Durante el último capítulo de la primera temporada de La casa del dragón, Daemon Targaryen, interpretado por Matt Smith, está ausente del consejo en el que se analiza la situación de la familia y los aliados ante una probable guerra. Rhaenyra Targaryen explica, ante un cuestionamiento, que él se encuentra atendiendo distintas tareas. Aún no se ha mostrado, pero, tiempo después, se descubre que Daemon estaba acercándose a un dragón mítico dentro del relato.
Desde el comienzo la temporada, Daemon Targaryen fue uno de los ejes sobre los cuales giró el relato. Sus acciones, movidas por una ambición desbordada, en ocasiones, o por su inmadurez o la relación conflictiva con su hermano, traían consigo una serie de consecuencias por las que no quedaba bien parado. Este personaje, a medida que avanzó la historia, fue transformándose hacia un más apegado a la tradición y el orgullo de la familia.
Por tanto, su ausencia durante un momento dentro del consejo de guerra fue llamativa y, quizá, simbólica. Mientras distintos involucrados analizan posibles alianzas y Rhaenyra Targaryen no desea dar el primer golpe en ese conflicto, Daemon Targaryen se desmarca de esas discusiones y comienza a mover fichas dentro del tablero de ajedrez que plantea la serie. En ese sentido, el peso de los dragones es más que relevante. Como lo sugieren distintos acontecimientos, se vuelve esencial.
La Casa del Dragón es la nueva serie del universo de Juego de Tronos
El nombre del dragón buscado
por Daemon Targaryen
Daemon Targaryen se adentra de forma progresiva y cuidadosa en una suerte de sótano, en el Monte del Dragón. Mientras lo hace, acompañado por una antorcha encendida, va tarareando una canción. Lo hace a medida que avanza, sin alterar su tono de voz ni tampoco potenciarlo. Pareciera querer llamar la atención, pero no demasiado. El personaje es consciente de algo que, para el espectador, aún no ha sido descubierto de forma explícita: hay un dragón en ese sótano.
No se trata de cualquier dragón, dentro de la mitología de La casa del dragón, sino de Vermithor, conocido dentro del relato con el apodo de “La furia de bronce”. Este ejemplar perteneció a Jaehaerys Targaryen I. Luego de su muerte, y en el momento en el que se encuentra el relato adaptado, se encuentra libre de jinete. De acuerdo con información de Cámara en mano, este es “el segundo dragón vivo más viejo, después de Vhagar, y tiene bastante experiencia en guerras”.
Esta búsqueda se enmarca dentro de un contexto en el que Daemon Targaryen se encuentra haciendo registro y balance de las fuerzas con las que cuentan y de los dragones que están disponibles para el combate. Se entiende que su intención es lograr vincularse con “La furia de bronce”, ante un conflicto bélico en puertas.
¿Por qué se le conoce como “La furia de bronce”?
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El apodo de Vermithor guarda mucha relación con su apariencia. Sus escamas destacan por ser de color bronce, con tonos de canela. Las comparaciones con el metal no quedan ahí. Sus ojos también evovan a ese material y, cuando su llama está en su máximo potencia, es capaz de derretir acero y piedra. La furia viene por su participación en distintos combates, de forma voraz. En el actual contexto de La casa del Dragón, previo al tramo denominado “Danza de los dragones”, este ejemplar tiene alrededor de 100 años de edad.