Las imágenes generadas con inteligencia artificial han sufrido un revés en Estados Unidos. La Oficina de Derechos de Autor de ese país decidió no otorgar la protección de copyright al contenido creado en Midjourney. La decisión ocurre en un momento crucial en el que las IA generativas toman por asalto el mundo y muchos artistas y empresas se protegen legalmente ante su embate.

De acuerdo con un reporte de Reuters, la oficina revisó un caso previo en el que había concedido el registro a la novela gráfica Zarya of the Dawn, de Kristina Kashtanova. Si bien el texto fue escrito por ella, la portada e imágenes del interior se generaron en Midjourney.

Tras varios meses de análisis, la Oficina de Derechos de Autor considera que las imágenes creadas con IA generativas no pueden obtener un copyright. En una carta enviada a la autora, la dependencia indicó que otorgará un registro parcial a la novela. Los oficiales concluyeron que Kashtanova es la autora del texto, selección, coordinación y arreglo del trabajo.

Las imágenes en la obra que fueron generadas por la tecnología Midjourney, no son producto de la autoría humana. Debido a que el registro actual de la obra no niega su contenido generado a mitad de camino, tenemos la intención de cancelar el certificado original emitido a la Sra. Kashtanova y emitir uno nuevo que cubra solo el material expresivo que ella creó.

Oficina de Derechos de Autor de EE. UU.

La autora aceptó la decisión, aunque mencionó que sus abogados y ella estudiarán el mejor modo de buscar un registro total. Ante los ojos de Kashtanova, las imágenes son una expresión directa de su creatividad, por lo que estarían sujetas a derechos de autor.

La legislación estadounidense no protege el contenido generado por IA

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En una carta enviada a Kashtanova , la Oficina de Derechos de Autor menciona que los tribunales estadounidenses consideran como "obras de autoría" a los trabajos creados por autores humanos. "En los casos en que se reclama la autoría no humana, la corte de apelación ha determinado que los derechos de autor no protegen las supuestas creaciones", dice.

La Oficina concluye que las imágenes generadas por Midjourney contenidas en la Obra no son obras originales de autoría protegidas por derechos de autor. Aunque [la autora] afirma haber “guiado” la estructura y el contenido de cada imagen, el proceso descrito en la Carta de Kashtanova deja en claro que fue Midjourney, no Kashtanova, quien originó los “elementos tradicionales de autoría” en las imágenes.

Oficina de Derechos de Autor de EE. UU.

Kristina Kashtanova argumentó que cada imagen se creó por medio de "un aporte creativo central". La autora considera que existe un proceso creativo al escribir la instrucción dentro de Midjourney, Dall-E o cualquier IA generativa. Los abogados de Kashtanova dijeron a la oficina que la estructura visual de cada imagen se crea de un modo similar a una fotografía. Las instrucciones del prompt serían similares a las consideraciones previas del fotógrafo (escenario, iluminación, pose).

No obstante, la Oficina de Derechos de Autor no comparte este sentimiento. En su carta indica que el proceso mediante el cual un usuario de Midjourney obtiene una imagen a través de la herramienta, no es el mismo que el de un artista, escritor o fotógrafo.

Midjourney no interpreta las indicaciones como instrucciones específicas para crear un resultado expresivo particular. Debido a que Midjourney "no entiende la gramática, la estructura de las oraciones o las palabras como los humanos". En su lugar, convierte palabras y frases "en piezas más pequeñas, llamadas tokens, que pueden compararse con sus datos de entrenamiento y luego usarse para generar una imagen".

Oficina de Derechos de Autor de EE. UU.

La decisión final fue aplaudida por algunos artistas que consideran que las herramientas de IA generativa vulneran su trabajo. Hace unas semanas, un grupo de diseñadores entabló una demanda colectiva contra Midjourney y Stability AI por infringir derechos de autor. Posteriormente, Getty Images siguió el mismo camino y demandó a Stable Diffusion por violar la propiedad intelectual al entrenar su modelo con imágenes protegidas por copyright.

Con la explosión de ChatGPT y otras IA, es casi un hecho que las leyes sufrirán modificaciones en los próximos años. La inversión multimillonaria de Microsoft y Google sugiere que la inteligencia artificial llegó para quedarse.