La única escena poscréditos de Black Panther: Wakanda Forever revela la forma en que finalmente Marvel despide a su personaje T’Challa. Pero también la manera en que se celebra su memoria y permanencia en el universo cinematográfico de la saga. Se trata de una celebración que se aleja en buena medida del tono sombrío y doloroso de la película. A la vez, que brinda un sentido adiós al personaje, pero no a su importancia dentro de la franquicia.
Atención: spoilers a continuación
Con todo su aire de tributo a gran escala, Black Panther: Wakanda Forever no solamente es un cierre digno para la fase cuatro de Marvel. También es un recorrido por escenarios novedosos y, en especial, por la importancia de los vínculos de sangre y las convicciones que unen a sus personajes. De hecho, a pesar de su despliegue bélico y tecnológico, la película es mucho más íntima que un espectáculo a gran escala. Ryan Coogler, que admitió en más de una ocasión que la producción era un tributo entrañable a Chadwick Boseman, lo logra a una escala sensible y sorprendente.
Tal vez por ese motivo, su escena poscréditos es de particular importancia. En especial, una vez que Black Panther: Wakanda Forever atravesó todos los estadios posibles para sostener un profundo discurso de belleza sobre la despedida a su héroe. Esta atípica aventura — la historia de origen de una figura poderosa que nace en la ausencia de su predecesor — también tiene una secuencia extra de considerable interés. Una que abandona los espacios de la tradición Marvel de presentar personajes o futuras historias. Esta vez, se trata de una reconciliación con la pérdida y una mirada sólida a la trascendencia de su personaje principal.
Black Panther: Wakanda Forever, una despedida y una forma de esperanza
Tras haber visto Black Panther: Wakanda Forever, una película de extraordinario contenido emocional, no es de extrañar que la escena poscréditos comience después de la redención de Shuri (Letitia Wright). Tras haber luchado por su país y aceptado su deber histórico como Black Panther. También, comprendido que la venganza no el tipo de legado que quiere homenajear a través de sus decisiones. Es entonces cuando puede despedir a la memoria de T’Challa. Hacerlo, además, en privado y después de comprender que aunque la muerte de su hermano es una tragedia inconmensurable, también es parte de su vida.
Para hacerlo, viaja a Haití, lugar en que el Nakia (Lupita Nyong’o) se esfuerza en uno de los proyectos de desarrollo de Wakanda. De hecho, el personaje ha permanecido en la isla durante buena parte del argumento de Black Panther: Wakanda Forever. Lo cual parecía no tener explicación hasta la secuencia extra. Después de cumplir con el ritual de duelo de su cultura, Shuri permanece en pie frente al mar. Por fin pudo aceptar la muerte de su hermano y continuar adelante. Es entonces cuando Nakia se acerca. No llega sola, sino acompañada de un niño pequeño de alrededor de cinco años. Para sorpresa de Shuri, se trata del hijo de T’Challa, concebido antes del chasquido de Thanos y que vivió junto a su madre en secreto en el país caribeño.
Se trata de un momento profundamente sentido que, además, se sostiene sobre una percepción de revelación trascendente. De nuevo, el director Ryan Coogle imprime a Black Panther: Wakanda Forever un sentido de lo ritual al encuentro. No es, como otras tantas escenas poscréditos de la franquicia, una revelación que tenga la intención de brindar una nueva historia a Black Panther. Es una exploración de cómo la familia real de Wakanda se sostiene sobre el amor y la herencia compartida.
En especial para Shuri, que perdió a toda su familia y que ahora debe afrontar el peso del poder y el deber a solas. “Acordamos criarle más allá de las presiones del trono”, explica Nakia acerca del motivo por el cual decidió guardar el secreto. Pero, en particular, deja claro que no se trata de la presentación de un nuevo personaje, sino de un cierre emocional para la subfranquicia.
Un legado que trasciende al tiempo
Para la nueva heroína, además, es una mirada acerca de lo que el futuro puede deparar. De la misma forma que el resto de la película, la escena poscréditos de Black Panther: Wakanda Forever es una reflexión elegante acerca del duelo y los rigores del luto. Pero, a diferencia de sus durísimos primeros minutos, el tono en su escena poscréditos es de esperanza. Por lo que, en lugar de ser solo información, es el cierre de un ciclo que comenzó con el traumático anuncio de la muerte del rey.
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En particular, cuando Nakia revela que el nombre del pequeño niño es T’Challa. De esta forma, Marvel logra otorgar una nueva vida al héroe — en el sentido más simbólico — y asegurar que su lugar en la historia de la saga continúe siendo insustituible. No obstante, en ninguna forma se insinúa que el niño llegará a ser el rey de Wakanda o, mucho menos, el heredero del traje. Para Coogler, se trata de un adiós a una figura que inspiró un universo de especial importancia para Marvel. Un hecho que homenajea el impacto de Black Panther como historia.