Mientras que la ley trans ha supuesto un soplo de aire fresco para esas personas a las que durante años se les ha criticado simplemente por manifestar quiénes son en realidad, también ha levantado ampollas en algunos sectores de la sociedad. Por eso, en el programa de Ana Rosa han aprovechado para entrevistar a la Vicepresidenta del Colegio de Médicos de Madrid, Luisa González, quien se ha opuesto firmemente a la ley, calificándola de anticientífica.
Para ello, argumenta que la hormonación puede suponer efectos secundarios muy graves para las personas trans. También asegura que los niños que manifiestan ser trans tienen trastornos mentales. E incluso muestra su rechazo al supuesto contagio social que impulsará la ley trans.
A todo eso ha dado voz el programa de Ana Rosa. ¿Pero qué hay de cierto en lo que dice? Debemos estar muy seguros antes de afirmar que algo es acientífico. Porque la ciencia carece de color político, o al menos debería hacerlo. También debe carecer de prejuicios y ceñirse a las evidencias. Si tenemos eso en cuenta, veamos qué es lo que dice en realidad.
No más efectos secundarios que otros fármacos
Uno de los primeros argumentos que ha esgrimido González en el programa de Ana Rosa es que las personas trans que se hormonan pueden sufrir efectos irreversibles graves. “Hay daños en la fertilidad irrevocables, insatisfacción del deseo sexual y aumento de la incidencia de tumores”.
Esto es cierto en parte, pero hay que tener varios factores en cuenta. El primero es que ser trans no supone necesariamente hormonarse. Muchas personas expresan libremente su identidad sin necesidad de recurrir a las hormonas y eso no las hace menos trans. Ahora bien, si deciden hacerlo, se someten al tratamiento con toda la información disponible. Se les comunican cuáles son los efectos adversos. Del mismo modo que se le comunican a una mujer cis que decide tomar anticonceptivos. Porque sí, estos fármacos también están basados en hormonas, también pueden provocar efectos secundarios y no salen médicos echándose las manos a la cabeza por ello en programas como el de Ana Rosa.
Mitos sobre enfermedades mentales en el programa de Ana Rosa
Otra de las afirmaciones que ha hecho esta médica en el programa de Ana Rosa es que entre las personas trans, sobre todo entre los niños, “hay un 40% que tienen trastornos del espectro autista, un 70% que ha sufrido bullying, abusos o malos tratos”. Además, añade que en todos ellos se diagnostican trastornos adaptativos o de la personalidad. Por eso considera que la ley trans es “una barbaridad”.
En este punto podemos hacernos la típica pregunta de si fue antes el huevo o la gallina. Por supuesto que muchos niños trans sufren bullying. Pero no es el bullying el que les lleva a ser trans, sino todo lo contrario.
En cuanto a los trastornos del espectro autista, es cierto que hay algunos estudios que los relacionan con las personas trans. Pero hay dos cuestiones a tener en cuenta. Por un lado, que la información es limitada y que los propios autores del estudio suelen reivindicar la necesidad de estudiarlo más a fondo. Por otro, que muchos de estos estudios se basan en puntuaciones autoinformadas de rasgos autistas de personalidad. Esto es algo que puede conllevar muchos sesgos, por lo que no serían resultados fiables. Y, aunque lo fuera, incluso si fuese cierto que hay cierta vinculación, habría que encontrar una causalidad, más allá de la casualidad. Es más, incluso si se encontrara dicha causalidad, eso no significaría que las personas trans sean enfermas, ni mucho menos que no deban ser tratadas con su propia identidad de género.
Ahora bien, a raíz de estas declaraciones en el programa de Ana Rosa, se empieza a hablar de que las personas trans tengan una enfermedad mental. Y aquí hay que ser muy claros, porque no, no la tienen. Una enfermedad implica un problema de salud o cualquier desviación del estado fisiológico del organismo. Ellos no tienen ningún problema de salud, ni físico, ni mental. Tampoco hay nada que funcione mal en su organismo. Como mucho, se podría decir que funciona mal cuando no se les permite ser quienes realmente son.
Fuera del manual de Trastornos Mentales
Precisamente por eso, hace años que se eliminó del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-V) el término “Trastorno de Identidad de Género (TIG)” y pasó a llamarse “Disforia de Género”. Se hizo dicha modificación porque no es un trastorno. Y sí que es cierto que muchos de ellos sufren disforia hacia su género. Es decir, una reacción desagradable de rechazo hacia el género que se les ha asignado. Eso se soluciona de una forma tan sencilla como permitir que vivan bajo su propio género. Y no, no hay un contagio social como ella argumenta. De hecho, un estudio publicado en Pediatrics en 2022 concluyó que no hay evidencias de ese supuesto contagio entre adolescentes después de analizar los casos de 91.937 adolescentes estadounidenses en 2017 y 105.437 adolescentes en 2019. En él, se vio que en los periodos en los que habían aumentado las campañas de concienciación, las peticiones de autoderminación de género entre adolescentes llegaron incluso a disminuir, por lo que es un concepto que no se sostiene.
Dicho esto, cabe destacar que González también ha insistido en el programa de Ana Rosa en los problemas que puede suponer todo esto para los menores de edad. No obstante, si bien la ley trans les permite dar ciertos pasos antes de cumplir los dieciocho años, ni se pueden operar ni someterse a ninguna hormonación irreversible. Por lo tanto, no se les hace ningún daño. El bullying ese que a ella tanto le preocupa es mucho más hiriente. Y la solución es justamente la que ella critica.