ella pide realizarse una prueba de ADN y, para ello, ha llegado incluso a intentar ponerse en contacto con los padres de la pequeña desaparecida en Portugal. Finalmente, parece ser que estos han aceptado, aunque esto es solo lo que dice la joven, de 21 años. Los progenitores de Madelein McCann no han hecho declaraciones al respecto.

Pero dejando todo eso a un lado, ¿es tan raro que dos personas tengan esas mismas marcas en la piel? Y, sobre todo, ¿es posible que coincida con un coloboma en el mismo ojo? Para responder a esto, lo primero que debemos hacer es analizar en qué consiste esta condición ocular y cuál es su incidencia. 

La mancha del ojo de Julia y Madeleine McCann

Desde el momento de la desaparición de Madeleine McCann se pensó que el coloboma de su ojo podría ser un buen rasgo distintivo para identificarla, llegado el momento.

En general, un coloboma es una afección en la que falta parte del tejido normal del ojo. Puede ser en distintas estructuras, pero el de Madeleine McCann era un coloboma del iris. Este aparece normalmente desde el nacimiento y se ve como una ranura en la parte central de la pupila. Es posible que no cause síntomas o que, si no está adherido a la pupila, provoque algunos problemas de visión. Además, en aproximadamente un 15% de los casos de coloboma, se pueden dar anomalías en otras partes del cuerpo, como el sistema nervioso central, los oídos, el esqueleto o el sistema urogenital. 

Julia ha mostrado en su cuenta de Instagram I am Madeleine McCann imágenes de su ojo junto al de la niña inglesa, mostrando lo que parece ser un coloboma prácticamente idéntico. Ahora bien, ¿significa eso que, como ella afirma, es Madeleine McCann? No necesariamente.

De hecho, aunque el coloboma es bastante raro, se da en entre 2,4 y 8 de cada 100.000 bebés nacidos vivos. Es una incidencia baja, pero no extremadamente rara, por lo que podría tener esta condición en el ojo sin ser quien dice ser.

Otros rasgos distintivos más allá del coloboma

Además del coloboma, Julia ha encontrado otras coincidencias con Madeleine McCann que han llamado su atención. Entre ellas se encuentran algunos lunares y manchas de nacimiento. Sin embargo, estos también podrían ser algo casual. Además, habría que examinarlos para comprobar que son exactamente iguales. E, incluso así, el parecido no tendría validez si no se complementa con una prueba de ADN.

Por ese motivo, la chica, que asegura que sus padres nunca quisieron mostrarle su partida de nacimiento, ahora se muestra feliz de haber logrado la aprobación de los McCann. Será necesaria esperar para comprobar cuánto hay de verdad en todo esto. 

De momento, lo único que podemos decir, con la ciencia en la mano, es que el coloboma del iris es raro, pero no excepcional, por lo que dos personas con un supuesto parecido físico pueden tenerlo. Esta historia está haciendo arder las redes sociales y seguro que aún quedan algunos capítulos por contar.

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