Es probable que tengas un Roomba en tu casa. O que conozcas a alguien con uno. O te hayas planteado comprarlo. Roomba o de otra marca. Sea como fuere, seguro que sabes de lo que te estoy hablando. Los robots de limpieza, robot aspirador o como queramos llamarlos –ya que algunos barren, otros aspiran y otros hasta mojan el suelo y lo limpian con un paño– se han convertido en un electrodoméstico tan común como el televisor, la nevera o la cafetera. Y el responsable de que el año pasado este segmento de la electrónica generara 53.240 millones de dólares en todo el mundo es iRobot.

Ahora es posible encontrar robots de limpieza de Dyson, Xiaomi, Samsung, Bosch o Roborock. Son muchos a competir por lanzar sus dispositivos autónomos que se mueven por tu hogar reconociendo paredes, puertas, escaleras y objetos. A la par que barren y aspiran polvo y suciedad con más o menos acierto. Nos ahorran tiempo. Nos hacen compañía. Y tus mascotas juegan con ellos. El caso es que iRobot, el primero en apostar por los robots de limpieza o que logró lanzarlos al mercado con acierto, llamó la atención del gigante Amazon en el verano de 2022. Una compra de 1.700 millones de dólares que apareció en todos los medios y que, en parte, era inevitable que se produjera.

Algunos sospechan que Amazon quiere espiarnos y saber cómo son nuestras casas, y qué hacemos en ellas, con la información de escaneo proporcionada por los Roomba. Otros consideran que la tecnología de iRobot ayudará a crear mejores robots autónomos para los almacenes de Amazon. Y quién sabe, tal vez en el futuro recibiremos paquetes de esta compañía sin intermediarios humanos. Y unos terceros creen que la compra de iRobot servirá para que la mascota robótica de Amazon, Astro, sea algo más que un juguete demasiado caro que hace más bien poco.

iRobot nace en las instalaciones del IA Lab del MIT
iRoomba nace en el Artificial Intelligence Laboratory del MIT. En 2003 pasa a llamarse CSAIL. Fuente: CSAIL

Pero en este artículo no queremos predecir el futuro. Más bien queremos volver al pasado. A ese momento en el que alguien pensó que sería buena idea crear robots domésticos. Como los de las películas y los libros de ciencia ficción. Una revolución doméstica similar a la introducción de la fregona o del escurridor. O superior, ya que con un robot aspirador no tenemos que hacer nada. Solo vigilar que no se caiga por la escalera o que se pelee con tu gato. Quien tuvo esa idea fueron tres investigadores del MIT. Conozcamos su historia.

Los primeros años de iRobot antes de Roomba

Decíamos antes que Amazon adquirió, en el verano de 2022, la compañía iRobot por 1.700 millones de dólares. Un nombre que no es tan popular como su producto estrella, Roomba. Tan popular es la marca Roomba que muchos llaman así a cualquier robot de limpieza, aunque sea de empresas rivales como Bosch, Roborock o Xiaomi. Incluso Dyson, conocida por sus aspiradoras, entró en este segmento de electrónica doméstica.

Pues bien. La empresa conocida como iRobot nace en un lejano 1990. En aquel entonces nadie pensaba que en años venideros tendría robots en casa barriendo el suelo. La idea surgió de tres investigadores del MIT. O mejor dicho, de su Laboratorio de Inteligencia Artificial. Sus nombres, Rodney Brooks, Colin Angle y Helen Greiner. De los tres, Colin Angle es en la actualidad presidente y CEO de la compañía. Y, curiosamente, lo de los robots domésticos no estaba en sus cabezas ni de lejos.

Genghis es uno de los antepasados de Roomba de iRobot
Una de las muchas versiones de Genghis, el primer gran proyecto de iRobot. Fuente: Bruce Frisch / IEEE

En sus inicios, iRobot estaba pensada para diseñar robots militares y de exploración espacial. Un sector provechoso gracias a los jugosos contratos. Proyectos ambiciosos pero que tenían mayor recompensa y menor riesgo que el ámbito comercial civil. Y dicho y hecho. Su primer proyecto, lanzado un año después de crear la compañía, se llamó Genghis. Era un robot diseñado para la exploración espacial. Tenía forma de insecto de seis patas. Cada pata era autónoma, a diferencia del robot clásico con control central. En la actualidad se puede visitar en el Museo Smithsonian del Aire y el Espacio.

En 1996, seis años después de poner en marcha iRobot, lanzan su segundo proyecto. Un robot llamado Ariel y que sirve para detectar y eliminar minas en zonas marinas poco profundas. Con movimientos similares a los de un cangrejo, este robot fue un encargo de DARPA, la agencia estadounidense militar conocida por apoyar proyectos relacionados con satélites, robótica o el antecedente de lo que hoy es internet. Como curiosidad, Ariel tenía sensores de posición, presión, detector de metales y profundidad. Poco que ver con lo que será Roomba. Pero ahí están las bases.

Los PackBots de iRobot poco se parecen a los Roomba caseros
Los PackBots se han usado en rescates pero también para desactivar explosivos. Fuente: Wikipedia

Robots exploradores en el 11-S

La relación con DARPA seguirá en forma PackBot o iRobot PackBot, el tercer gran proyecto de esta empresa de robótica e inteligencia artificial, cuya cabeza pensante es Rodney Brooks, considerado por muchos ya en aquel entonces como uno de los mayores expertos en inteligencia artificial y robótica. Anunciado en 1998, tendrá un importante papel en la búsqueda de supervivientes tras la caída de las Torres Gemelas (World Trade Center) en el atentado del 11 de septiembre de 2001.

Un artículo de la CNN repasa, diez años después, el importante papel de los PackBots, “criaturas del tamaño de una caja de zapatos” con ruedas de tanque y brazos articulados que buscaron víctimas entre las ruinas. El artículo se titula “Cómo el 11-S inspiró una nueva era de la robótica”. Menciona varias veces a iRobot y su apuesta por dotar a los robots de autonomía. Pero ni siquiera en ese artículo se imaginaban el futuro “doméstico” de la compañía de robótica. Aunque eso iba a cambiar. En 2002, un año después del 11-S, los robots PackBot son usados por las tropas estadounidenses. Y, además, desarrollan un robot para que National Geographic llegue a rincones inexplorados de la Gran Pirámide de Egipto.

Roomba y el gato Linus
En Internet abundan vídeos de Roomba interaccionando con gatos y otros animales. Fuente: Eirik Newth (Flickr)

De explorar el mundo a Roomba

En 2002, iRobot lanzará su primer producto doméstico. Tras más de una década dedicándose a la robótica militar y de exploración, deciden apostar por el sector comercial civil. Y lo harán por todo lo alto, con su marca más icónica, el robot aspirador Roomba. En paralelo, seguirán trabajando en contratos y proyectos con distintos clientes públicos y privados.

Sin embargo, iRobot pronto ve el filón y va anunciando nuevos robots domésticos. Tras el Roomba de 2002, en 2005 sacan Scooba, un robot para fregar el suelo. Y en 2006 lanzan Dirt Dog, un robot de limpieza para establecimientos comerciales. La lista sigue en 2007 con Looj, un robot de limpieza de tuberías y canalones; Verro, un robot para limpiar piscinas; y, finalmente, Create, un robot móvil programable. Similar al Roomba pero para desarrolladores y aficionados a la robótica que querían trastear con este tipo de dispositivos. Durante la primera década del siglo XXI, iRobot sigue trabajando en proyectos como robots marítimos, robots para comunicaciones, etc. También lanza una iniciativa educativa bajo el nombre de SPARK (2009). Pero todo esto queda eclipsado por la vertiente comercial de robots limpiadores domésticos.

En 2012, iRobot comprará la empresa Evolution Robotics por 74 millones de dólares. Una compra estratégica, ya que esta compañía estaba especializada en visión computerizada y en navegación autónoma, de manera que ampliaba así su catálogo de patentes y conocimientos sobre inteligencia artificial y robótica. Además, también fabricaba robots limpiadores. De ahí que al año siguiente fuera rebautizada como iRobot Braava.

Los tres fundadores de iRobot, donde Joe Jones creó Roomba
Los tres fundadores de iRobot en un evento de TechCrunch en 2017. Fuente: TechCrunch

¿Qué fue de los fundadores de iRobot?

El resto de la historia ya es más conocida. Si en 2013 iRobot anunciaba que en el mundo se habían vendido más de 10 millones de robots domésticos, en 2017 esa cifra se doblaba con más de 20 millones de robots limpiando nuestros hogares. Limpiadores autónomos que se cargaban por sí mismos en su punto de carga. Durante todos estos años, iRobot ha ido lanzando distintos modelos de las diferentes líneas de producto. En la actualidad, iRobot vende principalmente dos líneas, Roomba y Braava. La primera centrada en aspirar y barrer, y la segunda con paños para limpiar el suelo con agua. Adiós escobas y fregonas.

En cuanto a los socios fundadores de iRobot, antes mencioné que su Presidente y CEO, si nada cambia mientras lees estas líneas, es Colin Angle, uno de los tres creadores de la compañía. Por su parte, Rodney Brooks, el genio de la robótica, cambió de aires en 2008, cuando fundó otra compañía de robótica junto a Ann Whittaker llamada Rethink Robotics. Aunque originalmente se llamó Heartland Robotics. En 2018 fue adquirida por la alemana HAHN Group, cambiándole el nombre un año después así como la sede, que pasó de Estados Unidos a Alemania. Y como no hay dos sin tres, Rodney Brooks creó una tercera compañía en 2019 llamada Robust.AI en colaboración con Gary Marcus, experto en Ciencia Cognitiva. El propósito, crear robots más inteligentes.

La tercera fundadora de iRobot, Helen Greiner, es en la actualidad CEO de Tertill Corporation, una empresa que apuesta por la “comida orgánica”. Entre sus empleados se encuentra el experto en robótica Joe Jones, que también trabajó en iRoomba. Y a quien se le atribuye la invención del Roomba. Y en 2008, igual que Brooks, decidió irse de la empresa que cofundó para hacer lo propio con CyPhy Work, una startup dedicada a drones domésticos, profesionales y militares y de la que fue CEO. En 2018 asesoró al Ejército de Estados Unidos en temas de robótica e inteligencia artificial. Y en 2020 inició su nueva aventura que une robótica y agricultura.