Por fin, el próximo lunes, 29 de agosto, el programa Artemis, con el que los humanos volverán a la Luna, dará sus primeros pasos. Aún queda un poco para que podamos ver astronautas caminando sobre nuestro satélite. Será un ensayo sin tripulación, para comprobar que la nave es capaz de llegar a su destino sin problema. Pero, al menos, supone un necesario pistoletazo de salida, que nos coloca mucho más cerca de esa segunda parte tan esperada de la carrera espacial.
En 1969, cuando el Apolo 11 aterrizó sobre la Luna por primera vez, se habían realizado algunas pruebas previas. No obstante, es cierto que los primeros hombres que viajaron hasta allí no tenían muy claro lo que se encontrarían. No hay más que ver el recelo con el que Neil Armstrong se bajó de la nave.
Pero las cosas ahora son muy diferentes. Además de las otras misiones Apolo, que siguieron llevando humanos a la Luna hasta 1972, se han lanzado multitud de misiones no tripuladas dirigidas a conocer el terreno. Se ha analizado el polvo lunar, se han estudiado los mejores lugares de aterrizaje, se han investigado las mejores formas para comunicarse con la Tierra… Esta vez será diferente porque, además, el programa Artemis no pretende solo hace una pequeña expedición como las de las misiones Apolo. El objetivo es llegar a construir una base lunar y para eso es importante estudiar la situación a fondo.
Los socios del Programa Artemis
Si bien en la carrera espacial a veces se concibe como una competición por ver qué países logran los primeros hitos, está más que comprobado que los mejores resultados surgen de la colaboración entre varias agencias espaciales. Por eso, para devolver a los humanos a la Luna, firmaron una serie de acuerdos en los que participaron varias de estas agencias. En el Programa Artemis participan tanto la NASA como las agencias espaciales europea (ESA), japonesa (JAXA), canadiense (CSA), mexicana (AEM), brasileña (AEB) y australiana (ASA).
El objetivo de todos ellos es llevar de nuevo a los humanos a la Luna, concretamente a su polo sur. Es importante incidir en que se llevará “a los humanos”. Aquello de llevar al hombre a la Luna queda desfasado, pues se pretende que la próxima persona que ponga un pie en la Luna sea una mujer. La tripulación llevará también hombres, pero el plan es que el papel de Neil Armostrong lo realice ahora una astronauta. Aún no se sabe quiénes serán. En 2020 la NASA presentó un nuevo equipo de astronautas graduados, compuesto por 6 mujeres y 7 hombres. Los afortunados podrían salir de ahí, pero habrá que esperar para saberlo con seguridad.
Vehículos para llegar a la Luna
Para impulsar a los astronautas que viajen de nuevo a la Luna, el programa Artemis cuenta con un sistema de lanzamiento espacial (SLS) mucho más potente que el cohete Saturno V, que impulsó las misiones Apolo. De hecho, alcanzará un empuje un 15% mayor. Con 98 metros de altura, consta de cuatro versiones: el Bloque 1, el 1B, el 2 y el 2B. Cada uno es más potente que el anterior, con la capacidad de impulsar 70 y 97,5 toneladas para los bloques 1 y 1B y 143 toneladas para los bloques tipo 2. En definitiva, son los cohetes más potentes que se han creado hasta el momento.
El que se lanzará este lunes será el Bloque 1. Y con él se impulsará la Orion, una nave desarrollada en colaboración con la ESA, que será también la encargada de llevar a los humanos a la Luna. En este primer ensayo no intervendrán más vehículos, ya que solo se llegará hasta la órbita lunar. Una vez allí, permanecerá 6 días girando alrededor de la Luna, y luego volverá a casa. Cuando se realice el primer vuelo con tripulación, en cambio, ya debe esta lista la Plataforma Orbital Lunar Gateway. Este es un orbitador lunar al que se acoplará Orion, una vez que llegue a su destino alrededor de nuestro satélite. Constará de varios módulos, que comenzarán a llevarse a su lugar en 2024, con ayuda de un Falcon Heavy de SpaceX.
Así, ya tendríamos a los astronautas de Artemis en la órbita de la Luna. Pero aún nos falta el alunizaje. Y para ello contarán con un aterrizador para el que se han presentado varios proyectos, como el Advanced Exploration Lander y el Human Landing System. No obstante, finalmente será una versión modificada de la Starship de SpaceX la que realizará el envío de astronautas.
Los objetivos del Programa Artemis
Dentro del Programa Artemis hay varios objetivos. Por un lado, se espera que la Gateway sustituya a la Estación Espacial Internacional (EEI) como lugar de experimentación espacial y entrenamiento de astronautas. Son sobradamente conocidas las averías que ha experimentado la EEI en los últimos años, por lo que los planes sobre su jubilación se sitúan cada vez a un plazo más corto. Con la construcción de Gateway estaríamos ante un nuevo lugar para la realización de estas misiones.
Pero, además, se espera que los astronautas que lleguen en los sucesivos lanzamientos del Programa Artemis puedan estudiar más a fondo la Luna. Y también establecer allí una base que servirá tanto para el estudio in situ del satélite como para tener una estación de servicio entre la Tierra y otros planetas, como Marte.
Eso sería a más largo plazo, pero se espera que en un futuro los astronautas que viajen al planeta rojo puedan hacer un alto en el camino en la base construida en la Luna. Aún queda mucho para eso. De hecho, si bien la llegada de los primeros humanos a territorio selenita se situó inicialmente en 2024, es posible que termine posponiéndose. No sabemos cuándo pasará todo esto, pero lo que está claro es que, para que ocurra, el lanzamiento del lunes tiene que ser un éxito.