Un nuevo litigio sacude a la industria de los semiconductores. ARM ha presentado una demanda contra Qualcomm, acusándola de violar sus acuerdos de licencia y marcas registradas tras la adquisición de Nuvia. La misma se concretó el año pasado a cambio de 1.400 millones de dólares.
Además, se busca una orden judicial que obligue a destruir todos los diseños desarrollados por Nuvia bajo los acuerdos de licencia con ARM que fueron transferidos a Qualcomm sin la aprobación de la firma con base en Reino Unido. Sin lugar a dudas, esto puede resultar en un quiebre definitivo entre dos compañías que han estado relacionadas por muchos años.
Phil Hughes, vicepresidente de comunicaciones externas de ARM, se refirió a la demanda. Explicó que las licencias de Nuvia fueron canceladas en marzo de este año, tras conocerse que Qualcomm había intentado transferirlas sin su consentimiento. Esto último, prohibido en el acuerdo entre las partes.
Aseguró, además, que los californianos continuaron realizando desarrollos bajo las licencias rescindidas. "A ARM no le quedó otra opción que presentar este reclamo contra Qualcomm y Nuvia para proteger nuestra propiedad intelectual, nuestro negocio y garantizar que los clientes puedan acceder a productos válidos basados en ARM", agregó.
En tanto que Qualcomm no demoró en salir a responder a las acusaciones de los británicos. "La denuncia de ARM ignora el hecho de que Qualcomm tiene derechos de licencia amplios y bien establecidos que cubren sus CPU de diseño personalizado. Y estamos seguros de que esos derechos se confirmarán", indicó Ann Chaplin, asesora jurídica de la empresa estadounidense, a Reuters.
ARM dispara contra Qualcomm por sus licencias
Cuando Qualcomm adquirió Nuvia, lo hizo con un objetivo claro: convertirse en un jugador importante en el mercado de procesadores para ordenadores, con opciones enfocadas en el alto rendimiento. Por entonces, el sentimiento general en la industria fue que la estrategia apuntaba a conseguir lo mismo que Apple había logrado con sus chips M1, pero en equipos con Windows.
Así mismo, la compra de Nuvia se vio como una posibilidad de reducir la dependencia de Qualcomm con ARM. Esto se debe a que los estadounidenses licenciaban directamente los núcleos de CPU desarrollados por la firma británica, mientras que Nuvia usaba la arquitectura de ARM como base para sus diseños personalizados.
También se especula con que, a través de Nuvia, Qualcomm pretendía pagar licencias más económicas que si las hubiera negociado directamente con ARM. Si la demanda avanza y los californianos se ven obligados a destruir los desarrollos supuestamente realizados bajo infracción, la adquisición de Nuvia podría perder sentido.
Por lo pronto, todo hace pensar que estamos frente a un conflicto legal que llevará bastante tiempo antes de alcanzar una resolución. Y también habrá que ver cómo influye en la relación final entre ambas compañías. No olvidemos que, a fines de mayo pasado, el CEO de Qualcomm expresó que le gustaría armar un consorcio con otras empresas para comprar ARM y mantenerla neutral. "Somos una parte interesada en invertir. Es un activo muy importante y que será esencial para el desarrollo de nuestra industria", había dicho por entonces Cristiano Amon.