El segundo episodio de la adaptación de The Last of Us, en HBO, mostró el paisaje desolado del mundo que sobrevivió al estallido de la infección fúngica. También, la muerte de un personaje central, en una escena que referencia directamente al videojuego. Pero en lugar de recrear con exactitud los eventos conocidos por todos los fanáticos de la historia, los guionistas, Craig Mazin y Neil Druckmann, tomaron algunas decisiones narrativas. Lo que incluyó una imagen que enfureció e incómodo a buena parte de la audiencia.

Se trata del “beso” entre un infectado y Tess, el personaje interpretado por la actriz Anna Torv. De la misma forma que en el material original, la socia contrabandista de Joel (Pedro Pascal) termina por morir en una situación trágica. En la historia de Naughty Dog, la querida figura es asesinada por un grupo de soldados de FEDRA. Pero en la adaptación, la situación se plantea de forma distinta. Infectada y consciente de lo que le espera, decide inmolarse en medio de una multitud de clickers (chasqueadores) que invaden el lugar en el que se encuentran. 

Es entonces, cuando ocurre la secuencia: Tess permanece de pie mientras uno de los contagiados se acerca a ella. Finalmente, se detiene a su lado, inclina la cabeza y termina por apoyar el rostro sobre el de la mujer. Durante el supuesto beso, la criatura abre la boca y pueden verse los zarcillos de contagio del hongo que habita en su interior. 

The Last of Us es el estreno del año y solo puedes verla en HBO Max

Una imagen que parece carecer de sentido, repugnante, pero que tiene explicación

La escena provocó rechazo de buena parte de la audiencia, en especial de los fans del juego. Por lo que los creadores de la historia explicaron durante una entrevista a Variety que la situación explica un detalle clave de la serie. Según explican, se trata de una forma de mostrar la naturaleza del hongo Cordyceps. En específico, cómo podría extenderse la infección de un cuerpo a otro para seguir reproduciéndose. Por lo tanto, no fue una secuencia en la que el infectado intentó expresar cariño; como algunos equivocadamente entendieron.

“Estábamos haciendo una investigación inicial acerca de la manera en que aparecen los hongos en el mundo real. Encontré la imagen que un artista había creado de alguien que había sido subsumido por hongos. En su boca había señales de contagio”, detalló Mazin, y agregó:

“Ya estábamos hablando de que salían zarcillos y nos hacíamos estas preguntas filosóficas. ¿Por qué las personas infectadas son agresivas? Si el punto es propagar el hongo, ¿por qué necesitan ser violentas? Llegamos a la conclusión de que lo son porque nos resistimos, pero ¿y no lo haces? ¿Cómo se vería si te quedas completamente quieto y dejas que te hagan esto?”. 

"Estábamos haciendo la investigación inicial de cómo aparen los hongos en el mundo real, y ya teníamos una idea clara de cómo se vería en el juego. Encontré una imagen que un artista había creado de alguien que había sido subsumido por hongos y en su boca había setas. Terminamos haciéndonos todas estas preguntas filosóficas como '¿por qué las personas infectadas se vuelven violentas?' Si el objetivo es propagar el hongo, por qué necesitan ser violentos? Llegamos a la conclusión que no. Los infectados se vuelven violentos porque las personas nos resistimos. ¿Pero qué pasaría si no lo somos? ¿Cómo se vería si te quedas perfectamente quieto y te dejas hacer lo que quieran contigo?

"Así que terminamos grabando este momento incómodo que te deja con pesadillas. Es perturbador y violatorio. Es una forma muy primitiva de invadir un cuerpo. La escena fue el resultado de una gran dirección por parte de Neil Druckmann y la actuación de Anna Torv. Sobre todo porque en realidad no hay nada ahí, tras grabar las escenas, el equipo de efectos visuales hicieron un trabajo increíble para lograr que todo encaje y absolutamente terrible.

En definitiva, los infectados son solo agresivos cuando se los provoca o te resistes a ser infectado. Y ese "beso" que, al verlo, te quedas con mal cuerpo, es, en realidad, la forma "natural" —dentro del contexto de la serie, claro— en que un infectado contagia a otro. Sin sangre, sin violencia física.

Para Mazin, era importante puntualizar que el contagio es un hecho natural que obedece a reglas biológicas. En realidad, más que un beso, los productores quisieron mostrar una irrupción corporal. Por otro lado, Druckmann estuvo de acuerdo que la secuencia trató de mostrar las reacciones que cualquiera puede llegar a tener una circunstancia infecciosa. “Es como si ella ya sabía que había terminado. Y después, el encendedor no funcionaba. La llevamos hasta el límite del horror antes de que finalmente tuviese una salida”.

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