Tras ver el modus operandi del hongo de The Last of Us; que, para colmo, existe en la vida real, no nos sorprende que haya hongos capaces de manipular a seres vivos. Pero no siempre actúan solos. A veces hacen equipo con otros seres vivos, convirtiéndose en un doble peligro para sus víctimas. Es el caso del hongo Grosmannia penicillata y el escarabajo de corteza de abeto euroasiático (Ips typographus).
Y es que, según se explica en un estudio publicado recientemente por científicos de la Universidad de Lund y el Instituto Max Planck, en Suecia, ambos necesitan a los abetos y colaboran para repartirse el premio en una curiosa relación simbiótica. El hongo se nutre al descomponer sustancias como la resina generada por el árbol. El escarabajo también se alimenta y además usa las grietas en el tronco para reproducirse.
Durante años, se ha visto que los dos organismos necesitaban a los abetos. Ahora, sin embargo, se sabe que algunas de las sustancias que descompone el hongo son las que el árbol genera naturalmente como defensa contra el escarabajo. Queda totalmente vendido al enemigo. Pero, por si eso no fuese suficiente, también queda señalado para que este lo encuentre más deprisa. El hongo de The Last of Us trabaja solo. Al menos de momento. Este tiene colaboradores, aunque, en realidad, ayudar a los demás sea una especie de daño colateral.
Del hongo de The Last of Us a F. penicillata
Cordyceps, el género al que pertenece el hongo de The Last of Us, existe en la vida real. Aunque no infecta a los humanos, sino a ciertos insectos, como las hormigas. Básicamente, los usa a su antojo para que estos diseminen sus esporas y participen en su reproducción.
En cambio, G. penicillata no ataca a los animales, sino a las plantas. Más concretamente, le pirra la materia orgánica de algunas especies de abetos. Por otro lado, el escarabajo I. typographus también necesita a estas plantas para alimentarse y reproducirse.
En estudios anteriores, los científicos han visto que es más habitual que los escarabajos acudan a abetos previamente infectados por el hongo. No solo no parece importarles, sino que les gusta. Había una casualidad. Faltaba la causalidad. Y ahora parece estar mucho más clara.
Feromonas para atraer al escarabajo
Cuando el hongo infecta a los abetos, comienza a descomponer y metabolizar muchos compuestos presentes en su resina. Como resultado, se producen compuestos nuevos que, según han observado los autores de este estudio reciente, actúan como feromonas para los escarabajos. De hecho, son sobre todo las hembras, quienes finalmente pondrán ahí sus huevos, las que se ven más atraídas.
No obstante, también se ha observado que los escarabajos tienen problemas para atacar otros abetos que no estén infectados por el hongo. Esto se debe a que presentan sustancias capaces incluso de matar a cualquier insecto que intente aprovecharse de ellos. Pero esos compuestos que actúan como escudo son los que descompone el hongo. Literalmente, deja a los árboles desarmados frente al escarabajo. Todo lo que viene después, es lógico.
Visto esto, los autores del estudio querían comprobar algo más. Y es que este no es el único hongo capaz de infectar y descomponer la materia orgánica de los abetos. Hay más, pero algunos pueden ser peligrosos para los propios escarabajos. Si pensamos en el que inspira el hongo de The Last of Us entenderemos por qué.
Por eso, estos científicos probaron a exponer los escarabajos a abetos infectados tanto por G. penicillata como por otro hongo que también desarma a las plantas. Siempre escogían al primero. Es decir, al que les hace la vida más fácil, pero además no les provoca ningún daño a ellos. En el fondo, saben muy bien lo que hacen, aunque sea de forma inconsciente.