Meta presentó esta semana sus Meta Quest Pro, sus nuevas gafas-casco de realidad aumentada y virtual que son el primer acercamiento en firme en forma de hardware al cambio de nombre y de estrategia que supuso la transmutación de Facebook en Meta.

De ser una empresa de redes sociales, Facebook pasó a convertirse en una empresa obsesionada con el metaverso, un concepto del que no hemos parado de hablar pero que no tiene unas bases ni unos puntos comunes sólidos. Por el camino, Meta ha cambiado el estilo visual de sus representaciones metaversianas, ha intentado contratar a miles de desarrolladores, y, sobre todo, se ha hecho sinónimo de un término por el que otras compañías ya habían hecho más.

Hay muchas lecturas posibles sobre el cambio y se seguirán haciendo: desde la salida hacia delante tras tantos escándalos por su negocio de anuncios y redes sociales a la expansión de una compañía enorme, al igual que Apple lo está intentando hacia las finanzas y la salud.

Pero lo cierto es que a medio plazo Meta, en su metaverso, podría intentar copar o al menos ofrecer una nueva versión en algunos sectores tradicionales. Los conciertos de música ya han tenido experimentos sin la necesidad de la existencia de Meta como el que dio Travis Scott en Fortnite. El turismo, y ‘conocer’ o ver maravillas mucho más caras en la vida real, podría ser el siguiente, junto con la ubicación de sus gafas como un nuevo gadget que acomodar en los presupuestos de la gente y hacerlo tan imprescindible como lo es hoy mismo el móvil. 

De viaje en el metaverso

Para eso, puede que quede mucho, pero de conseguirlo Meta se abriría a un negocio millonario. Solo en España el turismo es la mayor fuente de ingresos, suponiendo un 12% del PIB antes de la pandemia y ocupando a 2,7 millones de personas.

Lógicamente, quien va de turismo a España o a las costas de México lo hace por el buen clima o la gastronomía, algo que ningún metaverso —al menos por ahora— parece que podrá ofrecer jamás. ¿Pero qué pasa con los destinos turísticos? ¿Con visitar Roma, París o Machu Picchu desde tu casa?

Nada podrá igualar el mundo real. En eso estamos de acuerdo. Pero en un contexto inflacionario, donde parece que los vuelos turísticos, por razones ambientales y económicas cada vez se reducen más o son más inaccesibles… ¿De verdad nadie sustituirá gastarse el sueldo de un mes en conocer una ciudad o un hito turístico por recorrerlo desde su salón?

Esa es una de las capas donde Meta, parece querer entrar a medio plazo. De hecho, no es ningún secreto, porque cuando su división de gafas de RA se llamaban Oculus, ya jugaban con ese reclamo.

YouTube video

La realidad aumentada y virtual lleva años usándose con fines turísticos. La app Fly Over Zone, ofrece recorrer lugares antiguos como si estuviéramos en su época de máximo apogeo. 

Amazon lanzó Amazon Explore, que permite a la gente "viajar por el mundo, virtualmente". Se trata de un servicio interactivo que permite descubrir nuevos lugares desde el ordenador. Un servicio aún muy primigenio, pero que ofrece una idea de por dónde van los tiros. Y, por cierto, ya de pago. Recorrer Costa Rica cerca de animales cuesta 7,5 dólares. Hacer un tour completo por Eslovenia, 35. 

En materia de turismo, Asia es precursora, con propuestas como el proyecto Seoul Metaverse, que pretende convertirse en la primera gran ciudad del mundo en entrar en el metaverso, con una ruta turística que reproduce los principales lugares de la ciudad. En Tokio también hay iniciativas similares.

La doctora en turismo Naima Aidi reflexionaba hace poco sobre esto en un artículo en The Conversation:

Hay dos tendencias principales que definen la experiencia del turismo: la primera está relacionada con el proceso, con una transformación del mundo en conocimiento, la segunda tiene que ver con el momento, con un enfoque en el hedonismo y los sentimientos de éxito. Mientras que, por definición, el turismo requiere un viaje físico, existe una contradicción en las experiencias turísticas que ofrece el metaverso. El metaverso no puede sustituir a los viajes físicos, pero puede crear el deseo de viajar.

Naima Aidi, doctora en turismo

La experiencia, se espera que pueda ser mucho más real que las que ofrecen los dispositivos actuales en los próximos años. A través de la inmersión, los cascos de realidad virtual o los sensores hápticos permiten experimentar cosas que antes eran intangibles. A través de un avatar, el usuario del metaverso puede encarnar a un turista creando una ruta turística virtual, interactuando con otros avatares y explorando por su cuenta. 

Y si Amazon está vendiendo ya tours mucho menos elaborados por desde 7 a 40 dólares, cabe esperar que parte del negocio de Meta pase por gente visitando el Taj Mahal desde el sofá de su casa.

Pero el otro reto es introducir los casos de RV en nuestras casas

Las Quest Pro de Meta

La duda, no obstante, es ver si estos nuevos dispositivos en los que no solo está trabajando Meta se harán tan ubicuos como los teléfonos. Existe un grado de comodidad e invisibilidad muy certero en el uso de dispositivos.

Si los smartwatch han encontrado un mercado es porque es muy sencillo llevarlo en la pulsera. Lo mismo pasa con los móviles y los bolsillos. Las tablets se han encontrado siempre en una línea muy fina entre no ser suficientemente cómodas para muchos casos y no aportar demasiado. En los portátiles y los PC, pesa más lo que nos aportan que su forma física. 

¿Pero tener unas gafas de más de 1.000 euros que nos hace parecer seres bastante extraños? Ese será otro de los campos de batalla de Meta.

¿Querrás quitarte los auriculares y desconectarte de tus amigos virtuales cada vez que tu pareja o tu hijo entren en la habitación?

En cualquier de los casos, Meta se está gastando una cantidad ingente de dinero por liderar un cambio que aún no está claro del todo. Si el futuro pasa por personas en sus casas de turismo con cascos medio aparatosos, quizá sea el que nos merezcamos.

5 respuestas a “El verdadero plan de Meta con el Metaverso podría acabar con la mayor fuente de ingresos de España”