El mundo antes de la Ley Rider sigue estando muy vivo. Porque aunque con una normativa vigente desde el 12 de agosto de 2021, el sector sigue con la resaca de las cuentas que se quedaron pendientes antes de la apuesta de Yolanda Díaz, Ministra de Trabajo. A la espera de que se sucedan las intenciones de demanda por los supuestos incumplimientos de la actual la Ley Rider, que vendrán contra Uber y Glovo bajo amenaza de la ministra, ahora tenemos el regreso de una tramas de las del pasado. Y viene en forma de un sorpresivo acuerdo entre Uber Eats y los sindicatos mayoritarios, UGT y Comisiones Obreras.

Los dos grandes sindicatos del país han llegado a un acuerdo con la tecnológica delivery que buscar solucionar el conflicto que tenían abierto desde verano de 2021 y que el Tribunal Supremo volvió al terreno de juego. De esta manera, y según apunta el comunicado oficial de UGT y CCOO, el acuerdo se basa en los siguientes términos. Portier Eats Spain, Uber Eats, reconoce que se produjo un despido colectivo en agosto de 2021, que afectó a más de cuatro mil personas, y que el mismo no resulta ajustado a la ley española.

Bajo esto, Uber Eats se compromete a abonar una indemnización a cada una de las personas repartidoras afectadas en cuantía de 45 días de salario por año de servicio, con unos mínimos de indemnización, dependiendo de la antigüedad y la retribución percibida en el último año. Un acuerdo que, desde los sindicatos, apuntan que es histórico.

“Este acuerdo compensará a los repartidores que perdieron su acceso a la app de Uber como consecuencia de la entrada en vigor de la Ley Rider. Recientemente, hemos puesto en marcha un nuevo modelo, en pleno cumplimiento de la regulación vigente, que incluye cambios estructurales que le ofrecen al repartidor mayor control sobre su actividad, como por ejemplo la posibilidad de establecer su tarifa libremente. Seguimos comprometidos a colaborar con el Gobierno y los sindicatos para mejorar el trabajo de todos los repartidores”

Portavoz de Uber Eats

El origen del conflicto con Uber Eats

El desencuentro que comenzó con la entrada en vigor de la propia Ley Rider. Según la nueva normativa, los riders de la plataforma no podían seguir operando bajo la fórmula de autónomos –una que luego ha ido encontrando caminos y adaptándose a nuevos modelos supuestamente válidos–El 13 de agosto, Uber Eats simplemente desconectó a casi 4.404 riders de la aplicación para poder pasar al polémico sistema de subcontratas. Para UGT y CCOO esto fue un ERE encubierto de manual. A tenor de las sentencias que el sector rider había recibido, considerando a estos profesionales como falsos autónomos, los sindicatos consideraron que Uber Eats no había seguido los cauces legales.

El asunto terminó en la Audiencia Nacional, órgano que terminó desestimando la denuncia de los sindicatos. Según apuntaban, los sindicatos no podían hacerse con la representación de un colectivo predominantemente autónomo. Tras esto, el asunto se elevó al Tribunal Supremo a fin de determinar si la Audiencia Nacional tenía competencia o no.

En julio de 2022, el Tribunal Supremo daba la razón a UGT y CCOO. La Audiencia Nacional debería reabrir el caso de los riders de Uber Eats y escuchar a las partes. Según el Alto Tribunal, la decisión de la Audiencia Nacional dejaba sin defensa a un grupo de trabajadores que por su condición de autónomos tendría que demandar de manera unitaria y, por tanto, no considerarse un ERE encubierto en caso de que se fallase en esos términos.

Y ahora, con el acuerdo, qué ocurre

Fuentes conocedoras del acuerdo con Uber Eats apuntan a que llegar a buenos términos con los sindicatos es una buena noticia, pese a que de haberse enfrentado en un juicio podría haberse fallado en favor de Uber Eats. Ya no solo por los riders afectados por la desconexión, recordemos que 4.404, sino por las implicaciones que podría tener a futuro.

Dicho de otro modo, Uber sale ganando pese a tener que abonar los costes del acuerdo llegado con los sindicatos. A ojos de la tecnológica, es una forma de ratificar su postura respecto a los falsos autónomos. Un acuerdo con los sindicatos aleja, a ojos de Uber, el elefante de los falsos autónomos de la habitación.