El penúltimo episodio de La Casa del Dragón, de HBO Max, demostró hasta qué límite están dispuestos a llegar todos sus personajes para obtener el poder. Lo que incluyó la forma decidida y estratégica en que actuó Alicent Hightower para asegurar la sucesión de su hijo Aegon. Pero también mostró algo más. El precio que la reina debe pagar para obtener influencia, conocimientos e información en medio de una guerra sin cuartel por Trono de Hierro.
Lo que incluye ceder a las perversiones y presiones fetichistas de Ser Larys Strong, convertido en su consejero más cercano. El último sobreviviente de los señores de Harrenhal no solo demostró ser una pieza esencial para las intrigas en la Fortaleza Roja. También, que exige pagar un alto precio por sus informaciones.
Lo que implica satisfacer lo que parece ser una desagradable dinámica sexual con la reina.
Un oscuro secreto bajo los zapatos
Todo ocurrió cuando el noble explicó a la viuda de Viserys I que el balance de poder dentro de La Fortaleza Roja estaba en la información. En concreto, la que se filtraba a través de murmuraciones y la red de espías encabezada por el misterioso Gusano Blanco.
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Antes, Larys delató a un noble que intentó escapar a la presión de Otto Hightower y que terminó ahorcado por órdenes del antiguo consejero de Viserys. También, dejó entrever a la antigua Mano que, definitivamente, podía ser de ayuda en el arte de descubrir los secretos de La Fortaleza Roja.
Pero Ser Strong, al parecer, tiene un acuerdo directo con Alicent en La Casa del Dragón. De hecho, el cortesano es el que informa a la viuda sobre los movimientos dentro de las murallas del palacio. Un dato que omitió de manera parcial en su conversación con Otto Hightower. También explicó a la reina la forma en que los hilos de información se extienden en direcciones insospechadas para ella. Sin embargo, todos los consejos y las relevaciones del noble tienen un precio. Uno que la monarca no tiene más remedio que pagar.
Mientras la conversación entre ambos personajes transcurre, Alicent se quita los zapatos de forma muy visible. Strong continúa hablando, mientras la observa despojarse también de las medias que lleva y mostrar sus pies desnudos. Al final, Strong solamente explica con detalle cómo funcionan los espías en La Fortaleza Roja cuando la reina muestra sus piernas desnudas. Lo que lleva a Larys a decir que hay una sola manera destruir la amenaza creciente de rumores que puedan afectar al trono.
Es entonces cuando la reina, que parece resignada y asqueada, vuelve el rostro y Larys comienza a masturbarse mientras contempla los pies de la reina. Esta extrañísima y desagradable dinámica de La Casa del Dragón sugiere que Alicent ha tenido que pagar más de una vez el precio por obtener información de Larys. Lo que convierte la relación entre ambos en algo por completo nuevo.
Un secreto inquietante que une al poder
En las últimas secuencias del episodio puede verse que los lugares que antes se mostraron como los dominios de Mysaria arden en fuego. Lo que con toda probabilidad quiere decir que Ser Larys Strong cumplió su parte del trato. La dinámica entre la reina y el noble deja entrever que no es la primera vez que ocurre algo semejante. Por lo que no deja de ser inquietante hasta qué punto tiene influencia Larys sobre Alicent.
Se trata de un dato inédito de la historia, especialmente creado para La Casa del Dragón. En el libro Fuego y sangre, George R.R. Martin solo establece la naturaleza intrigante de Larys. El escritor describe al noble como “el miembro más enigmático y astuto del consejo verde”.
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También añade que “el maestro de los susurros atesoraba sus palabras como un avaro, atesora monedas, prefiriendo escuchar en lugar de hablar”. La Casa del Dragón, hasta ahora, hizo un retrato fiel del personaje. Pero el añadido del secreto entre Alicent y Larys confiere varias dimensiones nuevas a la relación entre ambos. ¿Se explotará más adelante? Solo queda esperar.
