El enorme interés de Elon Musk en Twitter ha hecho que el magnate se olvide de dos de sus compañías más importantes: Tesla y SpaceX, y esto ha causado la preocupación de muchos, sobre todo de inversores en el caso de la firma de movilidad eléctrica. A la compañía aeroespacial que el magnate fundó en 2002, sin embargo, no parece estar yéndole mal con Musk a la sombra. De hecho, está funcionando mejor que cuando Musk estaba al pie del cañón.

Desde octubre, momento en el que Elon Musk comenzó a ser dueño de Twitter, SpaceX está, en su mayor parte, a cargo de Gwynne Shotwell, presidente y director de Operaciones de la compañía y quien parece continuar a buen ritmo con los objetivos impuestos por Musk. SpaceX, en concreto, espera poder alcanzar los 100 vuelos durante este 2023, con una media de un vuelo cada tres días y medio frente a la media de vuelo cada 6 días que la firma realizó en 2022. La empresa, además, planea otras misiones importantes, como el primer vuelo de la Starship.

Precisamente, estos objetivos se están llevando a cabo con un ambiente laboral más óptimo desde que Elon Musk está a la sombra. Al menos, así lo afirman algunos empleados a Bloomberg, donde han asegurado que, en algunos casos, “la atención diaria del CEO [Musk] no es necesaria”. De hecho, varios ex-empleados de SpaceX, destacan que cuando Musk no hacía más que dar trabajo extra cuando se centraba en algunas operaciones. “Se ha metido en proyectos y ha exigido cambios por razones a veces arbitrarias”, afirman.

En algunas ocasiones, por ejemplo, los empleados perdían una cantidad de tiempo considerable al intentar justificar componentes imprescindibles para el funcionamiento de las naves espaciales, pero que Elon Musk no creía necesarios por motivos estéticos. A veces, Musk obligaba a realizar trabajos de rediseño que posteriormente tenían que ser revertidos por no ser viables.

El magnate también llegó a convocar una reunión de urgencia sobre la Crew Dragon aparentemente innecesaria. Lo hizo un sábado a primera hora de la maña —Musk, incluso, llegó tarde a la reunión—, y solo para decir brevemente que el calendario de lanzamiento no podía fallar y que había demasiada gente trabajando en el proyecto. Por tanto, es comprensible que los trabajadores se sientan más aliviados con Elon Musk más pendiente de Twitter.

Que Elon Musk se centre en Twitter no es un problema para SpaceX, pero sí lo es para Tesla

Elon Musk / Tesla

En Tesla, sin embargo, están en una situación completamente diferente a la de SpaceX. Elon Musk ha llegado a liquidar millones en acciones de Tesla para intentar salvar su red social, sumando actualmente un total de 39.000 millones de dólares vendidos en acciones desde que el magnate es dueño de la plataforma fundada por Jack Dorsey. Esto, por supuesto, ha preocupado a los accionistas de la compañía.

De hecho, Leo Koguan, uno de los mayores inversores de Tesla, llegó a solicitar públicamente que Musk abandonara su cargo como CEO. El multimillonario afirmó que Tesla es una compañía mucho más grande de lo que era hace unos años y que necesita a un ejecutivo “trabajando a tiempo completo”. “Elon ha abandonado a Tesla y Tesla no tiene un CEO en funciones”, destacó. Koguan, incluso, dijo que Tesla necesitaba a alguien de la talla de Tim Cook.