Otro día, otra polémica en Twitter. Ayer se conoció que el magnate despidió a un ingeniero de la red social a través de un tuit en una decisión que no pasó desapercibida. Y la historia ahora suma un nuevo capítulo, puesto que Eric Frohnhoefer, el empleado en cuestión, cargó contra Elon Musk y su entorno, y los trató de cobardes.
En una entrevista con Forbes, Frohnhoefer dio detalles del culebrón que se desató tras el intercambio público con el nuevo dueño de Twitter, que derivó en su abrupta salida. Consultado sobre si había recibido confirmación formal de su despido, su respuesta fue contundente: "No, nada. Son un montón de cobardes".
Como si su despido a través de un tuit de Elon Musk no fuera suficiente, el ingeniero aseguró que Twitter le quitó acceso a sus sistemas sin mediar palabras. "Mi ordenador se apagó y ahora no puedo volver a usarlo", explicó el ingeniero. De hecho, anoche compartió un tuit con la foto de su Mac bloqueado y escribió: "Creo que ahora es oficial", en referencia a la finalización de su vínculo con la red social.
El otro dato llamativo es que Elon Musk parece haber eliminado el tuit en el que mencionaba que Eric Frohnhoefer había sido despedido. Conociendo los problemas legales anteriores que el magnate ha tenido por su tuiteo compulsivo, no sería raro que haya tenido que borrarlo para evitar males mayores. Aunque la historia tiene todos los condimentos para terminar en una nueva demanda.
Elon Musk y el caos de Twitter: capítulo 1.000
Como todo lo que se relaciona a Elon Musk, el despido de Eric Frohnhoefer ha provocado reacciones en ambos extremos. Recordemos que la situación nació de un tuit del empresario quejándose y disculpándose por la lentitud de Twitter en algunos países, publicación que el ingeniero refutó en su perfil personal.
La situación escaló rápidamente hasta que un tercero le mencionó a Musk: "Con esta clase de actitud, probablemente no quieras a este tipo en tu equipo", a lo que el millonario respondió: "Está despedido".
Algunos usuarios de Twitter no tardaron en apuntarle a Elon Musk por exponer de esta forma a un empleado, mientras que otros le apuntaron al ingeniero por no reportar la situación en privado. "Tal vez él deba preguntar las cosas internamente, usando Slack o correo electrónico", respondió Frohnhoefer a una crítica, nuevamente apuntando contra el empresario.
Lo cierto es que no se ha tratado de una situación aislada. Es cierto que el comportamiento del magnate en toda esta situación es, como mínimo, cuestionable; pero el ingeniero también hizo su parte. En las semanas previas, había utilizado su perfil para burlarse de la estrategia de Elon Musk y publicar memes contra el empresario. Por lo que lo de ayer pudo haber sido la gota que colmó el vaso.
Una situación indeseable, de todos modos, y que los protagonistas podrían haber evitado. Pero que también pone de manifiesto el caos que se vive puertas adentro de Twitter desde que Elon Musk asumió el control.
El propio Eric Frohnhoefer aseguró a Forbes que no ve un desenlace promisorio para Twitter en lo inmediato, bajo esta dinámica. "Ya nadie confía en nadie dentro de la empresa. ¿Cómo puedes funcionar? Los empleados no confían en la nueva gerencia. La gerencia no confía en los empleados. ¿Cómo crees que se supone que debes hacer algo? Es por eso que se congela la producción [de nuevas funciones y características]. No puedes fusionar el código, ni puedes activar las cosas sin el permiso de los vicepresidentes", aseveró.