A medida que pasan las horas, la novela de FTX escribe capítulos cada vez más retorcidos. Después que Binance anunciara que no seguiría adelante con su compra, se conoció que Sam Bankman-Fried, CEO del gigante cripto caído en desgracia, había salido a pedir un rescate multimillonario a sus inversores, advirtiendo que la compañía podría quedar en bancarrota.
El empresario de 30 años les informó que FTX afrontaba un déficit de hasta 8.000 millones de dólares, y que necesitaba unos $4.000 millones para mantenerse solvente. La comunicación se produjo apenas horas antes de que Binance anunciara que no proseguiría con la adquisición de la plataforma, indica Bloomberg.
La situación habla a las claras de que el estado financiero de la plataforma de criptomonedas radicada en Bahamas es calamitoso. "La cagué", habría dicho Bankman-Fried a sus inversores durante el pedido de una inyección económica para salvar la compañía. Y el panorama se pone cada vez más complicado.
Reuters informa que el empresario envió un mensaje a los empleados de FTX tras caerse la compra de Binance. En el mismo dijo estar "explorando todas las opciones", y se disculpó por el drama desatado en los últimos días. "Lamento profundamente habernos metido en esto [...] Esto es culpa mía, y de nadie má. Apesta, y lo lamento", escribió.
FTX implora por un rescate
Hoy no parece sencillo que FTX logre que los inversores aporten los miles de millones de dólares necesarios para evitar la bancarrota. No porque no existan fondos dispuestos a asumir el riesgo —con la expectativa de obtener un gran beneficio—, sino porque la compañía ya contaba con el apoyo de algunos de los jugadores más importantes del sector financiero. Y ya han perdido mucho dinero.
Sequoia Capital, uno de los fondos más exitosos del mundo, había destinado más de 213 millones de dólares en FTX. Ayer, la compañía publicó un comunicado informando que, según lo que entendían de la situación, su inversión se había ido a cero. Dando a entender, básicamente, que no veían factible recuperar las cifras económicas destinadas originalmente.
La situación es muy dinámica y cambia de un momento a otro. Por lo pronto, FTX ha decidido mantener bloqueado el retiro de fondos de su plataforma, y está recomendado a sus clientes que no realicen nuevos depósitos. Además, ha suspendido el registro de nuevos usuarios.
Ayer también se conoció que, antes de recurrir a Binance, Sam Bankman-Fried se acercó a OKX, otro exchange de criptomonedas, para lograr un acuerdo. Sin embargo, no obtuvo una respuesta positiva.
Y como si todo esto fuera poco, dos organismos regulatorios estadounidenses pusieron a FTX en el punto de mira de una nueva investigación. Se trata de la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) y la Comisión de Negociación de Futuros de Productos Básicos (CFTC), que quieren saber si la compañía malgastó el dinero de sus clientes.